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Kate se encontraba sentada en el living de su casa, con un lápiz en mano mientras hacía bocetos de futuros trabajos en su cuaderno de diseños, pero la realidad era que estaba haciendo garabatos en una esquina por estar hundida en sus pensamientos. No sabía cómo se sentía en ese instante; no estaba feliz pero tampoco triste, no estaba emocionada pero tampoco enojada. No podía describirse, y le molestaba demasiado estar en esa situación, la cual pocas veces le pasó en su vida porque siempre prefería ignorar lo malo para concentrarse en lo bueno, y es que tampoco tuvo demasiados acontecimientos negativos en su vida, algo a su favor.

Pero ahora solo podía pensar en la respuesta que le dió a SeokJin el día anterior, o mejor dicho, pensaba en él en general, sintiéndose culpable por haberle hablado de esa manera, cuando era algo por lo que no tendría que sentir culpa en lo absoluto. Pensó que hizo un escándalo que no tenía sentido, ella sola se había creado ilusiones en tener algo formal con SeokJin cuando él en ningún momento lo insinuó, pero a su vez lo odiaba por crearle ilusiones besándola, llamando su atención, invitándola a cenar o tener sexo en su departamento. Quizá si aquel suceso no hubiera ocurrido, ahora no estarían sin hablarse ya 24 horas, cosa que era muy extraño en ambos porque por lo menos alguna publicación se mandaban por mensaje directo de Instagram o cosas así.

Katherine estaba en un momento en el que no se sentía escuchada, le gritaba en la cara a Kim que estaba loca por él y él simplemente volteaba para ver a su ex tóxica. ¿Tenía que ser más como Young Sun? El lado racional de la pelirroja le decía que lo mejor era dejar ir a SeokJin, porque al final solo ella parecía querer intentar algo que pase la amistad, y la única que terminaría mal sería ella misma, mientras él mayor la tomaría como una más en su lista de conquistas. Pero el otro lado, el que más estaba pesando en la balanza de su mente, se aferraba a las pequeñas muestras de amor por parte de Kim, asegurándole que si no la quisiera no haría esas pequeñas cosas.

Y ahí es cuando su lado racional le decía, ¿Por qué no te das cuenta y te alejas de él? Pero Kate prefería ignorarlo. Se sentía estúpida, porque ella misma sabía que esas acciones "cariñosas" por parte de SeokJin hacia ella eran simplemente en fin de amistad, porque las había hecho desde siempre, y tampoco eran la gran cosa; pagarle un café, decirle que se ve bien con la ropa que lleva puesta, saber sus gustos musicales o escucharla hablar de su día son las cosas mínimas que se piden en una pareja, así que si vamos a hablar de cosas por las cuales Kim sería un buen novio tendríamos que quitar las cosas básicas que hace, algo que cualquiera podría hacer.

El sonido de unos nudillos golpeando la madera le llamaron la atención, miró en dirección del ruido y estaba su madre apoyada en el marco de la puerta con una pequeña sonrisa. Ese domingo hacía frío, todos en la casa estaban con pijamas abrigados y hasta Azkeel, que odia el café, se tomó dos tazas para calentar su cuerpo. Katherine le mostró una sonrisa a su madre y ella caminó hasta donde estaba su hija, había pasado un rato viéndola en la misma posición, pareciera que ni siquiera movía las pestañas, y se preguntaba en qué mundo de fantasía estaba su pequeña. Se sentó a su lado en el sofá y miró el cuaderno.

⎯ ¿Bocetos?⎯ preguntó con la vista en las hojas.

Siempre admiró a su hija, desde pequeña que le había gustado la moda y se la pasaba viendo películas relacionadas a lo mismo, como "Barbie moda mágica en Paris", "Monster High Scaris", y entre otras. Le parecía impresionante la magia que podía hacer con sus manos, unas telas y agujas, siendo que ella siempre fue pésima para la costura y todo lo relacionado a ello. Al momento de que Kate se recibió como diseñadora profesional no pudo evitar llorar de la emoción, varias veces la había visto en la madrugada terminando de confeccionar atuendos que eran un verdadero sueño.

⎯ Así es.⎯ respondió.⎯ Ya tengo los nuestros para la fiesta de papá.⎯ comentó mientras pasaba las hojas hasta llegar a donde se mostraban dibujos de dos vestidos elegantes, lindos, y muy diferentes entre sí. También estaban los trajes de Azkeel y Jonathan, los cuales obviamente no serían los típicos negros básicos, sino que resaltarían con ciertos accesorios para no estar iguales a los demás.⎯ ¿En qué color lo quieres? Para comprar la tela y mañana empezar a hacerlos, falta mes y medio para la celebración.

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