–Vamos, por favor... –suplicó Sherry frotando la cuerda que ataba sus manos contra la viga.
Las llamas engullían con furia todo su entorno y el humo la asfixiaba de manera lenta. Sherry se encontraba en una antigua y abandonada fábrica textil. El material que se hallaba acumulando el polvo del tiempo no ayudaba a la dura situación, sino todo lo contrario, alimentaba aquel fuego que destruía todo lo que tocaba.
Se sentía demasiado débil, seguramente Vermouth la había drogado varias veces para poder ocultarla y llevarla hasta Tokio. En parte se lo agradeció, mejor aquello que despertarse dentro de una caja con la sensación de ser enterrada viva.
–¿Qué quieres lograr con todo esto? –recordaba la conversación que había tenido antes con Vermouth, apenas tenía noción del tiempo que había pasado.
–Arreglar todo el estropicio que has creado en una noche –tiraba con furia los cabellos rojizos de la chica para que su rostro quedase a la altura del suyo, colocando la pistola en su garganta –, No sé qué pasó aquella noche, si le pudo la conciencia o fuiste astuta y te distes cuenta, pero tu querido amigo me llamó para romper nuestro trato.
–La apoptixina como no, todo empieza y acaba con ese maldito experimento –miraba con odio a la mujer, al tragar saliva movió la fría pistola –, primero Gin, luego apareció tu marioneta Generic y ahora tú en persona –rió –. No entiendo porque ahora me quieres echar una mano cuando casi muero por tu culpa de un disparo en aquella misión de Gin, ¿Por qué ese ansia de que mi experimento vaya tan deprisa por buen camino?
Vermouth sonrió cruelmente tirando con más fuerza los cabellos de Sherry, ésta soltó un leve quejido de dolor, estaba en lo cierto, deseaba tanto verla muerta. Colocó elegantemente uno de sus dedos en la boca de la chica.
–A secret makes a woman, woman... –susurró divertida en la oreja de Sherry, notando como ésta se estremecía bajo su poder –. Tus padres eran iguales, no sabían ver lo que tenían y al final tuvimos que crear aquel ''accidente'' –miró atentamente a los ojos de Sherry –, ¿Para luego qué? gastarnos millones en ti, una cría que no sabe ni por dónde empezar.
–No necesito tu ayuda Vermouth.
–¿Pero por qué eres tan orgullosa? –la soltó arrancando bruscamente la pulsera de plata que la rastreaba, esta vez la joven científica soltó un gran grito de dolor que disfrutó Vermouth cada segundo –, en fin si no aceptas mi mano, no me dejas otra.
Sherry jadeaba con la respiración agitada, cerrando sus ojos para llevar mejor el sofocante dolor de aquella nueva herida. El sonido de unos tacones se acercaba a ella al cabo de un rato, horrorizada observó que se estaba viendo a sí misma.
–¿Te gusta? –una fría sonrisa aparecía en el rostro de la falsa Sherry –, es una pena que no pueda utilizar este disfraz para contentar a Gin.
–¿Y qué vas a hacer? –se burló Sherry aunque en el fondo se hallaba intimidada por el perfecto trabajo de la actriz –, ¿vas a hacer el experimento por mí?
–¡Oh no, my pretty little girl! –se acercó a ella, posando sus manos sobre las mejillas de la Sherry real, poniendo la misma voz que ella –. Era mi plan alternativo por si las cosas se complicaban, conozco la debilidad de tu compañero y lo utilizaré con mucho gusto.
–¿Vas a utilizar a Generic?
–¡Bingo! Será tan feliz de tenerte en sus brazos que hará cualquier cosa que le pidas.
–No creo que sea tan idiota de caer.
–Son hombres Sherry –rió –, todos son iguales.
Sherry se mordió el labio observando su propia mirada, en el fondo la mujer tenía razón. Si Generic pensase que le había perdonado haría cualquier cosa que le pidiese. Su corazón dio un triste vuelco al recordar su preciosa declaración entre las aguas de Okinawa.
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Los días en la Organización: El error de Sherry
FanfictionDesde niña, la vida de Sherry/Shiho ha estado vinculada a la Organización Negra. Ahora ya es una mujer y quiere vivir por si misma, no será un camino fácil, ¿Cómo escapar de un grupo así? ¿Qué pasaría si llegase a enamorarse de uno de ellos? Gin, ¿S...