50

114 23 4
                                    


—¡¿A dónde vas?!

Soobin se da vuelta. Hueningkai está a unos pocos pasos, con los pies descalzos en el asfalto y la lluvia fría empapándolo también.

—Entra.

—No, no puedes irte. —Kai traga. —No puedes dejarnos.

—Él no me quiere.

—Él sí... —Hueningkai niega la cabeza con rapidez. —Él no lo decía en serio, lo sabes.

—¿En serio? —Soobin olvida por un momento las palabras. —Quiere que me vaya.

—¡Está herido! —Grita Hueningkai, con la voz quebrada. —¡Está herido y está drogado! ¡No lo dice en serio! ¡Te ama!

—¡Quiere que me vaya!

—¡No nos vas a dejar! —Grita Hueningkai. —¡No te lo perdonaré! ¡Voy a perseguirte hasta encontrarte, te lo juro!

Hueningkai camina hacia adelante, sus pies desnudos arrastrándose sobre el asfalto, Soobin retrocede y Kai se paraliza, sintiéndose traicionado.

—Binnie. —el menor sacude su cabeza. —Por favor.

—¡Somos los tres! —Grita Soobin, sus ojos ardiendo. —¡Estamos destinados a ser los tres, pero si él no quiere ¿Cómo puedo quedarme?!

—¡Él te ama! —Grita Hueningkai . —¿Bromeas? ¡Eres su maldito cielo!

Soobin se calla. Siente que su cuerpo está adormecido, sin embargo, todo le duele. Todo. Pareciera que Kai quisiera caminar hacia él de nuevo, pero se detiene.

—Soobin, te lo suplico.

—Me pidió que lo dejara, Kai.

—¡Jódete! —Grita el menor, un sollozo sacudiendo todo su cuerpo. —¡Quédate, por favor! ¡Si no es por él, hazlo por mí!

Soobin hace una mueca,

—No seas injusto.

—¡¿Injusto?! ¡No soy yo el que nos está abandonando! ¡Te amamos, vamos a estar jodidamente perdidos! ¡Tú nos unes!

Soobin se queda callado una vez más. Tal vez porque Hueningkai tenga razón. Tal vez porque si abre la boca, va a romperse. Entonces algo cambia en los ojos de Kai y el chico lo mira como si se tratara de un monstruo.

—Dios mío. —Susurra, el ruido de la lluvia casi callando su voz. —¿Me... Me estás pidiendo que elija entre los dos?

Soobin aprieta su mandíbula.

—¿Quieres que elija a uno? —Hueningkai casi parece asqueado.

—Nunca te pediría que lo hicieras.

—Por supuesto que no, porque ya elegiste por nosotros. —Hueningkai se pasa una mano por la cara, intentando secarla al menos un momento.

—Nos estás dejando, así que ya escogiste.

—¡No fui yo! ¡Él lo hizo!

—¡No, él está lastimado! ¡Está sufriendo, nos necesita!

—¡No puedo quedarme si él no me quiere! —Grita Soobin, temblando. —¿Por qué me querría? ¿Por qué me querrían alguno de los dos? Desde el principio fueron ustedes dos, siempre fueron más cercanos, así que...

—¡Dios, Soobin! —El menor casi se ríe. —¿De nuevo? ¡Ya habíamos pasado por esto, te amamos!

—No puedo...

—Si te vas. —Hueningkai lo petrifica con una mirada llena de ira y dolor. —Si te vas... voy a odiarte. ¿Me oyes? Te despreciaré para siempre, también YeonJun.

Al escuchar eso Soobin vuelve a sus sentidos, porque no puede vivir sabiendo que lo odiarán. No puede. Aun así tampoco puede quedarse, no si YeonJun no lo quiere, no si...

De repente, YeonJun aparece justo detrás de Kai. Corriendo junto a él y a Soobin, tomando el cuello de su camisa y tirando de él, sus ojos inyectados en lágrimas y su cara destrozada. Le besa con fuerza como si tuviese miedo de dejarlo ir.

—Lo siento, lo lamento. L-lo siento mucho, no me dejes, no nos dejes, voy a... —YeonJun se separa, llora y golpea su frente en el hombro de Soobin. —Lo lamento tanto, t-te lo suplico, perdóname, quédate, quédate. Si te vas voy a...

Soobin no se da cuenta de también está llorando hasta que un sollozo sale de sus labios y las temblorosas piernas de YeonJun se rinden, el chico arrodillándose en el suelo y tirándolo con él, el brazo del pelirrojo rodea la espalda del mayor y lo abraza con fuerza.

—Voy a morir si te vas. Moriré.

—Tú... —Soobin trata de inhalar. —¿Quieres que me quede?

—Por favor.

—¿Aún me amas?

—Joder, Soobin, nunca deje de hacerlo. —El mayor lo mira, sus manos moviéndose para mantener su rostro sobre su pecho, tomando la camisa fuertemente. —Tan solo quédate. H-haré lo que sea, para ambos, ¡Lo lamento! Lo juro, no sé por qué lo dije, no lo dije en serio...

—No me iré. —Respira Soobin.

Los ojos de YeonJun se abren de par en par.

—No me iré si aún me amas.

El rubio comienza a llorar con más fuerza, de nuevo escondiendo su cara en su cuello y abrazándolo, una letanía de apologías saliendo de sus labios.
Soobin cierra sus ojos por un segundo, la calidez de su hyung casi haciendo que la lluvia desaparezca, alivio golpeándolo con tanta fuerza que siente que el aire sale de sus pulmones. Luego mira a Kai, aún parado a solas, llorando silenciosamente. Soobin extiende su brazo, su mano levantada para él y el menor corre hacia ellos, arrodillándose junto a YeonJun. Toma la mano de Soobin y sostiene el pecho de YeonJun con su brazo libre.

—Lo lamento tanto. —Dice YeonJun de nuevo, voz ronca. —Joder, lo siento tanto.

—Lo sé. —Dice Soobin. —Lo sé.

—No quiero que te vayas.

Soobin traga.

—Lo sé.

—Por favor no te vayas.

—No lo haré.

—Te amo demasiado, lo siento tanto.

Soobin cierra sus ojos.

—Lo sé.











Solo quedan 5 capítulos más. Muchas gracias a todos los que leen esta historia. 💗

epoch | yeonbinkaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora