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El supermercado queda a diez minutos del club de HyunJin. Sólo hay tres autos estacionados afuera, la señal del local está hecha de luces neón pero estas titilan.

Soobin sale del carro, quitando las arrugas de sus jeans, una camisa de Rolling Stones metida en esos tirantes adheridos precariamente en ambos hombros.

—Bueno, este lugar luce prometedor.

—Siempre que haya comida. —Dice YeonJun, cerrando la puerta del auto.

—Busquemos un carrito. —Dice emocionado Kai, caminando hacia la línea de carros fuera de la entrada del supermercado. Toma uno pero una de las ruedas está dañada, así que busca uno mejor. Una vez que lo encuentra sonríe.

—Voy a meterme. —Dice.

—¿Entonces en dónde pondremos la comida? —Pregunta Soobin, casi aburrido.

Hueningkai hace un puchero.

—Puedo hacerme pequeño.

—Claro que puedes.

—YeonJun, ¿Me ayudas?

El mencionado asiente y cuando Kai sube una pierna, posicionándola encima del carro, YeonJun pone sus manos en su cintura, levantándolo y ayudando a que entre. El pelinegro suelta una risita satisfecha, sentándose en el carrito con las piernas cruzadas.

—No toma demasiado hacerte feliz. —Dice Soobin, y Huening puede ver cómo está reprimiendo una sonrisa.

—¿Me empujas? —Pregunta Kai, sonriendo y, por un momento, jura que ve cariño en los ojos de Soobin.

—Tan demandante. —Gruñe, aún así tomando el carro y empujándolo en el mercado, Kai meneando sus hombros felizmente.

Al parecer no hay nadie dentro, sólo algunos empleados aburridos que les lanzan una mirada y vuelven a llenar los estantes de productos. Una canción que Hueningkai apenas reconoce suena suavemente en los parlantes.

—Así que...¿Qué vamos a comprar? —Pregunta YeonJun, caminando con Soobin.

—¿Lo esencial? —Kai aprieta los labios. —Como ramen, y esa mierda, pero también frutas y vegetales.

—¿En serio?

—No sé si tú, Bin, pero yo sí que como eso. —Dice, echándose los cabellos negros hacia atrás. —Y té. No hay ni un poco en el departamento. Y unos snacks decentes también, no puedo vivir a base de poptarts.

Encuentran frutas y vegetales, Hueningkai les muestra lo que quiere y YeonJun los pone en bolsas de plástico, dándoselas al menor quien los ordena en el carrito.

—Si compramos cerdo puedo hacer bossan. —Dice Kai, buscando rábano picante. —¿Les gusta el Japchae?

YeonJun asiente, sonriendo.

—Quién diría que teníamos a un chef con nosotros.

Hueningkai agita sus manos restándole importancia, con sus piernas cerca de su pecho.

—No soy tan bueno, en serio.

—Eres mejor que nosotros, seguramente. —Dice Soobin, empujando el carrito con Kai. —Veo snacks por allí.

YeonJun comienza a tomar todas las variedades que consigue en los estantes, Hueningkai observa lo que eligió.

—No me gusta las de camarón.

—Ya no te conozco. —Refunfuña YeonJun, tomando un paquete más para provocarlo.

—¿Qué te gusta? —Pregunta Soobin.

epoch | yeonbinkaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora