Angel || Xiaoven Fanfic || Terminada.

12

La respiración entrecortada de Xiao se junta con la de Venti al unisono llenando por completo la habitación.

—Carajo, en que te metiste—reclama Xiao con cierta molestia.

Venti sabia muy bien que su plan le había salido mal, y tenia miedo.

Miedo que Xiao este enojado con el.

Una vez perdieron a los policías, fueron un poco mas calmados a un callejón y se ocultaron ahí un buen tiempo. Para después ir un poco mas calmados a casa.

Durante el trayecto, Xiao no dijo ninguna palabra. Solo mantenía su ceño fruncido y su expresión dura.

Era la primera vez que lo veía así de enojado.

Con pasos cortos fue hasta la habitación dejando en la mesa principal todo el dinero que había ganado. Por ahora solo quería dormir.

—A donde vas.

La voz áspera de Xiao lo detiene por un segundo en su lugar, mirándolo fijamente.

Con duda y miedo se da la vuelta captando la mirada pesada del mayor, que lo mira de arriba para abajo como si fuera un pequeño ciervo a punto de ser cazado.

El menor batallaba internamente, en como sacar las palabras correctas de su boca.

—Yo...

Venti empezó a hablar con cierta timidez, no se había dado cuenta de su error hasta que los policías aparecieron afrente suyo. Pero lo que si se había dado cuenta, eran las intenciones que tenia con Xiao.

Lo amaba.

Como amigo.

Pero lo amaba.

Era un amor distinto, pero a la final era amor.

—No digas nada—las palabras gélidas de Xiao callan al instante al ojiverde. —No quiero escucharte, es mejor dejarlo ahí—reta de mala gana caminando hasta la cama de su habitación y recostándose en la cama.

Xiao también había tenido un día bastante pesado como cualquier otro en su trabajo, y encontrar a su pequeño compañero de cuarto metido en un lio, lo hizo sentir peor.

El mayor jamas fue bueno cuidándose a si mismo, y peor aun con una nueva persona en su vida.

Pero lo que mas le molestaba, era toda la preocupación que le ponía a Venti.

—Pero, yo lo siento—reclamo el mas bajo acercándose a la cama.

Xiao sin decir nada alzo un poco su rostro mirando las delicadas facciones de Venti mirándolo con sus ojitos brillosos y su manitos jugando por encima de su ropa.

—Entiendo, pero callate y duerme, quieres—cuestiono estirándose y sacándose su ropa para acostarse a dormir.

No quería escuchar, mas. No quería saber la tonta excusa que había puesto esta vez Venti para sus acciones. Solo quería dormir un poco y tratar de olvidar lo pesado que había sido ese día.

Sin embargo y con las intenciones vistas del menor. Eso no iba a ser posible.

A paso aligerado y sin hacer mucho ruido. Venti se coloco su típica pijama y se recostó alado de Xiao como lo hacia cada noche.

Quería hablar con Xiao.

Quería decirle todas las cosas que pasaban por su cabecita, y disculparse. Pero a la vez agradecerle por rescatarlo de ahí.

Y solo tenia una forma de poder hacerlo.

—Por que juntaste nuestros labios.

La pregunta sin rodeos del menor, encoge por completo en su lugar al contrario.

De todos los temas que no quería tocar, ese era el principal.

La verdad era que ni Xiao sabia porque había hecho eso, solo surgió inesperadamente como una forma de distracción para los oficiales y las demás personas de ahí.

—Dije que te calles—pronuncia de nuevo el mas alto dándole la espalda.

Venti bufa con insistencia.

—No me pienso callar, hasta que me digas porque lo hiciste.

De cierta manera, Venti tenia razón. Su duda crecía con fuerza. Debido a todas las películas románticas que había visto, solo se podía plantear una cosa en la cabeza.

Esa acción solo la hacían las parejas.

Pero ambos no lo eran.

—Porque lo hiciste—pregunta de nuevo tratando de colmar la paciencia de Xiao.

El mayor bufa nuevamente.

A este punto seria capaz de besar de nuevo a Venti con tal de que se calle.

—Porque si, ahora silencio.

Venti todavía sin sentirse conforme, se paro de su lado de la cama y se acomodo lo mas cerca posible de Xiao arrodillarse en el piso. Para finalmente estar cara a cara con el mayor.

Quería confortarlo, que quiera ayudarlo.

Quería salvarlo.

—Porque me besaste—pregunta nuevamente, acordándose del nombre de aquella acción.

Xiao abre de a poco sus ojos, suspirando larga y pesadamente.

Venti no tenia remedio.

Por mas que lo evite, lo ignore y trata de alejarlo. El iba a estar ahí.

Con una sonrisa disimulada, se recuesta sobre sus codos para poder mirar mejor el rostro del menor. Deteniéndose por unos ligeros minutos en su par de ojos verdes con un pequeño reflejo azul en su cornea y solo pudo pensar en lo hermoso que era.

Y sin pensar mucho mas se abalanzo al cuerpo de Venti cayendo entre sus brazos con un cálido y fuerte abrazo.

Xiao no lo quería admitir en voz alta, pero durante esos cortos minutos que vio a Venti en manos de ese policía.

Sintió mucho miedo.

Sintió de nuevo el miedo de perder a alguien.

Con fuerza y abrazándolo por su delgada cintura, Xiao recuesta su cabeza en el hombro del ojiverde deleitándose con su aroma.

—Jamas vuelvas a hacer eso, mocoso—reta con una pequeña sonrisa en su rostro y con ligeras lagrimas saliendo de sus ojos.

No quería perder Venti.

Y se sentía tan tonto por pensar en eso.

—No, no, no, no—la mirada de preocupación del menor recorrió por todo el rostro de Xiao sin saber que hacer. —No quise hacerte llorar—dice con sus ojitos ligeramente cristalizados.

Xiao soltó por lo bajo una ligera carcajada. Venti es el típico, si lloras, yo lloro.

—No te vayas por favor—murmura por lo bajo acariciando su cintura con sus manos y besando su mejilla.

Venti entrecierra sus ojos soltando las primeras lagrimas.

—Jamas lo haré.

Y dicho esto con una sonrisa en el rostro de ambos, Xiao carga el cuerpo del menor, como si fuera un pequeño niño y lo lleva a la cama para poder descansar de ese largo y pesado día que ambos habían tenido.

Pero antes de que pudiera amenos pegar un ojo para dormir junto al menor, su celular brilla mostrandole una notificación que le molesta al instante.

"Desconocido:" Follemos, tengo el dinero. Quiero verte o mato a la puta"