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Hablan durante el resto de la madrugada, probablemente hasta el amanecer.

—Había un momento en que estaba tan solo que no podía dormir por semanas —YeonJun dice, su voz es un susurro, Soobin le acaricia el cuello. —Cuando cerraba los ojos, solo me veía a mí. Solo yo. Nadie más. Pedí que alguien apareciera, pero no había nadie. —Cierra los ojos. —Supongo que alguien escuchó.

YeonJun se despierta en una cama vacía que todavía está tibia y el agua corre por el baño. Le duele la cabeza, todo su cuerpo se siente más débil que nunca, por lo que el mayor se permite volver a cerrar los ojos y permanecer así un poco más de tiempo. Se duerme probablemente unos minutos más o menos, cuando vuelve a abrir los ojos, la habitación está en silencio. YeonJun se mueve sobre la cama, gime por el dolor en sus músculos, luego se levanta y comienza a caminar hacia el baño.

Hueningkai está en la bañera, con las rodillas cerca de su pecho, sus ojos cerrados y su barbilla hundida en el agua. Luego observa los pétalos de muchas rosas rojas en la superficie del agua, el menor sosteniendo una rosa en su mano.

—¿Qué con esas?

Hueningkai abre los ojos, parpadea y luego le sonríe.

—San las sacó del lobby.

—¿Ahora también roba? —YeonJun suspira. —Soy mala influencia para ustedes. —Se arrodilla junto a la bañera y pone los dedos en el agua, mirando los pétalos rojos.

—Eres buena influencia ya que me regaló flores.

—Lo volví dócil.

Hueningkai hace un sonido.

—Está tratando de compensarme porque sigo enojado. —Comienza a tomar los pétalos en sus manos, dejando que caigan sobre el agua.

—¿Por qué los desperdicias así? —YeonJun toma un pétalo y lo pone encima del cabello mojado de Kai, el chico hace un puchero.

—No los estoy desperdiciando. Estoy tomando un baño de rosas, siempre quise tomar uno. Además, hay más, solo usé como seis.

YeonJun lo mira por un rato, apreciando los tonos dorados que adornan la piel mojada de Hueningkai y la forma en la que su cabello cae sobre sus ojos, sus labios se juntan.

—Yo... —YeonJun suspira. —Lamento lo que pasó.

Hueningkai se encoge de hombros, pero el rubio ve que está tenso.

—Ya hablamos de eso, está bien. Ya te perdonamos.

—Sí. —YeonJun traza las clavículas de Hueningkai. —Lo que te dije... jamás pensé de esa forma. Nunca.

—Lo sé.

—Te lastimé.

—Lo hiciste. —Hueningkai levanta la vista de la rosa. —Sentí que me habías apuñalado. Tú y Soobin. Pero sé que no lo decías en serio, y sé porqué Soobin actuó así, así que se acabó. No eras tú el que hablaba ayer.

YeonJun asiente.

—Eso es cierto.

Hueningkai inclina la cabeza.

—¿Lo eres ahora?

—Sí.

Hueningkai le entrega una sonrisa con los ojos achicados.

—Entonces entra conmigo, ¿por favor?

YeonJun duda por un momento antes de quitarse la ropa y entrar en la bañera. Apenas toca el agua sisea.

—Está demasiado caliente.

—Se pone fría rápido, mientras más caliente, mejor. —Hueningkai se pone a un lado, dejando más espacio para el otro.

epoch | yeonbinkaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora