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CHAPTER ELEVEN
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SHIM JAKE;

—¿Siquiera vas a tocar tú comida? —cuestiona Heeseung, logrando llamar mi atención.

Hace segundos atrás estaba distraído mirando a mí alrededor, ajeno a la conversación que tenían los chicos en la mesa.

—Si. —respondo.

—Llevas todo el rato desde que te sentaste mirando a todos los que pasan. —menciona ahora Jungwon, haciendo un gesto con su brazo.

—¿Es por la chica de las cartas? —inquiere un curioso Ni-ki, a la vez que le roba una papa frita a Sunoo.

—Shhh. Eso no dice en voz alta, ¡Y ya deja de comerte mis papas! —se quejó Sunoo, gritando eso último, tirándole una mala mirada al menor a su lado.

—¿En serio estás dispuesto a buscarla? —la pregunta de Jay hace que voltee amirarlo.

—Desde luego que sí. —digo obvio.

—¿Qué tienen de especial esas dichosas cartas? —soltó Sunghoon incrédulo—.Deben de tener algo para que te dispongas a buscar a la chica que las escribió.

—Créeme, sí tienen mucho de especial. —anuncia el mayor de los siete, dándoleun último bocado a su sándwich.

Logrando que los cinco pares de ojos cayeran sobre él. Heeseung es el único delos chicos hasta ahora que le he permitido leer las 12 cartas, como tambiénestaba al tanto de todo.

𓂃FLASHBACK 𓂃

—¿Ya las terminaste de leer? —le vuelvo a preguntar al pelinegro, quien se encontraba sentado en mi cama teniendo todas las cartas a un lado, leyéndolas detenidamente.

Ese mismo día, luego de haber llamado a Heeseung, no tardó en aparecer frente a mi puerta 10 minutos después. Y justo él las estaba leyendo ahora.

—Estoy por la mitad de la carta 4, tranquilízate. —pronuncia sin quitar la vista del papel en su mano.

Yo por mi parte, hacia lo contrario a lo que me pidió. Daba vueltas por toda la habitación sin quedarme quieto, y mi mente no dejaba de viajar a distintos escenarios vividos el año pasado en el colegio. Sentía una sensación extraña recorrerme por todo el cuerpo y eso solo lograba ponerme de alguna manera ansioso, de vez en cuando miraba por la ventana o mordía mis uñas gracias a la ansiedad que me abordaba. ¿Cómo quiere que me tranquilice? Siento como si mi corazón en cualquier momento va a salirse de mi pecho.

—¿Ya la terminas? —con está ya era la sexta vez que preguntaba.

—¡Qué no! —gritó, haciendo que yo pegará un salto en mi lugar por lo repentino que fue—. ¡Y deja de moverte tanto que me desesperas!

—Bien, bien. Pero no tienes que gritar. —digo, mirándolo mal.

—Solo siéntate aquí. —señala a su costado derecho—, Y déjame leer ¿Bien?

Asiento con la cabeza y obedezco como niño pequeño, sentándome justo a su lado, haciendo todo lo posible para esperar pacientemente su humilde opinión luego de que haya leído completamente las 12 cartas.

𓂃FIN DEL FLASHBACK 𓂃

—¿Por qué? ¿Acaso ya las leíste? —pregunta Sunghoon de forma burlona, pero al ver la cara inexpresiva de Heeseung entendió que era en serio.

—¿¡Leíste las 12 cartas!? —exclamó Sunoo lo suficiente alto, logrando que las personas que estaban sentadas cerca de nuestra mesa voltearan a mirarnos.

—Cierra la boca. —le calla Sunghoon fastidiado, metiéndole una galleta en la boca impidiéndole seguir hablando.

—Sí, las leí. Y déjenme decirles que no son unas cartas cualquiera, estas son... no sé cómo describirlas... —comenta Heeseung, poniendo una mano en su mentón pensando en una manera para definirlas.

—No son el tipo de carta cliché donde alguien te confiesa sus sentimientos así como así. Es como una secuencia de hechos y-...

—¿Hechos? —me interrumpe Sunghoon, frunciendo sus cejas.

—Sí, y son cosas como ya les conté, sucedieron el año pasado.

—O sea qué, la chica sigue entre nosotros. —susurra Ni-ki, mirando hacia todos lados con cautela.

—Obvio que lo está, Ni-ki. ¿En qué mundo andas? —le dijo Jungwon, mirando al menor como si estuviera demente.

—Ella anda por ahí y debo encontrarla. —afirmo, enterrando el tenedor en mi postre.

Un repentino silencio lleno la mesa luego de aquello, hasta que Ni-ki habló:
—Hablando en serio, ¿te vas a comer tú comida, sí o no?

—Ya dije que sí, Ni-ki. —respondo, dándole una mirada de molestia al rubio delante de mí.

—Apresúrate, porque el descanso no dura para siempre y debo buscar unos libros en la biblioteca. —anuncia Jay, dándole un trago a su bebida. Dada por terminada la conversión sobre la chica misteriosa de las cartas.

❲☁️💙❳

IM HANEUL;

—¡Blue!, ¡Puedes ya parar con esto! —exclamó Seohyun, haciéndome ahogar un gritito por el susto.

Ya habíamos salido de clases y nos dirigíamos a la parada del bus, este día fue muy estresante, debía esconderme constantemente y actuar normal cuando Jake estaba cerca.

Me sentía asustada y alerta aun cuando ya había salido del instituto, y no hay mejor escondite que teniendo a Seohyun como escudo humano, quien ya estaba harta de eso.

—Llevas todo el día en esto. Además estamos muy alejadas para que Jak-...

—¡Miren esa mariposa! ¿No les parece linda? —digo repentinamente, interrumpiendo a la pelinegra

A la vez que señalaba el alargado arbusto con hermosas florecillas de colores que estaba justo al lado de dónde íbamos caminando, cosa que hizo que Eunchae y Seohyun voltearan a verlo.

—Debes estar ciega, unnie. Porque ahí no hay ninguna mariposa. —niega Eunchae, dándome una mirada de confusión.

—Ya se fue. —pronuncio nerviosa, tirándole una mirada de advertencia a la pelinegra a mi lado. Casi dice el nombre del susodicho frente a mi prima.

—¿Qué ibas a decir, Seohyun unnie? —le pregunta Eunchae curiosa, muy interesada en lo antes dicho por esta.

—Oh, eso, nada importante. —contesta la nombrada, dándole una sonrisa nerviosa.

—Además... ¿Por qué desde que has entrado y salido del instituto te has estado escondiendo, unnie? —esta vez la menor se dirigió a mí.

Pero antes de que yo abriera la boca, Seohyun habló por mí:
—Oh, no es nada serio la verdad, si no que tú prima le hizo algo a una persona hace tiempo y ahora esa persona la está buscando. —dijo como si nada, haciendo una gesto con la mano restándole importancia.

—¿¡Qué!? —exclamamos yo y mi prima al unísono.

¡Cómo se le ocurre decirle tal idiotez!

Eunchae inmediatamente se volteo a verme expectante. —¿Y, es malo eso?

—No, para nada, como te dije no es nada serio.

—¡Yah, Kim Seohyun! Deja de responder por mí. —digo molesta.

—Bien. No tienes que ponerte agresiva. —levanta ambas manos en señal de rendición.

Le doy una última mala mirada, para luego girarme hacia la menor—. No, Eunchae, no es nada malo. No tienes por qué preocuparte, todo está bien.

—Oh, ¿en serio? Mira quien viene allá. —anuncia Seohyun, apuntando a mis espaldas.

—¿¡Dónde!? —pronuncio alarmada, volteando la cabeza como el personaje del exorcista.

Y las estruendosas carcajadas de Seohyun no tardaron en hacer acto de presencia. Haciéndome enojar y agotándome la paciencia por completo, por lo que me acerque a ella pegándole varias veces en el brazo por graciosita.

—No vuelvas hacer eso. ¡Casi me causas un infarto! —exclamo, dándole un último golpe.

—¡Ay! Ok, ok. Ya entendí —reprocha, sobándose el área afectada, aun sin parar de reir del todo. A lo que Eunchae tampoco se quedó atrás riéndose también.

Nos faltaba poco para llegar a la parada de buses, y al ver que este pasó a nuestro lado, corrimos para alcanzarlo. Cosa que valió la pena, porque nos subimos a tiempo record.





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✧ ¡Actualización por las 1K de lecturas!, Estoy eternamente agradecida por el apoyo que le están dando a la historia, muchísimas gracias <33.

━━━𝐓𝐇𝐄 𝐂𝐀𝐑𝐃𝐒 𝐎𝐅 𝐁𝐋𝐔𝐄 ✧ Shim JakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora