06

426 48 18
                                    

Para sorpresa de SeokJin, Katherine le siguió el beso muy ferozmente, como jamás se lo hubiera esperado en una chica como ella. Tomó al mayor por la nuca para acercarlo más a ella, mientras Kim aprovechaba para sujetar su cintura con fuerza, no sería la primera vez que tiene relaciones con una mujer occidental, pero por algún motivo hacerlo con Kate lo sentía más excitante, morboso y sensual, quizá por el hecho de que le estaba metiendo la lengua a su mejor amiga de hace siete años. Con ella estaba sintiendo una corriente eléctrica que no había sentido ni siquiera en su primera vez con Young Sun, con Kate era...era distinto, simplemente eso.

La chica tomó la iniciativa en sentarse sobre el regazo de su mejor amigo, de por sí Katherine no era de las chicas que se atrevían a hacer muchas cosas en los momentos de intimidad, en realidad era más de las que tenían los ojos cerrados en todo momento, la que no hablaba por vergüenza y jamás podría mirar a su pareja a los ojos mientras le hace sexo oral. Pero en ese momento, tal vez por el alcohol, o tal vez para buscar impresionarlo, se dejó llevar y actuó como en su mente siempre quiso hacerlo pero nunca se atrevió por el miedo a lo que diría su acompañante. La pelirroja de por sí es la chica que al momento de estar sola en su cuarto dándose placer a ella misma piensa que sería atrevida y sensual en la cama, pero en las ocasiones que tuvo sexo terminó siendo tímida y silenciosa, como si estuviera mal que haga o diga algo cuando en realidad, sin que lo supiera, aquellas acciones enloquecían a los hombres, o por lo menos en su mayoría, tampoco había que meter a todos en la misma bolsa.

Sonrió con satisfacción al escuchar el jadeo de Kim, ella se había dado el lujo de acomodarse sobre la erección del mayor para comenzar con su propia lubricación, y como excusa utilizó de que estaba más cerca de su cuello, donde comenzó a besar, lamer y morder con todas las ganas que le venía guardando al pelinegro por estos años. Le quería demostrar que Young Sun no era nada al lado de ella, pero aunque él estuviera gimiendo su nombre y ella controlara sus movimientos, no podía controlar la mente de SeokJin, la cual extrañaba a su ex novia.

⎯ Sin marcas.⎯ ordenó presionando un poco su cintura, haciéndole saber que hablaba en serio, pero a ella no le interesó y contestó con atrevimiento.

⎯ ¿Por qué?⎯ preguntó con un tono tan sensual que los vellos de Kim se erizaron al sentirlo en su oído.⎯ Ya no hay novia que te castigue.

⎯ Simplemente no hagas marcas, Katherine.⎯ volvió a ordenar, pero esta vez golpeando el glúteo de ella tan fuertemente que la hizo moverse en su lugar.

Kate no era de las chicas que le gustaran la agresión durando el sexo. Los golpes, látigos, castigos extremos y esas cosas las consideraba de "enfermos", pero para SeokJin era lo más placentero del mundo ver llorar a su pareja, ya sea por el dolor que le provocaba o por la sobre estimulación. Masajeó el trasero de ella cuando notó que dejó de menearse sobre su erección, y aunque ella lo notó como una disculpa indirecta, estaba lejos de aquello. Claro que ella se había impresionado al sentir el golpe, nunca le había pasado y tampoco fue algo que la haya calentado más, en lugar de eso le provocó escalofríos tenebrosos por pensar en que a SeokJin le gustaban las cosas que tenían que ver con golpes hasta dejar sangre y marcas. Ella no quería eso, pero lo quería a Kim así que si ese era el estilo de su mejor amigo...no le quedaba de otra que aceptar.

Volvieron a besarse de una manera salvaje mientras él la desvestía, comenzando por la camiseta del pijama para revelar el conjunto de lencería rosa pastel, el cual cubría sus pechos medianos pero al no ser lo suficiente grueso se notaba como sus pezones pedían atención. SeokJin dirigió su mano allí, por encima de la ropa interior, y sonrió cuando un gimoteo salió de los labios de la menor. Le causaba ternura saber que un simple toque la podía hacer mojarse, y moría por enterrar sus largos dedos dentro de su húmedo coño para escuchar con más claridad aquellos sonidos de placer. Llevaba la cabeza hacia atrás intentando impedir que su amigo la vea cuando era obvio que tenía la vista en ella, desde el punto de vista de Kim se le hacía imposible que alguien como Katherine, tan amable y dulce, tenga deseos sexuales, así que era toda una innovación para él escuchar los gemidos de la menor.

Friends| ksj. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora