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Venti recuesta su espalda en la gran cama de la habitación.

Todavía se sentía un poco frustrado después de su pelea con su ahora rommie.

No se imagino que sus palabras le iban a molestar de esa manera y peor aun, iba a reaccionar así. Pero lo peor de todo no era eso, lo peor era su incertidumbre en el contador de días de vida de Xiao. No entendía el porque podía mirar ese contador, después de que Xiao se presentara.

—Fua—dice quejándose mientras recuesta su cabecita en las almohadas.

Hace un montón que no sentía esa comodidad.

—Esto es como las nubes de allá arriba—murmura mientras ríe y recuesta su cuerpo en las frazadas.

Venti no mentía al decir que extrañaba el cielo con todas sus fuerzas. Y sobretodo extrañaba demasiado sus alitas.

—Xiao—grita desde la cama tratando de llamar al mayor.

Por otra parte el ojimiel se encontraba tomando una ducha para poder relajar sus músculos de la pesada noche que estaba pasando.

Tenia tantas cosas en su cabeza que apenas podía pensar con claridad.

—Carajo—musita escuchando como el muchacho de antes lo estaba llamando.

Xiao no entendía absolutamente nada de ese niño que literalmente lo encontró en la calle como si fuera un pequeño cachorro. Pero lo que mas le daba ahora era un dolor de cabeza insoportable.

Suelta un suspiro largo antes de salir de la ducha con un pantalón de calentador y una camiseta holgada.

—Que quieres—reta el ojimiel mirando como el mas bajo se encontraba recostado en la cama como si fuera suya.

—Tengo mas hambre—dice el contrario haciendo un puchero.

Xiao chasquea su lengua antes de mirarlo mal.

—Te comiste una hamburguesa de doble carne antes de venir aquí, no jodas—articula el mas alto antes de caminar hasta la sala y sentarse en el sillón para poder ver un poco de televisión.

Necesitaba relajarse aunque sea un poco.

Pero por lo visto su relajación no iba a durar demasiado.

Venti todavía con mucha hambre a pesar de haberse comido una gran hamburguesa, se paro de su cómoda cama y empezó a caminar por los pasillos del departamento del humano.

Le parecía algo muy curioso.

Dando pequeños saltitos abrió de una en una las puertas para poder llenar su estomago con algo igual de delicioso como lo fueron las hamburguesas. Sin embargo, sin mucho éxito en su búsqueda y con un puchero de berrinche llego a la puerta del fondo del departamento.

Era su ultima esperanza de encontrar algo delicioso que calmara su hambre.

Extendió su mano para poder agarrar la cerradura de la puerta y abrirla. Pero mas rápido de lo esperado Xiao lo detiene agarrando sus hombros y empujándolo hacia la pared.

—No te han dicho que la curiosidad mato al gato, niñito—espeta el mayor a centímetros de su rostro con claro enojo.

Venti al observar el par de ojos miel de mayor, mirándolo fijamente.

Sabe que hizo algo mal.

—Porque murió un gatitio—replica el mas bajo haciendo un puchero.

Xiao frunce el ceño confundido.

—Acaso tienes un gatito muerto acá—grita con desespero el mas bajo tratando de agarrar la cerradura de la puerta de nuevo.

El ojiverde suelta un resoplido largo antes de agarrar de la cintura al mas bajo y cargarlo por su hombro.

—NO DEJAME DEBO DE SALVAR AL GATO—alza la voz el ojiverde por todo el lugar mientras patalea en los brazos del mayor.

Xiao vuelve a resoplar y arroja al mas bajo a la cama mientras agarra su rostro con sus manos.

—Venti—dice tratando de llamar su atención.

El contrario desviá su mirada con indignación.

—No hablo con asesino de animales.

Xiao chasquea su lengua antes de agarrar las mejillas del menor con sus dedos, obligándolo a mirarlo a los ojos.

—Suéltame—se queja de nuevo el ojiverde removiéndose.

El de mechas verdes ya cansado abraza al menor intentando de calmar su inquietud.

Era lo único que se le ocurrió.

Venti poco a poco deja de removerse mientras se deleita del abrazo del mas alto y del aroma a su shampoo.

—No mate a ningún gato, niño—explica el mayor mientras se separa del contrario. —Solo es un dicho.

Venti abre su boca sorprendido.

—Ahhh con razón—exclama mientras sonríe de par en par. —Sabia que alguien tan amable como tu, no podría ser asesino de gatitos.

Xiao sin poder evitarlo suelta una pequeña sonrisa antes de acariciar la cabeza del menor.

—Lo que te trato de decir es que—se detiene por unos segundos pensando bien que decir. —No entres ahí.

El ojiverde ladea su cabeza sin entender que sucedía.

—Por—interroga acomodando su cabecita en sus piernas.

—Porque si—responde sin rodeos el ojimiel.

—Por—vuelve a repetir el mas bajo.

Xiao resopla a la vez que se para de su lugar y caminar al cajón donde guarda sus toallas.

—Porque eres un niño sucio que no se ha duchado todavía—replica arrojando una de las toallas al rostro de Venti.

El contrario suelta una carcajada arrojandole una almohada al mayor.

—Y si me baño me vas a decir—pregunta de nuevo el de mechas azules mientras agarra la toalla del piso.

—Ni en tus sueños—responde Xiao desviando la mirada y regresando de nuevo hasta el sillón de la sala. —Y es mejor que no entres ahí o tus trencitas van a marchar—dice gritando desde la sala.

Venti abre su boca sorprendido antes de sacar su lengua haciendo una mueca infantil.

—Te estoy viendo mocoso—replica el mayor mientras mantiene su vista en el televisor.

—Mentiroso—responde el mas bajo caminando hasta la ducha.

Xiao responde con una pequeña carcajada a la vez que sube el volumen de la televisión.

Pero aun así con el volumen alto de lo que sea que este viendo el ojimiel. Venti solo se podía preguntar una sola cosa.

¿Que escondía Xiao?

Angel ||  Xiaoven Fanfic || Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora