Vaya,
Incluso para suicidarse tenía mala suerte.
Sherry miró una vez más la situación en la que se hallaba, asombrada. Su mano era libre de aquella esposa metálica que la ataba a su fatal destino, se había encogido y todo era gracias a la Apoptixina que se había tomado segundos antes.
No había contado con ello, solo quería suicidarse para no darle el gusto a Gin de acabar con su vida como hizo con la de su hermana. No tenía otra opción, debía de huir, con sus últimas fuerzas tenía que buscar a alguien que la ayudase.
¿Pero a quién?
Arrastró sus piernas con fuerza, apenas las sentía del dolor... dejando atrás sus zapatos, para gatear hacia el conducto y ver la ansiada libertad con la que había soñado. Sabía que él la encontraría, aunque huyese hasta el fin del mismo mundo, pero no iba a quedarse allí. Si la llegasen a ver en ese estado, ver que la droga hacia ese milagro ya sí que estaría atada en esa Organización de por vida.
Abrió con esfuerzo la pequeña puerta para dar un último vistazo a su espalda.
Adiós,
Gin.
Gin exhaló el humo de sus pulmones, sin mirar un punto fijo de la mesa... no le interesaba para nada lo que se estaba hablando en aquella sala de reuniones y más si era como terminar con el boicot que creaba Sherry.
–La solución no es matarla –apagó el cigarro encima de la libreta de Vodka –, dejar que se pudra en esa sala, que sepa que es el hambre y entonces sabrá quien manda aquí.
–¿Te has encariñado de la chica, Gin?
El hombre soltó una corta risa, ocultando su siniestra mirada con su flequillo.
–¿Y si fuera así, que? –miró atentamente a Pisco –, no es de tu incumbencia.
–Aniki...
–Sherry es el cerebro de esta Organización, si la mataseis sin más perderíamos un objeto valioso –se cruzó de brazos, ignorando la mirada de Bourbon que al parecer estaba de su lado con la idea de salvarla –, lo único que lograríamos serían más retrasos.
–Los mismos que dejarla encerrada muriéndose de hambre –golpeó con fuerza la mesa, él también era un peón de Anokata y no temía enfrentarse a Gin –. Si solo quieres que la chica esté viva para que sea tu juguete sexual búscate a otra.
–Veo que esconderte detrás de las piernas de nuestro jefe te da valor.
–Serás...
Vodka aclaró la garganta, llamando la atención de Pisco para que la situación no fuera a más. Sherry llevaba más de dos horas encerradas en aquella sala de las calderas y la circunstancia no podía alargarse más, los científicos estaban inquietos, RUM estaba por llegar y los altos cargos tenían ideas muy distintas de qué hacer con ella.
Buscó con la mirada oculta bajo sus gafas la ayuda del joven Bourbon o de Kir.
–¿Qué opinas Kir?
–Yo... yo no conozco mucho a la chica, ni su estudio –la joven espía no quería meterse en la disputa de aquellos dos –. Pero si Gin dice que es importante para la Organización, tendremos que hacerle caso.
–¿Bourbon?
–Yo no me fio de ella, más después de que su hermana enviara un mensaje al agente del FBI, Shuichi Akai.
Gin conectó su fría mirada con la de Bourbon, aunque su piel era oscura se podía percibir una leve palidez al ser observado por el letal asesino. Era extraño que si odiaba por igual a ese traidor no le hubiese avisado de aquel pequeño detalle.
–¿Mensaje?
–Sí, el que mando el día antes de morir.
El asesinó fulminó con la mirada a su compañero, Vodka, por no comentarle ese detalle. Si mandó el mensaje antes de asesinarla era el mismo día que pasó la noche con Sherry, y esa noche tuvo que hablar con ella para que el móvil dejase de sonar.
¿De qué habían hablado?
¿Sherry sabía algo?
–Nada más ser enviado llegó un aviso a la Organización –intentaba disculparse, Aniki no mostraba reparos en herirle si hacía algo mal –, tenía que haberle llegado al portátil.
–No me llegó nada.
–Qué extraño, tu servidor estaba encendido...
–¿Durante la noche? –algo le parecía extraño, dentro de él sabía la cruel respuesta pero no quería escucharla –, lo dudo.
–Estaba encendido, Gin.
El asesino hizo un chasquido de fastidio con la lengua levantándose bruscamente de la silla, bajo la confusa mirada de sus compañeros. Cerró la puerta con rabia detrás de sí para bajar rápidamente las escaleras.
Cruzó la puerta donde estaba encerrada la joven científica esperando su castigo, contempló la entrada por unos segundos para seguir bajando las escaleras, llegando a la salida. No le importaba mojarse, ni el frio de la lluvia solo quería una cosa y esta estaba en su querido porsche.
Cerró la puerta de su auto, protegiéndose de la lluvia para sacar de mala manera el portátil de la guantera, encendiéndolo. Pasó la huella dactilar y la contraseña, dejando que cargara mientras encendía otro de sus cigarros, necesitaba entrar en el historial.
Sí, estaba encendido...
Pero esa noche...
Hija de perra.
Esta vez ella le había utilizado a él, no sabía cómo coño lo había hecho pero era una traidora, una puta y sucia traidora. Sacó su fiel pistola, subiendo para encontrarse a sus compañeros delante de la puerta.
–¡Apartaos!
Sus ojos mostraban sorpresa, un sentimiento que no dejaba ver al mundo pero lo que se encontró allí era completamente imposible. No estaba, Sherry no estaba.
Todos empezaron a mirar a su alrededor, alguna pista o una huella, no podía desaparecer así, dejándolos en ridículos. Gin levantaba con ira las esposas con las que había atado a su presa: estaban cerradas.
¿Las soltó y luego las cerró?
¿Por qué haría esa tontería?
Chutó con rabia los zapatos de Sherry sin soltar la pistola, agachándose para ver la pequeña puerta de ventilación.
–Gin...
–Encontradla.
–No, no está en el edificio...
–¡¡Qué la encontréis, joder!! –recordó el historial de su portátil, fuera lo que fuera lo que mirase ahora la joven científica conocia demasiados datos secretos de la organización negra –, ¡¡Sabe demasiado!! ¡¡Si abre la boca estaremos todos jodidos!!
Te encontraré Sherry.
Te juro que te encontraré.
Nunca escaparás de mí.
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Los días en la Organización: El error de Sherry
FanficDesde niña, la vida de Sherry/Shiho ha estado vinculada a la Organización Negra. Ahora ya es una mujer y quiere vivir por si misma, no será un camino fácil, ¿Cómo escapar de un grupo así? ¿Qué pasaría si llegase a enamorarse de uno de ellos? Gin, ¿S...