«𝗧𝘄𝗼»

3.8K 329 16
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hipo era un alma libre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hipo era un alma libre.

Yo también, o me gustaba pensar eso. Hasta que crecí, y decidí que mi lugar era con las personas que amaba. Amaba a Berk, empecé a darme cuenta de eso cuando cumplí 17. Yo amaba con todo mi corazón explorar junto a Ojos Azules, Hipo y Chimuelo. Amaba explorar junto a mis dos mejores amigos y mi novio, pero también amaba estar en casa. Ayudar a Bocón, a los dragones, a Estoico. Jugar carreras, dar clases a los más pequeños. Yo amaba estar en casa. Lo amaba tanto como explorar.

Hipo también amaba a Berk, eso creo. Pero era un alma libre, como un dragón. Le gustaba salir y explorar. A veces íbamos juntos, otras veces él y Chimuelo lo hacian juntos. No me molestaba, él era así y yo lo amaba por quién era. Pero, el punto es que; yo amaba explorar y amaba a Berk.

Y amaba a Ojos Azules, y a Chimuelo. Y amaba a Estoico, a Bocón y a Hipo. Y amaba a mis padres. A pesar de todo, a pesar del daño que mi madre que hizo pasar, yo los amaba. Había aprendido a amar. Y a sanar.

Ya no era una niña insegura, al menos ya no tanto. Pero tenía mis momentos.

De todos modos, arriba de Ojos Azules, volando junto a mi mejor amiga, yo era otra. La otra que más amaba. La otra que no tenía toda la presión de Estoico sobre mi. Era mi mejor versión.

Por eso también amaba las carreras.

Ojos Azules y yo estábamos a la carrera, íbamos de segundo lugar solo porque Astrid se nos adelantó, pero luego los gemelos nos superaron a ambas. La explosión de los gemelos me distrajó. No íbamos tan mal, teníamos 8.

Pero podíamos ganar con la obeja negra. Astrid regañó a Patán, aunque era un juego en equipo. Yo no era la mejor en los equipos, a menos que se tratara de Ojos Azules y yo, nosotras éramos el mejor equipo en el mundo. Sincronizadas, fuertes, inteligentes, éramos las mejores. Y nos gustaba ganar.

El cuerno sonó, anunciando la última vuelta. La vuelta decisiva. La obeja negra.

─────. Acalera, nena.

Ojos Azules y yo éramos igual de competitivas. Solo debíamos esperar que la obeja volara. Patapez la tomó, se la cedió a Brutilda en un estúpido intento de conquistarla. Es broma, sólo estaba celosa. Quisiera que Hipo me cediera la obeja negra, el maldito siempre es el primero en tomarla y restregarme en la cara su victoria.

𝐅𝐋𝐘| httyd ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora