6. Sola ante el peligro

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Shiho aunque sé que no te gusta que te ayuden, tienes que explicárselo a alguien de la organización para que te ayude.

Ese fue el consejo de la persona en la que más confiaba Sherry en aquel mundo. Tenía toda la razón pero como ella dijo en su momento esa persona era Gin o Vodka. Seguramente Vodka no haría esa acción si no se lo confirmara otro alto cargo y por descarte quedaba Gin... pero, ¿Cómo iba a acercarse a él después de aquello?

Se tocó suavemente el labio, ese estúpido le había robado el primer beso...

–¡Sherry! –gritó Generic por tercera vez.

–Perdona... ¿Qué decías? –preguntó amablemente Sherry volviendo a la realidad.

–Lo informes de la apoptixina...

–Vaya... ¿Hoy es jueves? –preguntó mientras mentalmente recordaba la fecha de ese mismo día –. Ahora te lo doy –sonrió, aquel científico era tan amable con ella.

El científico dudó unos instantes.

–Es que... Gin quiere que esta vez se lo des tú...

–¿Por qué? –preguntó confusa y a la vez aterrada.

–Ni idea, pero están arriba con otros altos cargos –explicó alejándose por seguridad, en su opinión pensaba que Sherry estaba metida en un lío.

Sherry se acercó a su escritorio para abrir uno de sus cajones generarles, de entre tantas carpetas escogió la más fina. Mientras subía las escaleras volvió el recuerdo de la situación del Porsche... inconscientemente se tocó el labio.

Finalmente llegó al piso de arriba, ciertamente como dijo su compañero al fondo del pasillo se encontraban varios miembros del alto cargo y entre ellos estaba Gin que le daba en ese momento la espalda, escuchando la conversación.

Mediante iba avanzando escuchaba sobre que hablaban.

–Kir y Chianti están entrenándose para superar las 500 yardas de una vez –explicó uno de los hombres corpulentos con su elegante uniforme negro –, creo nunca superaran a nuestro Calvados, siempre será nuestro mejor francotirador.

–Al parecer él está interesado en Vermouth, ¿no? –preguntó divertido otro hombre que Sherry si conocía, era Tequila.

–Si pero ella esta interesada en otro –se mofó un tercer hombre –. ¿No Gin?

Gin agachó la cara y cerró los ojos con una sonrisa, como si se mofara de la situación.

–Gin... –susurró Sherry al estar cerca del hombre, girándose él como respuesta.

–Vaya, ¿no es la segunda hija de Hell Angel? –preguntó Tequila algo interesado y mirando descaradamente de arriba para abajo a la joven –. ¿Cuándo llegó de América?

–Hace un par de meses se sacó la titulación que le faltaba, tuvo que irse unos meses –respondió Gin mirando fijamente el interior de la carpeta –. No te he dicho en ningún momento que te vayas Sherry.

–Perdón...

Gin colocó su mano encima del hombro de Sherry mientras leía los informes, finalmente la empujó suavemente alejándose del grupo de gente que volvían a conversar entre ellos.

–Te olvidaste de poner los gráficos.

Sherry se sorprendió cogiendo la carpeta.

–No puede ser... ¡Juraría que los había puesto! –susurró mirando todas aquellas hojas, pero Gin tenía razón no estaban en ningún sitio, ¿el estrés estaba acabando con ella?

–Ya me lo darás mañana, sin ningún fallo Sherry.

Sherry agachó la vista.

–De acuerdo...

Gin empezó a alejarse de allí pero alguien le agarró del brazo impidiéndole avanzar ni un paso más, extrañado giró la vista para ver que sucedía.

–Espera... –empezó a decir Sherry avergonzada.

–¿Qué quieres?

–Yo...

–Tengo cosas importantes por hacer.

–Los chicos de aquella noche... –empezó a decir sin mirarle ni soltarle –. Me siguen todas las noches, no sé cómo, pero han descubierto que trabajo aquí –su pulso temblaba –, ayer me salvé de milagro... y seguramente esta noche no van a dejar que huya.

Gin se soltó de sus manos.

–No es problema mío –soltó alejándose de allí sin mirarla en ningún momento sacando un cigarro –. Ya te dije que tengo cosas importantes por hacer.

Sherry observó como bajaba las escaleras, había sido una estúpida por confiar en él... ¿En que estaría pensado? Él era un frío asesino... ¿Cómo iba a ayudar a alguien? Aquella noche fue suerte, miró por la ventana como el sol lentamente se iba poniendo.

¿Qué pasara esta noche al salir?

Los días en la Organización: El error de SherryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora