CAPÍTULO 32

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Narra:______

Tenía un nudo en la garganta, me sentía ansiosa. Estaba sobrepensando muchas cosas. Era claro que era la ansiedad.

Me quede sentada en una banca de afuera mientras que decidí esperar a Cinco y a Vanya salir.

Me sentía muy mal y eso también me hizo sentir muy inútil...

¿Como iba a ayudar a mis hermanos y a cinco si mi ansiedad se me entrometia en los peores momentos?

Intente calmar primero mi cuerpo. Relajar mis músculos que se sentían terriblemente adoloridos, calmar mi respiración para que mi corazón dejara de palpitar velozmente y fuera a ritmo normal.

Lo único que no podía relajar. Era mi mente. Sobrepensaba las cosas y no sabía como controlar eso.

No quería decirle a cinco que me sentía mal. No era momento de ponerme a lloriquear. Quería a ayudar y si le decía a cinco que me había dado de nuevo un ataque de ansiedad, es probable que ya no me dejaría ayudarlo.

Vi una tienda de helados justamente al frente así que fui a comprarme uno e intentar consentirme un poco.

Por que estaba claro que nadie lo haría por mi. Solo cuento conmigo misma.

Compre un helado de mango y de nuevo me fui a sentar en la banca a esperar a que salieran mis hermanos.

Paso una hora y escuche a mi izquierda como la puerta trasera del local se abría, sonando un pequeño e irritante chirrido proviniente de la misma puerta.

Voltee y vi a cinco y vanya salir cargando por los hombros el cuerpo demacrado de Luther.

-Quiero suponer que no gano la pelea.-dije mirando a mi hermano rubio en un estado inconsciente.

—Efectivamente.-afirmó cinco. Me escaneo con la mirada mirándome de arriba y abajo, su cara representaba preocupación al verme.

Mierda. Se dio cuenta.

—¿Estás bien?.-pregunto preocupado y forcejeo un poco para acomodar el brazo derecho de Luther al rededor de su cuello.

-Si. Solo...-pensé en buscar una excusa.-se me antojo un helado y adentro hacia calor y bueno...aja-dije pretendiendo no dar demasiadas explicaciones y restarle importancia a mi estado emocional.

—De acuerdo. Después hablamos sobre esto.-dijo cinco intentando no darle tantas vueltas al asunto.

—Lindo color de cabello.-me hizo un cumplido vanya mirandome con una pequeña sonrisa.

-¿Que?.-dije confundida por mi cabello y me lo miré. Todo mi cabello era de diferentes tonos morados. Me quede pensando en buscarle una explicación a mi color de cabello pero no se me venía nada a la mente.

—Oye. Es cierto ¿que le pasó a tu cabello?.-pregunto Cinco.

-No lo se...-dije sin saber que decir porque ni yo tenía la respuesta.

Me pare de mi asiento y use mi telekinesis para levitar el cuerpo inactivo de mi hermano y cargarlo con mayor facilidad.

Normalmente tengo cuidado de que no me vean usar mis poderes, pero eso me daba igual ahora mismo y solo quería acabar con todo esto.

—Ten cuidado de que alguien vea tus poderes, no puedes exponerte de esta manera. ¿Que tal si el FBI vuelve por ti? ¿Eh?.-empezó a regañarme cinco mientras que sigilosamente pasábamos por varios callejones solitarios para pasar desapercibidos.

-¿Y tu? ¿Porque no usas tus poderes?.-contraataque con seriedad en mi voz y rostro.

—Estoy cansado y así no puedo teletransportarme.-respondió.

LA MIRADA DEL LOBO (CINCO Y TÚ) (The Umbrella Academy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora