Capítulo 24: Creando lazos

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Los días habían pasado en la casa de los Potter y se había generado una rutina que hasta Lily se había empezado a acostumbrar, ella se despertaba cerca de las nueve junto a Sirius, tomaban desayuno con los padres de James y cuando estamos por term...

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Los días habían pasado en la casa de los Potter y se había generado una rutina que hasta Lily se había empezado a acostumbrar, ella se despertaba cerca de las nueve junto a Sirius, tomaban desayuno con los padres de James y cuando estamos por terminar de comer llega James, salimos un rato y volvemos al almuerzo, nosotros nos encargamos de la cena y en las noches nos sentamos frente a la chimenea a conversar o jugar algún juego de mesa que tanto le gustaba al señor Potter. Hasta podía imaginarme una vida así, tranquila y alegre, fuera de todo peligro y un lugar espacioso para criar a su hijo justo a su familia. Realmente era un sueño tan irreal que deseaba alcanzar.

-¿En que piensas? -me preguntó James, había estado tanto tiempo soñando que se me había olvidado que estaba acostada sobre sus piernas.

-Que me encanta estar aquí -dije sonriéndole tontamente y él bajó la cabeza para besarme.

-A mí también me encanta, pero nos quedan pocos días de vacaciones.

-No me lo recuerdes -dije tapándome la cara con las manos- no quiero volver.

-Ya entiendes lo que me pasa cada vez que me voy -dijo sonriendo- todos dicen que soy un exagerado y mamon por amar volver a casa, pero para mi es otra cosa -dijo James sonriendo- no sabes los sueños que tengo, amaría poder criarlo aquí, no se si a ti te parece, tampoco me importaría estar en otra parte, pero creo...-empezó a divagar por los nervios, me senté frente a él y lo detuve con un beso.

-A mí también me encantaría -le dije y él me tomó por detrás del cuello para acercarme.

-Por eso te amo -dijo en voz alta y nos comenzamos a besar ansiosamente, terminamos los dos acostados en el pasto, James encima mío besándome la cara y el cuello, yo por mi parte le acariciaba la espalda y su abdomen plano, cuando volvió a darme la cara con las mejillas sonrojadas lo bese dulcemente y le comencé a sacar la polera.

Estuvimos entre besos y caricias un buen rato, hasta que las primeras gotas empezaron a caer, ambos nos levantamos y antes de partir a la casa nos besamos en plena lluvia como lo hacían en los libros, se sentía mágico, amaba tanto a James que no imaginaba mi vida sin el.

Cuando entramos a la casa estábamos empapados y con la ropa entera pegada a nuestra piel,.

-Parece que lo pasaron bien -dijo el señor Potter desde el sillón, donde había estado leyendo el diario.

-Se cruzó la lluvia en nuestro paseo -dijo James sonriendo y sacudiendo su cabello con una mano.

-Siéntense aquí, cerca de la chimenea antes de que se resfríen -dijo el señor Potter divertido, yo hice lo que me indico, pero James en vez entró a la casa.

-¿Y Sirius? -pregunte mirando la amplia sala.

-Ayudando a Euphemia a hacer la comida -dijo el señor Potter sacándose los anteojos y dejando el diario a un lado- comenzaron a cocinar porque pensamos que iban a volver tarde de su paseo y como vieron fue así.

El Final Y El Comienzo - una historia de Lily y James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora