Hola! Aquí os traigo un nuevo cap de Olivia. No me extiendo mucho porque es tarde y mañana trabajo, pero solo deciros que esto ya es el principio del fin. Las cosas se van a acelerar y todo comenzará a explicarse de aquí en nada.
Espero que os guste el nuevo cap, si es así, ya sabéis. Vuestros votos y comentarios me hacen los domingos más fáciles. Mientras, muchas gracias por leer. Un besote y cuidaros mucho! muacks!
PD: Hoy es mi cumple! Así que se aceptan canciones, felicitaciones y cheques al portador XD.Esa mañana decidió pasarla contemplativa. Su jefe, porque no quería pensar en términos más íntimos, paseaba por el estudio acompañado de Pepper, su compañera de trabajo y traidora a jornada completa. La miraba como se mira a un animal con rabia, con miedo, piedad y angustia. Lo cierto es que a Olivia solo le faltaba soltar espumarajos por la boca mientras blasfemaba por lo bajo. De repente parecía ser prescindible para Jeremy. La había apartado de su rutina diaria alegando que estaba demasiado tensa y debía distraerse. «¿Quién te ha dicho eso?», «Como si fueras capaz de discernir si estoy tensa o no». Recordar lo poco acertado de sus palabras no la ayudó en absoluto. Aunque Jeremy no hizo el menor arremetimiento hacia ella, pudo ver como la cara de él se distorsionaba en una pequeña mueca de dolor durante un segundo. La Olivia cruel y despechada había salido sin previo aviso y había lanzado todo el veneno que pudo reunir contra él. Y la sensación no la hizo sentirse mejor.
Días atrás él había sido un bálsamo para los nervios de ella. La había cuidado de una forma que Olivia desconocía que se pudiera cuidar a alguien. La había tratado como si ella fuera lo más valioso para él en ese estudio, mucho más que sus cámaras o focos, más que los negativos colgando de la cuerda. Desde la noche que le confesó que no sabía como consolarla y ella le dijo que ya lo hacía, Jeremy dio un giró a la situación. Cada mañana la saludaba con un beso, el primero fue torpe e inesperado, a Olivia le entró la risa cuando él se separó como un pato reculando; pero después se volvió en una rutina de sus días y que a ella le gustaba. Por las noches, en cambio, la torpeza no era algo presente. Olivia se sentía como una adolescente, solo hablaban mientras hacían manitas. Había besos y alguna mano curiosa deslizándose por debajo de la camiseta, pero todo iba con calma. No había expectativas ni palabras de exigencia. No era prioritario definir ninguna situación o estado. Solo se dejaban llevar. Se cuidaban mutuamente a cambio de nada más que la compañía del otro. Olivia pensó en más de una ocasión que si Jeremy no fuera tan independiente eso no habría pasado. A menudo se sorprendía pensando en Jeremy y Aaron como una única unidad. Eran como los gemelos, siempre hablaban en plural en ciertos aspectos, un bloque inamovible. Pero cuando se trataba de chicas los dos se desmarcaban, Aaron más a menudo, evidente. Tan sociable y bromista, con esas pintas de rockero eterno, tenía tendencia a ligar con facilidad. Jeremy, en cambio, no parecía interesado en agradar a nadie, era como era, y si por alguna casualidad le interesaba alguien lo decía sin rodeos. Por eso simplemente había surgido. Porque él no había intentado agradarle, ni ella a él. Solo había surgido.
Pepper se acercó a ella para pedirle su agenda, donde estaba apuntado todo lo necesario. El cámara del programa hizo un primer plano de Pepper, ya que a Olivia no podían sacarla, y conforme la pregunta se formulaba, pensó que esa era una toma sacada de Alien, donde no se veía a la amenaza en el plano, pero si se la podía oír amenazante, a punto de atacar.
Alien bufó y Pepper salió corriendo. La siguió el cámara.
Olivia sonrió satisfecha.
-Olivia -oyó tras ella. La sonrisa se le borró de la cara-. Volveré por la tarde -le informó su jefe-. Descansa.
Hizo una mueca de resignación y se levantó para llevar su triste plato de gofres, mordisqueados sin ganas, a la cocina. No tuvo que volverse para saber que era él quien le sujetaba el codo, en un leve movimiento para que se girara. Al hacerlo él la besó. Como cada mañana, con su sabor a pasta de dientes de canela. Olivia intentó fingir que el enfado la dominaba cruzando los brazos sobre el pecho.
ESTÁS LEYENDO
Las coleccionistas de romances
Romance¿Si te dieran la posibilidad de ahorrarte decisiones complicadas lo harías? Ellas aceptarán ese juego, que pondrá sobre la mesa todas sus malas decisiones.