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Les toma una hora de conducir el conseguir una farmacia. Otra media hora para conseguir un autoservicio y saben que si no le llevan comida a Kai ese chico les cortará el pene mientras duermen.

Conducen hacia el motel con el auto oliendo a hamburguesas, papas y nuggets. YeonJun
está resistiendo no poner una mano en las bolsas y meter lo que sea que encuentre en su boca.

—Junnie.

—¿Sí?

Soobin suspira pesadamente. —Creo que tenemos que hablar. Los tres.

—En serio te gusta hablar. —Dice YeonJun, ignorando la incómoda sensación que se abre paso en su pecho.

—Bueno, necesitamos hacerlo. —Soobin se muerde el labio inferior en preocupación, bajando la velocidad cuando se aproximan a una luz roja. —Apenas puedo ver a Kai a los ojos, así que lo necesitamos.

—Bien, hablemos entonces.

—Ni siquiera puedo verte a los ojos. —YeonJun asiente.

—Sí, pude notarlo.

No quería que sonara tan amargo, pero la verdad es que así se siente. Está molesto, nervioso y tiene miedo.

—En serio lo...

—Lo juro por Dios, dices que lo sientes una vez más y sacaré tu culo de este auto en movimiento.

Soobin rueda los ojos. —Tú y Hueningkai seguro fueron a la misma escuela, ambos son unos idiotas dramáticos.

—Bésame el culo.

—¡Hey!

—Bésame. El. Culo.

Soobin niega con la cabeza, pero YeonJun puede ver que intenta ocultar una sonrisa.

Cuando vuelven a la habitación, encuentran a Kai sentándose con las piernas cruzadas en la cama, almohadas puestas en su espalda, con el gato roncando con suavidad acurrucado en los muslos del chico.

—Así que... —Hueningkai sonríe inocentemente. —Ya veo porqué no debí haberle puesto
nombre.

Soobin suelta un quejido.
—Por favor, dime que no...

—Su nombre es Chayanne y lo amo.

—Le puso nombre. No puedo creerlo. —Suspira Soobin, derrotado.

YeonJun frunce el ceño.

—¿Lo bañaste?

—Lo amo, YeonJun. —Hueningkai le sonríe al gato, ahora limpio y más esponjoso que antes. —Tan tierno... Oh —el menor los mira. —Huelo hamburguesas.

Soobin le tira una de las bolsas y se sube a la cama.

—Te trajimos antibióticos y ungüentos. Deberían ayudar a que sanes, así que come primero.

YeonJun se sienta en el sofá, cruzando sus piernas y finalmente poniendo sus manos en la comida. Se mete un puñado de papas a la boca y finalmente siente que algo de tensión baja de sus hombros. Comen en silencio, demasiado ocupados en disfrutar sus compras como para decir algo.

Chayanne se despierta y maúlla hasta que Hueningkai le da una papa, el gatito comiendo de esta felizmente.

Luego de que Kai se toma los antibióticos, Soobin aclara su voz.

—Tenemos que hablar.

Hueningkai suelta un quejido.

—¿Puedes esperar a que al menos las pastillas hagan efecto?

Soobin rueda los ojos.

—No. No puedo.

—Bien. —El menor cruza sus brazos. —Hablemos.

epoch | yeonbinkaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora