𝐅𝐋𝐘| httyd ✓

«𝗨𝗻𝗼»

Este mundo es un mundo de cambios, tienes que ir siguiendo su ritmo constantemente, porque si te quedas atrás... si te quedas al final, viendo la vida pasar, un día vas a abrir los ojos y te darás cuenta de que las personas que amas ya no están. Porque ellas no se quedaron. Ellas avanzaron con el mundo, afrontando todo. Hasta que llega su hora.

Eso le pasó a mi papá.

Él siguió y siguió. Siguió el camino que el mundo le daba, y yo me quedé atrás. Y, cuando menos lo esperé, el Jefe está entregandome su casco, lleno de sangre, mirándome con tristeza, con lástima y con un cierto cariño.

No lo creí.

Parecía una broma de mal gusto. A mi padre solía encantarle hacerlas, sobre todo a mi. Ese día habían atacado la aldea, todos salieron a defendernos de los dragones, entre ellos mi padre. Él se despidió de mi, alertandome que esa vez era demasiado peligroso incluso para salir a ayudar a Bocón. Besó mi cabello y se fue por la puerta.

Nunca volvió.

En su lugar, el Jefe tocó mi puerta, acompañado de casi toda la aldea. Traía el casco de mi padre entre sus manos, y estaba cubierto de sangre. Su sangre.

Hipo me abrazó con fuerza, diciendo que todo estaría bien, que él estaría para mi. Pero yo no me moví. Simplemente permití que me abrazara mientras yo miraba fijamente a Estoico, el hombre asintió con tristeza, confirmándolo. Era una realidad.

Entonces me desmayé.

Nunca creí verme en esa situación otra vez. La primera vez fue cuando murió mi madre, devorada por un Pesadilla Monstruosa. Tenía 10. Mi madre era cruel, la principal persona en recordarme cada día que estaba subida de peso, la principal persona en hacerme sentir como una cerda. Pero era mi madre y yo quería que amara. Así que sí, dolió.

Pero perder a mi padre, perder al hombre que estuvo para mi en cada noche de llantos, cada vez que alguien me decía algo él me defendía, incluso de mi madre. Perder a la única persona en el mundo a la que yo genuinamente amaba, fue algo para lo que no estaba lista. Ni yo, ni nadie.