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Es la luz que se aparece entre las cortinas la que hace que Hueningkai se despierte.

Se queja un poco, cerrando los ojos, deseando volver a dormir, pero aún puede sentir el sol contra sus orbes, pintando sus párpados de naranja.

Entonces se da cuenta de que su cabeza duele demasiado y de que su boca sabe a muerte, así que suspira y abre los ojos. Todo está borroso, pero se puede reconocer un nido rojo en frente suyo.

Cierra sus párpados y vuelve a abrirlos. Oh, cierto, es el cabello de Soobin. Es un desastre, completamente revuelto y saliendo en ángulos extraños.

Hueningkai sonríe al ver el puchero que tienen los labios de Soobin cuando está dormido, entonces también se da cuenta de que se encuentra definitivamente más cerca de él que antes, que sus rodillas se rozan y que la mano del mayor se encuentra muy cerca de la suya, casi como si la hubiese tomado durante la noche.

Entonces también nota el peso en su cadera y, volteando un poco la cabeza, puede ver que YeonJun tiene un brazo sobre esta, su respiración suave cosquilleando en su cuello. El chico rubio con raíces negras, luce relajado, sin ninguna de esas sonrisas falsas en sus labios, con sus cabellos cayendo sobre sus ojos.

Hueningkai respira profundamente y lentamente comienza a apartarse de ambos, en silencio.

YeonJun se remueve un poco pero no se despierta.

Hueningkai sale de la habitación y esta vez tiene tiempo de observar el departamento.

Luce bien con esa vibra retro que a HyunJin parece gustarle tanto, con sus paredes pintadas de durazno pálido. Se encuentra en la sala de estar, hay un mueble rojo con demasiadas almohadas, un televisor y una mesita, también demasiada basura en todas partes que hace que se sienta muy HyunJin. Se encuentra con un cactus en la mesita junto al sofá, y Kai sonríe.

La cocina está junto a la sala de estar, y grita ¡Estética de los 60!, pero es muy linda. A excepción de las cortinas amarillas, esas lucen asquerosas.

Hueningkai encuentra la cafetera así que busca café instantáneo, abre un compartimiento y lo consigue allí, una caja nueva que aún no ha sido abierta. La toma, pone la cantidad apropiada, vierte agua y la enciende, ésta inmediatamente comienza a zumbar.

Hueningkai abre otro estante, buscando algo de comer y, como prometió HyunJin, hay poptart. Pero su amigo también es más bajo que él y el imbécil puso el estante demasiado alto, ¿Cómo se le ocurrió? Hueningkai se para sobre las puntas de sus pies, levantando sus manos como puede, gruñendo irritado.

Salta cuando otro brazo aparece al lado del suyo y se voltea, YeonJun se encuentra detrás de él con una sonrisa.

—Jódete, ¿Cómo haces eso? —Pregunta.

—Soy silencioso. —Responde YeonJun, la caja de poptart ahora está en sus manos. —¿Hiciste café?

—Si, me siento de la mierda. Odio las resacas. —Hueningkai toma la bolsa de poptart y la abre, saca dos y las pone en la tostadora. —Necesito todo el azúcar y cafeína del mundo.

—Te entiendo. —YeonJun se inclina en el mostrador. —¿Acaso este departamento sólo tiene comida chatarra?

Hueningkai hace un sonido, encuentra tazas en uno de los estantes inferiores y toma tres.

—Tal vez queramos hacer compras.

—Podemos ir cuando la bella durmiente se despierte.

Hueningkai ríe mientras llena dos tazas con café, le pasa una a YeonJun y entonces se sienta en el mostrador, cruzando las piernas y tomando un sorbo de su café.

—No recuerdo nada con respecto a anoche. Sólo recuerdo que fumamos hierba en baño jodidamente sucio.

YeonJun asiente, bebiendo su café. La tostadora timbra una vez que está lista, Kai toma un poptart y se lo da a YeonJun, luego también toma uno para sí mismo. Comen en silencio por un rato, el azúcar y un sabor que sólo pueden venir de químicos en sus bocas.

—También recuerdo haberlos besado.

—Lo recuerdo.

—Se sintió bien.

—Era necesario, como dijiste. —YeonJun mira su café. —Te gusta, ¿No es así?

Hueningkai observa a YeonJun.

—¿Soobin?

—¿Quién más?

—Me gustan ambos.

Habla en serio. Está vez sí que lo hace.

YeonJun sonríe y esta vez no parece tan forzado.

—Que gracioso.

—¿Qué cosa?

—Que ambos te gustemos. —El rubio muerde su poptart. —Porque también me gustan ambos.

Hueningkai sonríe, mirando su café de nuevo.

—Pero él te gusta un poco más. —Añade YeonJun.

—¿En serio?

—Eso parece.

—No lo creo. —Dice Hueningkai, honestamente. —Creo que me gustan ambos de formas diferentes. Tal vez me siento más... ¿Apegado a él? De alguna forma. Puede ser que tenga que ver con que él me encontró, porque me ayudó cuando pensé que nadie lo haría. Pero no creo que me guste más de lo que me gustas tú. Sólo diferentemente.

YeonJun lo observa por unos segundos, casi como si quisiera leerlo, sólo para ver si lo que dice es cierto. Hueningkai casi se siente ofendido por la falta de confianza. ¿Por qué mentiría? Le gustan ambos, y ambos son buenos a su manera.

Está YeonJun, con sus sonrisas brillantes que tal vez sean forzadas pero se sienten genuinas, labios lindos en forma de patito, que se mantiene relamiendo cuando está distraído, piel pálida y una risa fuerte y sonora. Entonces está Soobin, callado, tal vez un poco amargado pero bondadoso. Tan bondadoso que no parece real, extremidades pálidas que simplemente se ve bien en él, una cara de belleza delicada y únicas sonrisas que puede que hagan que quieras verlas de nuevo. ¿Por qué no les gustaría?

—Bien. —Dice YeonJun finalmente, asintiendo. —Bien, Hyuka.

Kai sonríe, limpiando las migas en sus muslos.

—Bien.

Después de algunos minutos de silencio, Soobin camina hacia la cocina, con los ojos aún cerrados, dando pasos ciegamente.

—Buenos días. —Dice YeonJun, Soobin refunfuña y sube sus manos.

—Café. —Murmura. —Puedo olerlo.

—Toma. —Kai se inclina y llena la tercera taza de café, la sostiene para el pelirrojo que abre un ojo, la mira y la toma casi con urgencia.

—¿Quieres un poptart también? —Pregunta YeonJun, el recién levantado asiente desde su taza.

Mientras esperan a que la tostadora se apague, Kai habla.

—Tenemos que comprar comida, HyunJin tiene literalmente sólo poptarts y papas. Y oreos.

—¿No hay ramen? —Pregunta YeonJun, Kai niega con la cabeza. —¿Qué clase de monstruo es?

—No preguntes.

La tostadora suena y Soobin toma su poptart, mordiéndolo inmediatamente y masticando lentamente.

—Luego volveremos al club, buscamos el auto y vamos al Seven Eleven o alguna mierda cómo esa. Estaremos bien con comida instantánea, no sé cocinar en lo absoluto.

—Ni yo. —Dice YeonJun, Kai rueda los ojos.

—Yo sí, y quiero comida de verdad. Vamos a un supermercado. Vi uno en el camino al club ayer.

Soobin se encoge de hombros.

—Por mí está bien.

epoch | yeonbinkaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora