Las coleccionistas de romances

Olivia (6): Mary

Hola! Aquí traigo un nuevo capítulo de Olivia. Un capítulo que empieza a desvelar cosas y no solo de ella sino de Jeremy también.  Espero lo disfrutéis. Si es así un voto y si queréis opinar un comentario. Agradezco vuestro apoyo y paciencia al seguir la historia, os auguro una vida llena de tesoros y vacaciones en Cancún tomando el sol bajo una palmera y bebiendo piñas coladas mientras algún apuesto caballero con poca ropa os abanica XD

Y después de este chorreo mental, os dejo con el nuevo cap. Un besote a todas, coleccionistas ^^.

 

El padre de Olivia no mejoraba. Aunque tampoco iba a peor. Estaba en un estado comatoso que lo mantenía impertérrito. Jeremy prefería pensar que eso no era ni bueno ni malo. Simplemente era una pausa que se había tomado el señor Orwell. ¿O Carlson? No sabía por que apellido llamarlo. Olivia se apellidaba Orwell, pero en la ficha del señor Orwell ponía Carlson. Como, de momento, no se atrevía a preguntarle a su ayudante el motivo, decidió que la mejor opción era llamarle por su nombre de pila. Marcus. Marcus y él se llevaban bien. Todo lo bien que se podían llevar dos personas que mantenían conversaciones en un hospital. Y por conversaciones, quería decir que Jeremy le contaba cosas a Marcus, mientras Marcus callaba y escuchaba desde su estado de descanso forzoso. La verdad es que desde que conoció a Aaron, en las prácticas de laboratorio del instituto, no se sentía tan cómodo con una nueva relación. Tal vez estaba Olivia. Ella era un poco como él, quizás no en el sentido tan estricto del comportamiento, quizás no por las mismas circunstancias ni el mismo nivel. Pero ahí estaba, un poco presente. Un comportamiento frío para con los demás. Él sabía que no era algo deseado. Nadie quiere ser frío con su entorno, al menos que haya decidido no querer tener entorno. Y Jeremy sabía que ese no era su caso, ni el de Olivia. ¿Sino por qué los dos mantenían lazos afectivos con personas puntuales? Ni siquiera él lo sabía. Solo sabía que Aaron era su especie de terapia, y se lo hizo saber con trece años, después de que el Doctor Stan le obligara a relacionarse con su compañero de laboratorio. Tal vez ahí estaba la solución del porqué a Jeremy le gustaba su nueva relación con Marcus, porque Marcus era como el Doctor Stan, pero sin desvelar sus conclusiones al final de la sesión.

Sobre primera hora de la tarde, Olivia llegó al hospital para relevar a su jefe. Todavía le parecía extraño que Jeremy, siempre que se lo permitía las grabaciones del programa, fuera al hospital para hacer compañía a su padre mientras ella iba a casa a ducharse y dormir un par de horas. Pepper y Aaron también iban a ayudarla, e incluso Jules y Annabel, pero Jeremy era el que más tiempo pasaba en la habitación siete de trauma. Alguna vez lo había sorprendido hablándole o leyendo alguna novela de George Orwell. Olivia le decía que si lo hacía por la coincidencia del apellido, George Orwell no era más que el seudónimo de Eric Arthur Blair. Pero Jeremy le contestaba que más que por la coincidencia, se lo leía por la procedencia, que veía en Marcus cierto gusto por la literatura inglesa. Que cada día le leía uno distinto. Doyle, Carroll, Woolf, Wilde, Tolkien, Shakespeare e incluso Rowling. Le decía, que los días que le leía, al despedirse veía al viejo más lozano.

Esa tarde, Jeremy había decidido poner al día al padre de Olivia leyéndole las noticias que le parecían pertinentes. La economía se la saltaba, alegando que, en su estado, solo debía preocuparle la economía si el hospital quebraba y se veían obligados a trasladarle a los sótanos. En cambio, debía mantenerse informado sobre sociedad, cultura y espectáculos. Porque nadie quería que llegado el día en que Marcus volviera a su casa, al encontrarse con su vecina, ésta le dijera: «Marcus, cuanto tiempo. ¿Te enteraste de lo que ocurrió el otro día en Buckingham? Qué escándalo» o«¿Viste la nueva película de Hugh Grant? Me han dicho que es deliciosa». Y Marcus solo pudiera contestar: «No me enteré. Estaba demasiado ocupado dándome un descanso de mi vida ordinaria». Por esa razón, cuando Olivia entró, Jeremy no se detuvo en su lectura sobre una noticia relacionada con la pesca en el puerto de Liverpool.