Resumen sobre Jules: Jules y Seth esconden sus ansias de roce porque como ni Olivia ni Anne aprobaban la relación, si se enteran las coleccionistas Jules es nominada para irse con viento fresco. Lo que no saben es que las coleccionistas tienen ojos en todos lados, y cuando digo todos lados digo todos, así que se apañan para conseguir una foto, que hizo Olivia la noche de la fiesta de Navidad, en la que sale Seth y Jules ahí liberando tensión. Total, que las coleccionistas, que son más puñeteras que un almohadón de pulgas, les enseñan la foto y les dicen que ya les vale, que no hacen ni caso y que Jules se vaya para su casa que no la quieren. Esto, junto con que no tiene ni una libra, hace que Jules vaya como un alma en pena por toda la casa. Para colmo, un cobrador de morosos la está acosando y claro, ya ni de casa quiere salir.
Seth Matthew se huele que algo anda regulero porque Jules no le escribe, no le llama, pero hasta que no se saluda en plan colegueo con el cobrador acosador, no se entera de nada. Así que se pone en plan Hulk con el cobrador y lo espanta, y luego va a por Jules, que sigue como alma en pena y lo manda a irse por donde amargan los pepinos. Pero Seth, que anda preocupadico y se ha gastados muchos dineros en la cita definitiva, se queda toda la noche en vela revisando las facturas de Jules hasta que se da cuenta que la tía difunta está en una especie de spa de descanso eterno. Así que ahí se va a buscarla porque eso no es ni medio normal, y de paso se lleva también al estilista que está muy triste porque se va su mejor clienta.
Cuando Jules se entera que su tía está en el piso se le caen las tortitas al suelo del susto. Total, que su vecino le dice que le den a la tía, que eso de tenerla en un hotel es un sin sentido y que mejor ir a soltarla al campo. Al final la convence y ahí que se van con el estilista a despedir a la tía, que no es la cita que habían planeado, pero que a original no la gana nadie. Poco después no están tan seguros de que fuera buena idea cuando la tía se venga desde la otra vida y los llena de polvo de difunto, pero oye, que les quiten lo bailao. Al volver, Seth le informa de que ha arreglado todo para que el casero le de una prórroga para pagar el alquiler y a Jules se le caen las bragas al suelo. Literal. Y ahí que se chafan contra las paredes, porque hay mucha tensión retenida. Pero su vecina les interrumpe, toda cabreada porque no sabía que esos dos estaban liados y Jules decide dar por terminada la cita.
Al día siguiente oye a Seth y su compi cuchichear sobre ella en las escaleras y no sabe que pensar al ser la comidilla del rellano, pero al final lo deja pasar porque el muchacho le gusta mucho y no quiere desengaños.
Total que la tensión sexual crece y crece, y por a o por b ahí nadie culmina, así que Seth la invita a pasar el fin de semana a la casa de sus padres que es un imán para las churris. Y Jules encantada, claro. Pero él es gafe y mientras están en plan romantiqueo, le pregunta por qué estaba con otra chica en la calle pasándose dinero cual traficantes. Ella se ofende mucho y se va a perderse por la mansión, que es muy grande, hasta que él la encuentra y esta le dice que solo vende sus vestidos para pagar deudas e invitarle a una coca cola. Él lo entiende como quiere y le dice que tiene antojo de sushi y ella ya no puede echarse atrás y a sushi que le invita. Mientras cenan, Seth le explica que tiene muchas deudas y que ha pensado que estaría bien si fuera a ver a un amigo suyo discográfico para que le escuche cantar. Jules se niega y este insiste hasta que al final deciden jugárselo al póquer. Porque, por lo visto, Jules se crió entre naipes y eso está chupao. Pero resulta que él gana y ella le acusa de tramposo y que quiere una compensación. El otro que no es tonto, acepta y al final le rompen el sofá a la madre.
Ya después de esto todo guay. Se quieren un montón, hacen bricolaje juntos, se duchan juntos, cenan juntos... Y Brisa está hasta las narices de tanto dueto y les dice que se vayan a hacer duetos a un hotel. Pero ellos están la mar de enamorados y al resto que le den. Pero Jules se acuerda mucho de sus amigas y Seth le dice que se deje de tonterías y que le den a las coleccionistas que son unas llantas, que ahí las buenas son Olivia y Anne que son unas buenas BFF.
Total que Jules se va con Mofeta al hospital a visitar al padre de Olivia. Ahí se encuentra con ella que anda escondida tras los ficus. La ve preocupada y que no se decide a salir porque su ex está en la sala de espera y no tiene ganas de verla, así que Jule, con la ayuda del perro, evacuan la planta para que Olivia pueda ir a ver a su padre. Después de despedirse, se queda preocupadica por su amiga, pero una mujer entra en la sala y le interrumpe los pensamientos.
Después de la visita al hospital se va a ver al amigo productor de música para hacer la prueba que le prometió a Seth, el tipo le dice que que voz más melódica, pero Jules rechaza su oferta de hacerse cantante.
Al llegar a su casa, Seth está ahí con Brisa y se mosquea, porque no sabe que han estado hablando de ella y de que cómo se le ocurre a él cambiarla con lo bonica que ella es, y que Seth no quiere cambiarla, solo quiere que el mundo descubra que su novia canta que te cagas. Total que cenan y de todo y Brisa se va a su cuarto porque no aguanta tanto cuchicheo, y Seth aprovecha para decirle que la quiere mucho y que no la cambia ni por un cheque en blanco. A Jules se le vuelven a caer las bragas al suelo y terminan haciendo un duo en su cuarto por primera vez.
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Las coleccionistas de romances
Romance¿Si te dieran la posibilidad de ahorrarte decisiones complicadas lo harías? Ellas aceptarán ese juego, que pondrá sobre la mesa todas sus malas decisiones.