¿Qué pasaría si en su séptimo año en el colegio de Hogwarts, Lily Evans se entera que está embarazada?... ¿Qué dirá Severus Snape al darse cuenta que la persona que más ama esta con su enemigo? ¿Sirius apoyará a la pareja en esta nueva etapa de sus...
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Las vacaciones se acercaban y ya faltaban menos de diez días, no había hablado con Potter de lo que haríamos las pocas semanas que nos daban de descanso, pero ya me esperaba que fuéramos en el tren hasta Londres y después irnos a la casa familiar de James donde he vivido con el y su familia hace ya dos años.
Extrañaba su hogar donde los Potter y mas desde que lo habían echado de la casa de los Black, cuando su madre lo tacho del árbol genealógico me había sentido libre, pero al mismo tiempo perdido, por suerte era bien recibido con los Potter, siendo ese su primer hogar, donde me sentía seguro y añoraba volver cada día que pasaba lejos.
En este minuto estaba otra vez esperando recibir un castigo por el odioso Filch, le había echo una pequeña broma a los de Slytherin y un soplón me acuso con el profesor Slughorn. En verdad había sido una de mis bromas mas inofensivas del año, pero claramente le pusieron más color de lo que era.
-Bien Black, ahora si que no te salvas -dijo el odioso Filch mientras me tomaba de la camisa para levantarme- este castigo no será fácil, vas a arrepentirte esta vez.
Me llevo por los pasillos hasta las mazmorras, cerca de la puerta para la torre de Slytherin por lo que sabia, se detuvo frente a una pared de ladrillo y susurro algo que no logre oír, los ladrillos empezaron a moverse formando una puerta negra con una frase en parsel alrededor del marco. La cueva de Slytherin.
Jamas había pensado que entraría a este lugar, hasta si hubiera sido mi decisión jamas hubiera ido, pero aquí estaba, entrando en la sala común. Pase por alado de los alumnos quienes me miraban con asco y odio, muchos eran chicos que había visto en la casa familiar y en ese momento no hubieran ni pensado en mirarme de esa manera, pero ahora era diferente, yo era diferente ante sus ojos.
La sensación de oscuridad que daba la sala era casi espantosa y al mismo tiempo mágico al ver el agua del lago negro arriba de mi cabeza, en un pilar justo antes de entrar en las habitaciones podía ver un tablón lleno de papeles, entre ellos me dio curiosidad uno en espacial, que iría ver en algún momento.
Filch siguió caminando hasta los baños, a pesar de ser iguales a los del resto del castillo, este tenia los vitrales oscuros y lanzaba un olor a podredumbre que se quedaba impregnado en la nariz.
-Al saber que tu serias su victima te lo dejaron especialmente sucio para ti -me dijo Filch mientras me señalaba un cubo y un trapeador- te espera una fascinante noche.
Al decir esto me dejo solo dentro del asqueroso baño, tome los implementos y empecé a trapear, la mugre, fluidos desconocidos y hasta restos de comida estaban en el suelo del baño, quería cerrar la puerta para que los fisgones de los alumnos me dejaran de ver y sacar fotos, pero si lo hacia no tendría como sacar el horrible olor.
Mi acompañante en todo momento en la silenciosa instancia era el susurro del agua entre las paredes, a pesar de lo frió que era el lugar no era tan distinto a mi casa familiar, lo que me hizo desear irme y al mismo tiempo el deseo de desencajar en un ambiente tan parecido al que fui criado, muchos a lo largo de mi vida me habían preguntado si me había equivocado de capa o si era de la causa porque conocían a mi familia.
