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Soobin casi olvidaba la comida de Taehyun, parecía haber mejorado incluso después de esas clases culinarias. También había olvidado el gusto de Taehyun en cuanto al vino. Mira su copa por unos segundos, el líquido rojo llenándola a medias, y luego la botella.

Soobin se inclina hacia Beomgyu, quien se sienta junto a él comiendo de su Bulgogi.

—Hey.

—¿Mmh?

—Ese vino, ¿Es Pater? ¿En serio?

Beomgyu suspira.

—No preguntes cuánto pagó por eso, casi me desmayo cuando me enteré.

Soobin repentinamente no quiere beber más, así que se enfoca en su comida luego de devolver la copa a la mesa. Mira a Hueningkai hablando animosamente con Taehyun acerca de algunas recetas que quieren intentar hacer, YeonJun escuchándolos atentamente.

—¿Por qué me parece que uno de tus novios está intentando impresionar a mi esposo? —Susurra Beomgyu.

—Porque eso es exactamente lo que está haciendo.

—Ese niño es peligroso.

—Es astuto.

—Es peligroso. Te lo digo.

—¡Soobin! —Taehyun se vuelve hacia él repentinamente, sonriendo. —¿Cómo le va a Sunghoon?

Soobin sonríe.

—Al mocoso le va bien. Aunque aún trabaja en ese horrible restaurante.

Taehyun hace una mueca.

—Es tan inteligente y talentoso, ¿Por qué no va a la universidad?

—Tal vez lo haga si se saca la cabeza del trasero.

Taehyun ríe, la televisión está encendida, a un volumen bajo, un fondo zumbeante que llena el silencio cuando están demasiado ocupados comiendo.

—¿Sabes? Deberían de disfrutar Seúl por estos días. —Dice Tae. —Antes de que se vayan, ¿Por qué no buscan sitios para visitar? Tiene algunos muy lindos.

Soobin asiente y observa como YeonJun se tensa por un momento antes de forzar una sonrisa.

—Sí, nunca había estado aquí.

—¿En serio? —Hueningkai le pregunta con la boca llena de carne, YeonJun asiente.

—Fui una vez a Incheon. —Dice. —Pero nunca a Seúl.

—Viví en Incheon un tiempo. —Dice Beomgyu. —¿Te gusta por allá?

—Sí, es muy bonito, recuerdo un parque en el que—Un sonido estruendoso corta lo que YeonJun iba a decir, Soobin se estremece y mira a Hueningkai.

El chico mira detrás de él, su mano aún alzada en el aire, pedazo de vidrio en el suelo y un poco de vino en sus pies.

—Mierda, ¿Estás bien? —Pregunta Soobin, levantándose. —¿Te cortaste?

Hueningkai no responde, Soobin frunce el ceño y sigue su mirada hasta que se posa en la televisión. Su aliento se atasca en su garganta cuando mira a Hueningkai en la pantalla, imágenes sacadas de una cámara de seguridad esa noche en Daegu apareciendo, las imágenes borrosas pero obvias, rojo en su cuello y sus manos. Luego va a una foto de Namjoon y otras imágenes de su campaña, el título siendo "Sospechoso primario: Kai Kamal
Huening, aún no ha sido encontrado. Las investigaciones continúan."

—Apágala. —Dice YeonJun, su voz tiembla al final. —Por favor.

Taehyun camina hacia el televisor sin decir una palabra, apagando el aparato. Se queda
allí por unos segundos luego de volver a la mesa.

—Yo... —Hueningkai traga. —Siento lo de la copa. Y lo... me iré si...

—No, claro que no. —Taehyun suspira. —No te preocupes por la copa.

Kai mira su plato.

—Lo lamento tanto.

—Deja de disculparte. —Sisea Soobin. —No tienes por qué disculparte.

—Tiene razón. —Taehyun sube su mentón. —Beom.

El nombrado se mueve con sorpresa.

—¿Sí?

—Tú sabías...

—Yo...

—No fue una pregunta.

Soobin vuelve a sentarse con lentitud.

—Sí, lo sabía. —Responde Beomgyu.

—¿No pensaste en decirme?

Hueningkai e muerde el labio inferior, sus mejillas ruborizadas en vergüenza. Taehyun parece notarlo y pone su mano encima de la de Kai. —No estoy molesto. —Le asegura.

—No contigo al menos.

Beomgyu respira profundamente, Soobin se abstiene de reírse cuando ve como el hombre palidece instantáneamente.

—Pensé que sería mejor si...

—Si no sabía. —Termina Taehyun. —Qué considerado. Pero si me hubieses dicho no habría encendido el maldito televisor y Hyuka no habría tenido que ver eso.

Beomgyu apunta hacia Soobin.

—Él también tiene la culpa.

—¡No me metas en esto! —Exclama Soobin. —¡Fue tu idea!

—¡Y de igual forma...! —Taehyun chasquea su lengua. —Por supuesto que Soobin no quería
decirme, ¡tiene todas las razones! ¿Pero tú?

—Hyunnie, por favor...

—Vamos a hablar. —Taehyun se vuelve hacia Hueningkai , sonriéndole con calidez. —Ustedes
sigan comiendo, ya volveremos.

Con una última mirada hacia la dirección de Beomgyu, Taehyun sale del comedor, dejando la puerta abierta. El castaño suspira y se levanta.

—Encontrarán mi testamento y legado en la caja fuerte de arriba. —Murmura antes de salir de la habitación.

YeonJun se levanta de su asiento y camina hacia Hueningkai , pone una mano en su cuello y lo acaricia con suavidad.

—¿Estás bien?

Hueningkai traga.

—Por eso nunca encendía el televisor.

Soobin suspira y también se levanta, quedando junto a Kai.

—Está bien.

—Lo siento tanto. —El menor mira hacia la puerta abierta, las voces de Beomgyu y Taehyun sonando en la lejanía. —Están peleando por mi culpa.

—¿Qué? —Soobin refunfuña. —Por favor, eso no es pelear. Esa mierda es como un preámbulo erótico para ellos.

Soobin puede ver que Hueningkai no está convencido, sus ojos yendo desde su plato vacío hacia la puerta.

—Kai, en serio, no están molestos. —Dice. —Los conozco, no lo están.

—Tienen a un asesino en su casa, estoy seguro de que cualquiera lo estaría. —Hueningkai responde, Soobin rueda los ojos.

—No son santos, ¿Sabes? Han conocido a verdaderos asesinos. Joder, Beomgyu alguna vez trabajó como uno, para ellos eres más inocente que un jodido conejito.

—Vamos a subir. —YeonJun intenta. —¿Mmh? Estamos cansados, necesito una ducha. ¿Está
bien, príncipe?

Hueningkai suspira y se levanta.

—Sí, seguro.

epoch | yeonbinkaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora