Capítulo 23: Murmullos en las paredes

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¿Por qué nos pasan esas cosas a nosotros?, al ver a Aberforth me quedé en blanco, no sabia ni como reaccionar, nunca me había imaginado volver a ver al viejo, había sido de los primeros en saber del embarazo y si era alarmantemente parecido a nues...

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¿Por qué nos pasan esas cosas a nosotros?, al ver a Aberforth me quedé en blanco, no sabia ni como reaccionar, nunca me había imaginado volver a ver al viejo, había sido de los primeros en saber del embarazo y si era alarmantemente parecido a nuestro profesor, y tenia la sensación de que aquel hombre no olvidaba nuestro último encuentro.

-Señor Dumbledore, que sorpresa verlo -dijo Lily realmente sorprendida- ¿Cómo ha estado?

-Muy bien, ¿y usted señorita Lily? -pregunto curioso, yo por mi parte estaba quieto al lado de Lily, medio aguantando la respiración.

-Un poco cansada por el viaje, pero bien también -respondió con toda naturalidad.

-Aberforth, déjalos pasar de una vez -dijo la voz de mi madre desde dentro de la casa sacándome de la ensoñación.

-Se ve que ustedes están de lo más bien -nos dijo Aberforth, justo antes de abrir la puerta por completo.

Mi madre estaba sonriéndonos desde uno de los sillones de la sala, al ver a Lily entrar se levantó y fue con los brazos extendidos a saludarla.

-Qué sorpresa que llegaran -dijo en el momento que se abalanzaba sobre Lily- Hacía mucho que quería conocerte.

-Nuestro hijo nos ha contado solo maravillas de ti -dijo mi padre detrás de mi madre que todavía no soltaba a Lily.

-El gusto es mío -dijo mi novia mientras se soltaba del agarre de mi madre.

-Déjala respirar mamá, creo que nunca me has saludado tan emocionada -dije haciéndome el sentido, mi madre solo sonrió y me fue a abrazar.

-Pero si estas tan grande -dijo soltándome- no puedes hacer esos berrinches, que va a pensar Lily.

-Creo que me conoce suficiente para saber en que se metió -dije y ella me tomó la mano sonriendo.

-Déjenme llamar a Sirius -dijo mirando hacia las escaleras y luego bajó la voz- no se los va a admitir, pero él ya quería que llegaran.

-Yo sabía que no podía vivir sin nosotros -dijo Lily a mi lado riendo.

-¡Sirius! -grito mi madre emocionada- Ya llegaron, baja a saludar.

Como un niño, Sirius bajo las escaleras apenas escuchó la voz de mi madre y se detuvo al pie de la escalera.

-Ya era hora que llegaran tortolitos.

Cuando mi madre nos indico todos nos sentamos en la mesa, como siempre que había invitados mi madre se había lucido con uno de sus platos más elaborados, mientras la conversación fluía entre preguntas ¿Cómo ha estado...¿Qué tan aquel...

-Aberforth ¿En que has estado trabajando? -preguntó mi madre, mientras veía a mi padre hablar con Lily de algo que no terminaba de entender.

-Bueno, me he dedicado casi por completo a mi pequeño bar y de vez en cuando alguna emergencia médica.

El Final Y El Comienzo - una historia de Lily y James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora