Capítulo 8: El silencio nos daña

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Habían pasado casi dos semanas desde que Dumbledore nos llamó la atención y nos advirtió a Lily y a mí, casi dos semanas desde que había dormido con Lily y los demás en la casa de los gritos, casi dos semanas desde que habíamos hablado por última ...

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Habían pasado casi dos semanas desde que Dumbledore nos llamó la atención y nos advirtió a Lily y a mí, casi dos semanas desde que había dormido con Lily y los demás en la casa de los gritos, casi dos semanas desde que habíamos hablado por última vez los merodeadores y casi dos semanas desde que Remus no ha dicho palabra.

Todo era muy confuso, yo había pensado que nos habíamos unido más que nunca como grupo pero al parecer ya ninguno quiere saber del otro, Sirius esta de malas casi a todas horas y aun más conmigo, Remus a penas habla y si le preguntas algo de su noche o simplemente como está él se va caminando y no lo vuelves a ver en el día y Peter a pesar de si hablarme ha estado estresado y nervioso, <<Es una mierda>> pensé mientras me dirigía con mi equipo a practicar.

A pesar del frio de febrero teníamos que seguir para poder vencer a los otros equipos en el torneo y más ahora que Gryffindor está empatado con Slytherin y la presión no disminuía cuando pensaba que Hufflepuff estaba a pocos puntos de alcanzarnos.

Como siempre calentamos y comparamos tiempos, a pesar de cada vez ser más rápido en los entrenamientos siempre intentaba hacerlo mejor porque Fiore está a pocos segundos detrás de mí. Lo que había dicho Liam me había descompuesto, a pesar de siempre dar todo en los partidos los demás pensaban que Fiore, mi segunda al mando, era mejor líder y tal vez lo sea, pero en todo lo que era tácticas y el mismo partido yo tomaba las riendas a pesar de que nadie lo note.

Empezamos en la cancha, la mitad del equipo estaba vestido con un distintivo de color blanco y los demás estábamos con las capas negras para intentar una realidad de juego. La quaffle iba de aquí para allá, desde lejos vi que la pelota se la pasaban a Maya Miller, con mi escoba volé lo más rápido que pude para poder interceptar el pase entre Maya y Fiore. Esquive a los otros cazadores y la quaffle entro en el aro proporcionando a mi equipo diez pintos más.

Luego de cuarenta minutos de juego estábamos en el entretiempo, me dirigí a mis cosas donde tenía una botella de agua, alguien estaba sentado alado de mis cosas, era Sirius, quien me aplaudía con expresión picara.

-Muy buen juego -dijo entregándome el agua.

-¿Qué haces aquí? -dije sentándome a su lado.

-No he tenido la mejor semana, necesitaba despejarme.

-No me había dado cuanta -dije burlándome de él, el empujo mi brazo sonriendo, empecé a preguntar cosas imposibles esperando a que me contara- ¿Que paso? ¿Mala calificación? ¿Tu familia te escribió? ¿Te metiste en problemas? ¿Una pelea? ¿Problemas con alguna chica? ....

Al escucharme hablar él se restregó la cara.

-Las dos -dijo sin verme.

-¿Cuál de todas? Sabes que no soy adivino, ¿fue la de tu familia...la calificación?

-Mi familia y lo de la chica -dijo riendo sin ganas- no te imaginas lo que he pasado estos dias.

-No me digas, ¿al magnifico Black lo rechazaron? -dije riendo y el me volvió a golpear solo que esta vez en la nuca- tengo que conocer a esta joya de mujer.

El Final Y El Comienzo - una historia de Lily y James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora