Amor transgresor.

Libre comercio

La gente del castillo comenzó a ir y venir al Reino del Resplandor donde comerciaban con objetos que pudieran ser atractivos para los otros como carretas de madera, vestimentas coloridas, flores y plantas pero sobre todo, la comida. Con ésta última, todos los habitantes habían quedado encantados por la tremenda diversidad de alimentos e ingredientes frescos salidos de aquellas cosas a las que llamaban semillas aunque habían también quedado impactados por el hecho de comer animales así que preferían evitar los alimentos que los incluyeran por el momento. Al no manejar dinero, los habitantes del reino pagaban a los comerciantes con algunas ropas, objetos o joyería de diamantes que luego se encargarían de vender. 

Poco a poco este comercio fue creciendo y la gente común que habitaba el reino del Resplandor fue autorizada por la reina para ir a las inmediaciones del castillo a ver los jardines, el lago, pasear en sus mercadillos. Así, ya se podían escuchar risas infantiles por el lugar, madres y padres conversando animadamente con sus vecinos humanos, gente remando en el lago o disfrutando la tarde soleada en un picnic en el césped. 

Así pasó un año hasta que Jimin dijo a Jungkook que creía era un buen tiempo para también abrir las puertas del castillo a las personas del reino que desearan pasar y así hicieron. Solo que antes, dejaron en claras las reglas en un edicto donde tenían que registrar su partida y su regreso, tener un propósito específico, no destruir o dañar nada y por supuesto, continuarían con la regla de nunca quedarse a vivir en el otro reino o procrear entre ellos salvo en casos de verdadero amor. 

-¿Verdadero amor?... ¿Así le llaman a lo que esos dos tienen? Uuuuushhh, que repulsivo si Jimin llegase a tener un hijo con Jungkook- pensó en voz alta Lalisa sin embargo siendo escuchada por su amiga Rosé y su doncella que venían llegando. 

-Olvida lo que has escuchado y jurarás silencio- sentención Rosé a su doncella y la despachó -¿Pero que has dicho Lalisa? ¿Explica cómo es eso?- 

Lalisa la invitó a sentarse frente a ella en su mesita de té y sirvió uno para ella -Según me cuenta mi padre, los habitantes del Reino del Resplandor Eterno, pueden tener hijos sin importar si son hombres o mujeres y en el edicto dejan en claro que la relación entre dos personas de ambos reinos es prohibida salvo en casos de amor. Yo creo refiriéndose a lo que ellos dos tienen y por tanto, tal vez su plan sea ese, puesto que Jungkook necesita un heredero al trono- 

La fiel amiga estaba incrédula ante las palabras escuchadas -No lo puedo creer. Pero sería inaudito y toma en cuenta que él sigue siendo el rey y no ha dicho sus verdaderos sentimientos hacia Jimin. Nosotras lo sabemos, pero la demás gente parece que ni siquiera lo sospecha y no creo que vayan a ponerse en la mira con algo semejante- 

-Tienes razón. Pero es que cada que pienso en la humillación por la que tuve que pasar y que ahora estoy deshonrada encerrada en casa, mientras ellos viven juntos en el castillo, hace que me hierva la sangre y vengan a mi mente deseos de venganza- tomó un poco de té -Algún día Rosé. Ya vendrá mi momento. Por lo pronto, acompáñame al otro reino, vamos a conocerlo, pero necesito que te fijes en cada detalle porque al regresar haremos un mapa- 

Las dos chicas salieron y cruzaron al reino alegando que iban a comprar algunas ropas a cambio de bolsas de té, espejos de oro y listones de seda por lo que les permitieron la entrada libremente. Esta actividad la estuvieron realizando durante algunos meses, cada vez adentrándose más en el reino y detallando aquellos mapas que Rosé no sabía para qué servirían, pero Lalisa parecía tener muy en claro su función. 

Al cabo de un tiempo más, todo era prosperidad y hermandad entre ambos reinos. Jimin y Jungkook no podían estar más felices y miraban desde el balcón real el ir y venir de la gente, todos alegres, todos tratando a los otros con cordialidad. La misma reina y el señor Chen veían cómo todo estaba en orden y habían ya aceptado que su concepto de las personas del Reino Azul había sido erróneo y prejuicioso. 

-Mira que maravilloso es todo esto amor mío y lo hemos logrado juntos- dijo el joven rey mirando fijamente al otro -Más que mi asesor, tú eres mi rey Jimin, el rey de mi corazón. Mi esposo-

El castaño enrojeció y también lo miró con fervor. De no ser porque estaban a la vista de muchos, lo hubiera besado -Yo también siento lo mismo por ti. Desearía que en verdad fuéramos esposos para poder salir a este balcón y besarnos sin importar nada- 

Jungkook hizo un movimiento indicándole que pasaran a la sala donde un guardia estaba apostado -Gracias, puede retirarse- le dijo a lo que el uniformado reverenció y los dejó solos para que al fin pudieran unir sus labios en un beso profundo.

El señor Manoban en esos momentos entraba a las mazmorras donde tenían a dos prisioneros quienes habían intentado robar una estatua de uno de los jardines del palacio del Resplandor Eterno. -Así que trataron de robar. Esos diamantes no les pertenecen, aunque entiendo que son muy tentadores y quizá esa estatua hubiera valido miles de monedas de oro- los dos hombres lo miraron con desprecio -Verán, estoy aquí para hacerles una propuesta en la que ustedes puedan hacerse de muchos diamantes. Pero me gustaría saber si tienen más amigos o saben de otras personas que estén interesados en ayudarles- 

-¿Qué es lo que desea? ¿Acaso nos está tratando de engañar?- mencionó uno con enfado en su voz. 

-Para nada, en verdad deseo que tengan una mejor vida vendiendo todo eso que se lleven del reino. Como sé que seguramente han visto muchos objetos interesantes pero muy grandes, creo que necesitarán más gente, carretas, algunas herramientas y armas -Yo se las podría proporcionar a cambio de algo- 

-¡Hable ya maldito ¿Qué quiere de nosotros?- dijo el otro ladrón ya desesperado de tanta palabrería del noble que estaba frente a ellos. 

-Lo que necesito es que ustedes junten a muchas personas, cientos, que deseen llevarse muchos diamantes de ese reino, necesito que creen caos en el lugar. Podrían hacer lo que quisieran, llevarse cualquier cosa con la que puedan cargar y ese sería su pago por su apoyo- los dos hombres parecieron pensar en la propuesta y terminaron aceptado. 

-Pero existe el problema de que estamos encerrados aquí- obvió uno de ellos. 

El señor Manoban sonrió y sacó de sus bolsillos la llave de la celda -Los dejaré en libertad. Solo esperen a que anochezca para salir, no dejen que alguien los vea y por supuesto si los atrapan, jamás me nombren si no quieren morir- advirtió. -Los veo en un mes al anochecer en la plazuela cercana al taller de herrería- y con estas palabras, los dejó. 

Una vez llegando a su casa, Lalisa recibió a su padre -¿Logró hacerlo? ¿Qué le dijeron?- 

-Estuvieron de acuerdo, ahora solo esperemos que congreguen a muchas personas que causen muchos problemas en lo que tú pones en práctica la otra parte de tu plan- dijo regalándole una sonrisa a su hija -Cada vez está más cerca tu momento pero ¿Qué es lo que planeas hacer?- 

-Eso quedamos que no se lo iba a decir y usted aceptó- le recordó la joven -Esté tranquilo padre, lo hago para protegerlo, ya mucho ha ayudado Pero esta venganza es mía- 

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Y sigo siendo orgullo por el Billboard #1 de Jimin. Que bonito fue. Y ya quiero saber qué es Mang en realidad.