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Cuando bajan, Taehyun está sentado en un taburete en frente del mostrador de la cocina, mirando su teléfono y comiendo moras azules de un bol.

—Buenos días. —Les sonríe cuando entran. —Pueden comer lo que quieran.

YeonJun le da las gracias, un poco abrumado por los distintos tipos de comida cerca del mostrador, desde waffles hasta panqueques, cereales, fruta y yogurt.

—¿Tú hiciste todo esto? —Pregunta Soobin, llenando una taza de café y señalando con la
cabeza la comida.

—Sí. —Responde Taehyun. —Me desperté temprano. Aunque, buenos, los waffles estaban congelados, pero aún así, los puse en un lindo plato.

—No tuviste qué. —Murmuró Hueningkai, sentado en el taburete observando el desayuno.

—Oh, no, me gusta cocinar. —Lo consuela el pelinegro dueño de la casa. —También me gusta alimentar a la gente.

—Eso sonó mal. —Dice Soobin, Taehyun lo fulmina con la mirada. —Sólo digo.

—¿No puedes simplemente agradecerme?

—Gracias, mamá.

—Te patearé el culo, te lo juro, Choi Soobin.

—¿En dónde está Beomgyu? Espero que aún esté vivo.

Taehyun se ríe burlonamente.

—Por supuesto. Aún está dormido ese flojo de mierda.

YeonJun se sienta junto a Hueningkai y toma un plato, poniendo panqueques y fruta seca.

—Gracias por dejar que nos quedemos, Tyun.

Taehyun le resta importancia con una mano.

—Es un placer para mí. Los amigos de Soobin son amigos míos.

Soobin alza una ceja mientras se sienta en un taburete.

—Pero son mis novios.

—Sí, bueno, en realidad no puedo decir los novios de Soobin son mis novios y... ¿Por qué siquiera me molesto? Eres tan inteligente.

Soobin sonríe y toma un waffle.

—Gracias por la comida, Taehyunnie.

El pelinegro, claramente satisfecho, toma un sorbo de su té. Hueningkai toma una fresa, mirando su plato vacío. YeonJun hace una mueca y pone un waffle en el plato de Kai, llenándolo de sirope de arce.

—Come. —Dice, Hueningkai asiente obedientemente pero mira a Taehyun.

—Lamento lo de ayer. —Dice. —En serio.

—No lo sientas. —Taehyun niega con la cabeza. —Si es por la discusión entre Beomgyu y yo, no te preocupes. Estamos bien, sólo que a veces necesita sacar la cabeza del trasero.

—No es eso... también debí decirte que yo... —Hueningkai traga. —Debí decírtelo.

Taehyun hace un sonido.

—Pareces un buen chico. Definitivamente eres amable. Soobin no estaría contigo de lo contrario. Pero, Kai, estoy seguro de que tuviste tus razones para hacer lo que hiciste.

—Fue un accidente. —Dice YeonJun, Soobin ve como éste aprieta el muslo de Hueningkai confortablemente. —No fue su intención.

Taehyun asiente.

—Lo que intento decir es que aunque no lo fuera, estoy seguro de que lo hiciste por algo. He tenido gente mucho peor bajo mi techo que un chico que hizo lo que tenía que hacer.

Hueningkai aprieta los labios y asiente.

—Bien.

—Bueno.

—Gracias.

—De nada. —Taehyun une sus manos. —Vamos a aligerar el ambiente. ¿Qué planes tienen para hoy? Deberían hacer turismo. ¡Oh! ¡De hecho hay buenas tiendas por aquí, deberían ir de compras!

—¿En serio? —Pregunta Soobin alrededor de un bocado de waffle. —No he estado aquí por un tiempo, no recuerdo.

—Hay tiendas nuevas, las abren todo el tiempo. —Taehyun frunce el ceño. —Estoy casi seguro de que también hay un nuevo Valentino por aquí.

Los ojos de Hueningkai se abren demasiado.

—¿Valentino?

—Sí, en Gangnam-Gu.

Soobin le lanza la mirada a Hueningkai y suspira cuando éste lo ve suplicante.

—Joder, eres tan difícil de mantener.

—¿Eso es un sí? —Pregunta Hueningkai, mordiéndose los labios para reprimir una sonrisa.

Soobin pone los ojos en blanco.

—Obviamente es un sí.

—Mejor terminemos de comer. Ahora. —Kai comienza a llenar su boca apresuradamente. Taehyun se ríe y lo mira con cariño.

epoch | yeonbinkaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora