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En el momento en el que entran a la tienda, Hueningkai dice que conseguirá trajes a juego para todos. YeonJun y Soobin lo siguen sin siquiera mirar la ropa.

Kai toma todo lo que llama su atención, su cara oculta en un tapabocas y una gorra, sus brazos llenos de camisas y pantalones.

—¿Crees que vaciará la tienda? —Pregunta YeonJun.

—Tenemos que ahorrar, así que espero que no. —Responde Soobin, revisando el precio de una camiseta de algodón. —Esta mierda es demasiado cara.

—Consintiéndolo de nuevo.

—Te lo juro, sólo escoge algo, también te consentiré a ti.

—¿Y si... soy yo el que quiere consentirte? —Sonríe YeonJun sugestivamente, Soobin rueda los ojos.

—No tienes suficiente dinero para hacerlo. Me gustan las cosas caras también. —Soobin
asiente hacia Kai. —Sólo que no lo demuestro tanto como él.

YeonJun se encoge de hombros.

—Puedo consentirte de otra forma.

Soobin no pudo evitar sonreír.

—Sí, cierto.

—Oh, cállate. —YeonJun golpea su hombro juguetonamente y se acerca a Hueningkai, Soobin le sigue.

Kai toma una camisa y mira a Soobin.

—Eso te quedaría bien.

—No vinimos por mi.

—¿Qué pasa si quiero que lo uses?

—Entonces está bien.

—Escogí esto para ti. —Le dice Hueningkai a YeonJun, sosteniendo una camisa de seda verde esmeralda. —¿Te gusta?

YeonJun asiente y Kai pone la camisa en sus brazos.

Una hora más tarde Soobin y YeonJun aún esperan a Kai afuera de los probadores.

—¿Así es como se sienten los niños de seis cuando su mamá los trae a las tiendas? —Pregunta YeonJun.

—Probablemente.

—Es aburrido.

—Sí.

Una mujer de mediana edad pasa junto a ellos y los ojea con desdén, Soobin arquea una ceja.

—Probablemente tengo más dinero de el que ella verá en su vida.

—¿Estás teniendo una competencia de pollas con una anciana, Bin?

Repentinamente, las cortinas de los vestidores se abren y Kai toma a Soobin y a YeonJun, metiéndolos en el cubículo.

—¿Qué demonios? —Soobin mira al chico.

—Pensaba... —Hueningkai se relame los labios. —Hay una parte de Duro y Preparado en la
que los senos de Hilda se presionan contra los abdominales de Torolf, pero el pene de
Torolf presiona sus muslos.

Yeosang parpadea.

—¿Qué?

—¿Cómo es eso posible? —Sisea Hueningkai. —¿Qué tipo de proporciones corporales tiene Torolf?

Soobin suspira.

—¿Pensabas en el pene de Torolf mientras te probabas camisas Valentino?

—Es que me di cuenta de que el cuerpo de Torolf tiene que ser, mitad torso si su pene tocó la parte inferior del muslo de Hilda, pero sus abdominales cincelados presionaban sus senos.

YeonJun entorna los ojos.

—Cierto, no tiene sentido.

Hueningkai junta sus manos.

—Lo sé.

—¿En serio estamos cuestionando ese libro? —Pregunta Soobin mirándolos apologéticamente.

—Ella escribió que Torolf tenía un aneurisma genital, pero, ¿Ustedes se aferran a las proporciones corporales?

YeonJun se encoge de hombros.

—Tengo un aneurisma genital cada vez que empiezas a hacerte el listo, no lo cuestiono.

—Jódete, recuerda quien va a pagar por esas camisas.

—Espera. —YeonJun levanta una mano. —Tal vez su pene simplemente sea grande.

—Dios mío. —Soobin cierra los ojos. —Dejen de hablar sobre el pene de Torolf.

—Tiene sentido. —Asiente Kai. —Hombría monstruosa.

—Pene de caballo.

—Pene de ballena.

—Me voy. —Soobin sale de los vestidores, ignorando a Hueningkai cuando exclama —¡Palo de carne gigante!

Caminan por Gangnam, con los brazos cargados con toda la ropa que Kai eligió. Con cada paso Soobin puede recordar cada vez más aquel lugar. La última vez que puso un pie allí había sido hace años, y apenas había salido de la casa, por lo que Soobin siente que está visitando el lugar por primera vez.

Kai camina con la mirada gacha entre ellos, apenas un paso atrás. Parece tenso, intenta hacer que crean que está bien. Hueningkai suele hacer eso, es un hábito del cual no parece poder deshacerse.

YeonJun le dice más de una vez que nadie les está prestando atención, mucho menos a él, el menor simplemente asiente y murmura un "Lo sé" pero sigue escondiéndose.

Puede que Kai esté demasiado ocupado ocultándose entre la multitud y preocupado por ser reconocido, pero Soobin no lo está.

Entonces el pelirrojo nota algo de lo que, tal vez, debió haberse dado cuenta antes: YeonJun conoce Seúl. Conoce las calles. Cuando Soobin tenía sed, YeonJun le dijo "Hay un Starbucks después de esa esquina." Y luego los guió hasta allá.

YeonJun les dijo que jamás había estado en Seúl.

Mintió.

Soobin pasó la mayoría de los primeros días de conocerles aprendiendo a confiar en YeonJun. Confiar en él no había sido fácil, pues es astuto. Es astuto, tiene secretos y problemas, y muchas veces sus sonrisas son forzadas. Pero Soobin aprendió a confiar en él.

Ahora, se siente mal. ¿Por qué mentiría en cuanto a eso? Hay una voz dentro de su cabeza que grita: oculta algo grande. Tiene secretos aunque se prometieron que nunca tendrían ninguno. Soobin ignora esa voz.

YeonJun sabe todo sobre ellos, pero ellos no saben nada de YeonJun.

La voz se intensifica, Soobin intenta ignorarla.

epoch | yeonbinkaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora