Los días fueron pasando y con ello la normalidad, como dicen, el tiempo lo cura todo. Las noches que Sherry tenía que volver a casa eran tranquilas, sin mal ambiente, provocando que volviera la confianza en ella y disfrutara incluso del paseo nocturno... durante el día trabajaba con más tranquilidad, a parte de que no volvió a ver a Gin desde aquel incidente. Sabía que estaba en varias misiones importantes con Vodka y otros altos cargos, matando a traidores y sobornando a altos cargos de la sociedad.
Sherry cerró la puerta del laboratorio con llave, otro días más había acabado. Cada vez le quedaba menos horas extras que hacer. Bajó las escaleras con suma tranquilidad mientras guardaba las llaves en su bolso negro, al llegar a la calle sintió un extraño ambiente... El mismo que sintió cuando pensaba que era observada, a Sherry no le hizo mucha gracia, cuanto antes llegara a las calles más concurridas mejor, al doblar la esquina empezó a escuchar varios pasos detrás de ella.
Seguramente era su imaginación, comenzó a caminar más deprisa. Pero esos pasos también aceleraron a la misma velocidad que Sherry. Volvió a acelerar para ver que ocurría lo mismo.
No era su imaginación la estaban siguiendo.
Se escucharon varias risas que la chica desgraciadamente conocía bastante bien. ¿Sabían donde trabajaba?
El pánico que había desaparecido en aquellos días envolvió su cuerpo en cuestión de segundos, pero por suerte no se quedó paralizada si no que empezó a correr provocando que esos pasos también corrieran tras ella, la chica al cabo de unos minutos sentía como empezaba a cansarse... esta vez si que estaba sola.
Chocó contra alguien provocando que cayera al suelo y que esos pasos, muy detrás de ella, cesaran.
–Shiho –murmuró Akemi sorprendida ayudando a levantarla, acercándola a su blanco coche –, ¿Por qué vienes corriendo?
Sherry abrazó a la chica que la había salvado sin parar de llorar, mientras su hermana la intentaba tranquilizar con una sonrisa y decirle que estaba a salvo, cuando quiso darse cuenta ya se hallaba en la habitación de su hermana, en su cama, en el suelo se encontraba Akemi sentada, sin soltarle en ningún momento la mano.
–Al final te dormiste –sacó la lengua Akemi mientras lo explicaba viendo como Sherry se incorporaba –. No quería despertarte ya que por fin habías parado de llorar.
–Lo siento –se disculpó Sherry sin soltar la mano de su hermana –, Será mejor que me vaya, no es buena idea que nos veamos.
Akemi asintió con la cabeza.
–Tienes razón, pero entiende no puedo dejarte ir así, ¿Me vas a explicar que ha pasado? –preguntó seriamente, sentándose con calma a su lado –, y no me vengas con el nada, porque estabas aterrorizada.
–Akemi –susurró, no quería preocuparla.
–¿Es Gin?¿Te ha hecho algo?
Shiho negó con la cabeza.
–Todo lo contrario, él me ayudo, pero el problema no desaparece... –contestó Sherry notando como le volvían a saltar las lagrimas, ¿Por qué era todo tan complicado?
–Si me lo explicaras...
Finalmente le explicó todo detalladamente, no podía más... no podía ocultar algo solo para sí misma, ya que le destruía. Akemi la abrazó al terminar la terrible historia.
–Claro que me tengo que preocupar, soy tu hermana –murmuró –. Shiho aunque sé que no te gusta que te ayuden, tienes que explicárselo a alguien de la Organización para que te ayude.
–¿Pero a quién? –sollozaba.
–Si te da vergüenza contárselo a alguien pídeselo a quien ya sepa que ocurrió...
–Solo lo sabe Gin y Vodka –contestó Sherry de mala manera mientras se secaba las lágrimas.
Akemi suspiró.
–Pues contacta con él y explícaselo.
–¡No puedo! –medio gritó recordando aquel beso, ¿Cómo le iba a mirar a la cara?
–¿Porque? –preguntó, ya que esa parte la desconocía.
–Porque... no se donde está –mintió.
Akemi sonrió.
–Mañana seguramente estará por los laboratorios, lo escuché de un bajo cargo, le dará órdenes desde allí para otra misión.
Sherry asintió la cabeza, solo para dejar el tema a un lado.
–¿Qué hacías tan tarde por la calle? –preguntó Sherry.
–Volvía de ver a Dai –sonrió con dulzura Akemi, tenía cara de enamorada.
–¿Tan cerca de los laboratorios?
Akemi movió los hombros.
–Le vi mientras conducía, fue una casualidad.
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Los días en la Organización: El error de Sherry
FanficDesde niña, la vida de Sherry/Shiho ha estado vinculada a la Organización Negra. Ahora ya es una mujer y quiere vivir por si misma, no será un camino fácil, ¿Cómo escapar de un grupo así? ¿Qué pasaría si llegase a enamorarse de uno de ellos? Gin, ¿S...