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La cosa es que, no hablan sobre eso.

Lo cual probablemente es uno de los mayores errores que podrían cometer.

Cuando Soobin se despertó por la mañana, YeonJun y Hueningkai estaban junto a él en la cama. Soobin se levantó a hacer café, y cuando los dos se le unieron nadie dijo nada acerca de la noche anterior. Nada. Así que Soobin decide creer que sólo era probablemente porque estaban muy colocados y el calor jugó con ellos. Por eso es que hay un acuerdo mutuo que consiste en no hablar de ello.

Cuando pasan los días, Soobin siente que es una cosa totalmente distinta.

Nada cambia entre ellos.

Siguen actuando normal, matando el tiempo y caminando por Busan, siguen yendo al mismo supermercado y Hueningkai sigue sentándose en el carrito, pidiendo que Soobin lo empuje, Kai aún dice chistes tontos y sigue viendo a la nada con los ojos vacíos.

Nada cambia entre ellos, pero está bastante seguro de que algo cambió entre YeonJun y Hueningkai.

La primera vez que se da cuenta es una semana después de lo que pasó. Los tres van al club de HyunJin porque hay una noche especial y el chico les promete alcohol gratis y hierba.

Están sentados en el mostrador del bar, bebiendo tragos de tequila, mordiendo el ácido limón cuando Hueningkai declara que quiere bailar y YeonJun se le une.

—Vienes, ¿Verdad? —Le pregunta YeonJun, Soobin niega con la cabeza.

—No estoy lo suficientemente ebrio.

—Entonces sigue bebiendo. —Dice Hueningkai, sonriendo, y toma la mano de YeonJun y se lo lleva consigo.

Soobin ordena un whisky, bebe perezosamente, el bajo del remix vibrando en su caja torácica. Se levanta y camina hacia la baranda, pone sus codos allí y busca a YeonJun y Hueningkai entre la multitud. Los encuentra.

No están bailando. Eso no es bailar. Sólo se están mirando, sus manos sobre sus cuellos, las caderas de Hueningkai moviéndose sin mucho esfuerzo en las de Yeosang. Esa es la primera vez que lo siente, el dolor en su pecho, una pequeña vocecita molesta que grita "¡No te necesitan!".

Comienza a notar cosas después de esa noche.

A veces observa como YeonJun mira a Hueningkai con deseo en toda su cara.

A veces voltea para decirle algo a Hueningkai y atrapa al chico sonriendo con suavidad hacia YeonJun, incluso cuando éste no está mirando.

Le ve mirándose secretamente, ve como sus manos se buscan indirectamente cuando están cerca.

No lo necesitan. Se necesitan el uno al otro y él sólo está allí, previniendo que consigan lo que desean. Es la molestia allí, él es "el otro". Y mierda, no esperaba que doliera tanto.

Sunghoon sigue llamándolo. Cada vez que Soobin enciende su celular, hay llamadas perdidas una sobre la otra. Soobin nunca se las devuelve. Los mensajes que le envía Sunghoon se convierten en súplicas.

»Sólo vuelve por favor.

Vamos Hyung, dime dónde estás.

No sé qué hacer.

Sólo dime que estás bien.

Soobin Hyung, te lo suplico. «

Soobin quiere llamarlo. Sólo quiere oír la voz de Sunghoon, sus chillidos infantiles. Extraña demasiado a ese niño y joder, espera que esté bien, él necesita estar bien.

Quiere llamarlo, decirle que está bien, que no necesita preocuparse por nada más que por sí mismo. Necesita hablarle de Hueningkai y YeonJun, de lo jodida que es la situación, del hecho que ambos chicos probablemente follan cuando él no está, decirle que no entiende sus sentimientos del todo.

Cuando los comienza a entender, la realidad lo golpea como un tren.

Se encuentra fumando en el mostrador mientras Hueningkai está ocupado haciendo la cena, YeonJun comiendo una zanahoria sin prestarle atención al mundo.

—Ustedes dos sí que son útiles. —Murmura Kai, cortando cebollas con rapidez. —Nunca hacen una mierda.

—Ya hice mi parte. —Dice Soobin. —Pagué por la comida.

—Me estoy asegurando de que los ingredientes estén en buen estado. —Añade YeonJun. —Honestamente, Ning, eres un malagradecido.

Hueningkai gira sosteniendo el cuchillo de cocina y lo fulmina con la mirada.

—Voy a meterte esto por el culo, veremos quién es el malagradecido.

YeonJun finge tener un escalofrío.

—Demonios, Kai, relájate.

—¿Relajarse? ¿Qué es eso? ¿Se come?

—Eres jodidamente gracioso. —Dice el rubio sarcásticamente.

—Cierra la maldita boca, señor pienso-que-soy-un-conejo-sabelotodo. —Hueningkai apunta su zanahoria y gira de nuevo hacia las cebollas. —Es temporada de caza, perra.

YeonJun repentinamente comienza a reír a carcajadas, tirando su mano contra la mesa y casi ahogándose con el pedazo de zanahoria. Soobin trata de contener la risa pero falla, tosiendo humo, mientras observa a Kai sonriendo para sí mismo.

Allí es cuando entiende que está completamente jodido. Porque Hueningkai y YeonJun se implantaron bajo su piel demasiado rápido, creando una rutina que sólo estaba presente en sus sueños, dándole sólo sonrisas, cariño y bondad, compañerismo. Y está loco por ellos.

Absolutamente encariñado con las carcajadas de YeonJun y las risitas de Kai, perdido en la expresión de sus cuerpos, destrozado por sus voces. Quiere cuidar a Kai, devolver la felicidad que tanto se merece, y que YeonJun deje mirar a la nada cuando piensa que nadie lo está viendo y está ido por ellos. Está ido.

Y es "el otro".

No lo necesitan y es "el otro".

—¿Bin?

La voz de Kai lo trae de vuelta, mira al chico y observa preocupación en sus ojos.

—¿Sí?

—¿Estás bien? Estás mirando tus manos.

No estoy bien, no lo estoy.

—Estoy bien. —Dice Soobin. —No te preocupes, niño.

epoch | yeonbinkaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora