Love You - Damian x Anya

Capítulo 38 - Final

꧁༒•𝓕𝓲𝓷𝓪𝓵•༒꧂

26 de septiembre. Ese día se casaron Ken y Mira. Estaban muy felices. Nunca los había visto de esa manera. Me alegraba por ellos. Nunca debí haber dudado de su relación.

Celebraron una linda ceremonia en la iglesia de la ciudad. Había mucha gente. No habría conocido a los padres de Mira si no fuera por su boda. Eran muy considerados.

También hablé con Ken. Al principio, me asustaba el cómo reaccionaría al verme tras haber pasado tantas cosas, sin embargo, no le veía incómodo en ningún momento. Se le veía realmente feliz.

Nos reímos bastante cuando el cura intentaba pronunciar el apellido de Mira. Le costó tres veces pronunciarlo correctamente. Ken al final tuvo que ayudarle ya que según Mira dice, Ken es el único que consiguió pronunciarlo correctamente la primera vez.

Los trajes eran fabulosos. No podía despegar los ojos de lo linda que Mira se veía en ese vestido. Si había algo que odiaba de ella, era lo bonita que se veía en todo que llevaba. No le habría quedado mal ningún vestido ni aunque lo intentase. Parecía una princesa.

Durante la cena matrimonial, dediqué unas palabras a mis viejos amigos. Les conté varios momentos divertidos que pasamos juntos y me alegré al verlos reírse al contárselos. También les dije lo mucho que me alegraba de verlos juntos. Finalmente, les deseé una larga convivencia juntos y todos aplaudieron.

Desde lejos vi a Ken y Mira agradeciéndomelo. Se notaba que se querían. Se notaba que eran felices juntos. Era increíble los giros que tenía la vida.

Pidieron a Ewen que fuera el fotógrafo ya que hace unos días nos enteramos de que estaba estudiando una carrera de fotografía y que necesitaba hacer unas prácticas. Le vino de fábula hacer las prácticas en la boda de Ken y Mira. Pero... para alguien no le hacía mucha gracia.

No había visto a Billy tan preocupado por alguien en toda mi vida. No dejaba de quejarse de la poca atención que Ewen le ponía en la boda y él le insistía que tenía que hacer su trabajo constantemente. Estaban hechos el uno para el otro. Y lo sabíamos todos.

En general, toda la ceremonia fue magnífica, sin embargo, para mí cuando todos nos reunimos en la playa al anochecer fue la mejor parte de todo. Me encantaba la playa, y pasear por ella en un día de septiembre al anochecer me daba una sensación de frescura superagradable y el sonido de las olas también era muy satisfactorio. Sin que nadie se hubiera dado cuenta, me alejé de la multitud y me senté en la arena mientras el agua llegaba a mis pies.

No sé cuánto tiempo estuve ahí sentada pero acabé cerrando los ojos y a pensar en los momentos que más agradables de mi vida, incluyéndole a él: Damian.

Y sin siquiera haberme dado cuenta él apareció ante mis ojos, vestido elegantemente y con un ramo de rosas en frente de mí. Parecía un sueño hecho realidad.

—Hola, Anya. ¿Te acuerdas de mí?

<<Como si olvidarte fuera tan fácil... Quién te habrás creído...>> no dudé en pensar al instante en el que me lo dijo.

—Damian... ¿Eres tú de verdad? —murmuré con lágrimas en los ojos.

Él se sentó a mi lado y observó las ondas del mar chocarse contra mis pies.

—Sí. Ha pasado un largo tiempo, ¿no crees? —me decía como si nada.

Me quité las lágrimas.

—Ya para. Estás haciendo que empiece a creer todo esto. Es imposible que seas de verdad. Seguro que te estoy imaginando —dije levantándome y sacudiéndome la arena de mi ropa.