Capítulo 4

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Narrador omnisciente

Hermione encontró en un libro un símbolo que Harry había visto en la boda.

_Harry: Lo tenía el padre de Luna.

_Hermione: Podríamos ir a verle.

_Harry: Vale, ¿pero dónde viven?

_Ron: En unas montañas no muy lejos de mi casa.

_Harry: Bien, pues recojamos las cosas, que nos vamos.

Luego de unos minutos, todos se agarraron a la castaña y aparecieron en unas colinas detrás de la casa de Luna. Harry llevaba la capa, aunque con el calor que hacía tan solo quería quitársela.

_Xenophilius: ¿Quiénes sois? ¿Qué queréis? <Harry se quitó la capa> Oh, sois ustedes pasad <entraron, era una casa pequeña, el padre de Luna les llevó a su salón, algo pequeño pero acogedor>

_Hermione: ¿Qué era el colgante que llevaba en la boda?

_Xenophilius: ¿Las reliquias de la muerte?

_Harry: ¿Así se llama?

_Xenophilius: ¿Les apetece té?<se levantó y se fue a hacer té>

_Ron: Las reliquias de la muerte <susurro pensativo.>

_Hermione: ¿La conoces?

_Ron: Cuando era pequeño me las contaba mi padre.

_Xenophilius: Tomad <les sirvió tres tazas de té y volvió a bajar a la cocina. Cuando probaron el té los tres lo echaron a una planta que había>

_Ron: Está asqueroso<susurro y sus amigos asintieron>

_Harry: ¿Entonces qué significa eso? <Pregunto cuando volvió el padre de Luna y se sentó junto a ellos>

_Xenophilius: ¿Conocéis la fábula de los tres hermanos?

_Ron: Mi padre me la contaba cuando era pequeño

_Hermione: Yo tengo un libro de los tres hermanos <lo sacó>

_Xenophilius: Perfecto, léela para que Harry sepa qué es, ya que usted ya debe de haberse leído libro, léelo en voz alta

_Hermione: De acuerdo. «Había una vez tres hermanos que viajaban a la hora del Crepúsculo por una solitaria y sinuosa carretera...»

_Ron: Mi padre siempre decía «a medianoche» <la castaña le miro molesta> Vale, perdón continua

_Hermione: «Los hermanos llegaron a un río demasiado profundo y demasiado peligroso para cruzarlo a nado. Pero como los tres magos eran diestros en las artes mágicas, no tuvieron más que agitar sus varitas e hicieron aparecer un puente para salvar  las traicioneras aguas. Cuando hallaban la mitad del puente, una figura encapuchada les cerró el paso... Y la muerte habló...»

_Harry: ¿Cómo que la muerte habló?

_Hermione: ¡Es un cuento de hadas!<le grito molesta>

_Harry: Perdón, sigue

_Hermione: «Y la muerte habló. Estaba contrariada por que acababa de perder tres posibles víctimas, ya que normalmente los viajeros se ahogaban en el río. Pero ella fue astuta y, fingiendo felicitar a los tres hermanos por sus poderes mágicos, les dijo que cada uno tenía opción a un premio por haber sido bastante listo al eludirla. Así pues, el hermano mayor, que era un hombre muy combativo, pidió la varita más poderosa que existiera, una varita mágica más poderosa que existiera, una varita capaz de hacerle ganar todos los duelos de su propietario. La muerte cogió madera de un sauce y la convirtió en una varita, se la entregó. A continuación, el hermano mediano, que era muy arrogante, quiso humillar aún más a la Muerte, y le pidió que le concediera el poder de devolver la vida a los muertos. La muerte cogió una piedra que había en la orilla del río y se la entregó, diciéndole que la piedra tendría el poder de resucitar a los difuntos. Por último, la muerte le preguntó al hermano menor qué deseaba. Éste era más humilde y también el más sensato de los tres, y no se fiaba un pelo. Así que le pidió algo que le permitiera marcharse de aquel lugar sin que ella pudiera seguirlo. Y la muerte, de mala gana, le entregó su propia capa invisible»

𝓛𝓪 𝓼𝓪𝓷𝓰𝓻𝓮 𝓼𝓾𝓬𝓲𝓪 (𝓗𝓮𝓻𝓶𝓲𝓸𝓷𝓮 𝔂 𝓽𝓾) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora