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Kate había empezado el día con muchísima energía porque era su cumpleaños, finalmente los 28 habían llegado a su vida y sentía que muchas cosas se vendrían para ella a esa edad. Al momento de abrir sus ojos vió la mención en las historias de sus familiares, amigos y ex compañeros de universidad, al igual que mensajes privados tanto por Instagram como por otras redes sociales. Después de agradecerle a todos y resubir sus historias, sus padres ingresaron por la puerta con un gran pastel de color rosa y velas encima, mientras Azkeel de fondo grababa todo el suceso y reía de los cabellos despeinados de su hermana. Todos sus cumpleaños habían sido así, y aunque cuando era pequeña le había dolido notar que en su cumpleaños número 10 su padre no ingresó por la puerta como todos los años, hoy en día era algo que ya tenía superado.

Sabía que su mejor amigo había organizado una fiesta en su casa como todos los años, así que estaba totalmente despreocupada de la decoración y demás porque sabía que SeokJin sabía demasiado sus gustos como para hacer algo que a ella no le guste, al igual que sabía a quienes invitar y a quienes no, lamentablemente Kim no quería la presencia de Park ahí pero Kate se adelantó y lo había invitado, al fin y al cabo, era otro amigo. Agradecía enormemente que su mejor amigo se encargaba de todo todos los años, desde los aperitivos hasta los globos, y también que ese día siempre lo pedía en el trabajo sin importarle qué día caía, todos en la agencia sabían que el 30 de junio SeokJin tenía el día libre porque es el cumpleaños de su mejor amiga.

Y hablando de él, la chica se sintió verdaderamente agradecida de que la haya cuidado el día que probó droga por primera (y última) vez. Había pasado un momento fantástico, sintió que la conexión con SeokJin era el doble de enorme y hasta el sexo lo disfrutó el triple, que lo hicieron en tantas posiciones que perdió la cuenta, pero lo triste era que no recordaba mucho o detalles de lo sucedido, solo las sensaciones y emociones que tenía a flor de piel. Habían prometido que nadie se enteraría de lo que Katherine hizo, que si bien no había sido algo del todo malo porque tampoco lo tomaría como una adicción o algo para hacer nuevamente ya que no le gustó mucho, sabía que si sus padres o hermano se enteran de aquello no lo tomarían muy bien, aún sabiendo que ella ya es bastante grande y puede tomar sus decisiones por cuenta propia. Las drogas eran algo que no se aceptan en la casa.

Pero dejando eso de lado, Kate estaba feliz en su habitación con los regalos que le habían dado sus padres y hermano; su madre le otorgó su álbum favorito de Taylor Swift, Evermore. Su padre unos tacones y top, obviamente rosados, y los cuales estrenaría esa noche. Por último, Azkeel fue por algo más sencillo y le entregó un bolso del color favorito de su hermana que tenía detalles en plateado. La chica estaba súper feliz por todo aquello, y más porque también la pasaría con las personas que quiere mucho, no podía esperar a que sea la hora en la que todos lleguen y también anhelaba ver lo que SeokJin le regalaría, porque aparte de comprar todas las cosas para el cumpleaños de su mejor amiga también le daba un regalo adicional, y ellas esperaba que este año sea una confesión de amor.

Que ilusa.

Las horas pasaron y los invitados estaban llegando mientras la cumpleañera se alistaba en su habitación, se tomaba su debido tiempo porque quería estar realmente bella y más teniendo a SeokJin ahí. Se colocó los zapatos de tacón que su padre le había dado, tenían unos preciosos finos lazos que llegaban hasta sus pantorrillas y tenían pequeñas mariposas en ellos, el corset rosado tenía peluche en la zona de sus pechos y se sostenía por dos tirantes que mostraban sus pálidos hombros, por último lo complementó con una falda de casi el mismo tono de rosado que apenas cubría su trasero pero a ella le gustaba. El cabello lo tenía liso como siempre, pero se había colocado una diadema brillosa para resaltar entre los invitados, aunque de por sí ella ya llamaba la atención.