━━━𝐓𝐇𝐄 𝐂𝐀𝐑𝐃𝐒 𝐎𝐅 𝐁𝐋𝐔𝐄 ✧ Shim Jake

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✦CHAPTER THIRTY-EIGHT
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SHIM JAKE;

La fresca brisa de la mañana se colaba suavemente a través de las ventanas abiertas del auto de Heeseung, dándome de lleno en el rostro, mis ojos se mantenían cerrados disfrutando de la agradable sensación.

—¿Qué sucede con él? —escuché preguntar a Jay desde los asientos de atrás.

—Todo porque ayer Haneul le respondió con un emoji de corazón por chat. —Heeseung explicó estando en el volante.

Yo solo los escuchaba, me sentía demasiado relajado como para abrir mis ojos.

—No lo veía así desde...

—Minjeong. —Heeseung completo.

Al oír aquello, abrí mis ojos al instante.

—Esto es diferente. —me atreví a decir, mirando hacia atrás. Haciendo que Jay se alejara por mi repentina acción—. Se siente muy diferente...

Volví a mirar al frente y me removí en el asiento. El silencio volvió a reinar.

—Yo también pienso que es diferente... —habló Heeseung de pronto.

—Haneul no es Minjeong. —mencioné en un tono serio.

El mayor se detuvo en un semáforo en rojo y volteó a mirarme.

—Eso está más que claro. Haneul no haría ni la cuarta parte de lo que te hizo Minjeong.

—De cierto modo, me siento aterrado —solté sin pensarlo, fijando la vista en mis manos—. Si no fui suficiente para Minjeong, ¿Lo seré para Haneul?

—Por supuesto que sí.

—Claro que sí.

Ambos dijeron al unisonó. El semáforo cambió y Heeseung puso en marcha el auto.

—Tal vez no sea el indicado para aconsejarte en estos temas —Jay agregó, recargado entre el espacio de los asientos delanteros—. Pero eres un buen chico, y se entiende que temas volver a enamorarte luego de pasar por una relación donde la inseguridad reinaba, además, esa chica que la llaman por un color se ve que te quiere, puedo asegurarlo.

Inconscientemente, se me escapó una pequeña sonrisa y quizás mis mejillas ya estaban coloradas, a lo que Heeseung a mi lado, también sonrió estando de acuerdo con Jay.

De cierto modo, recordar el final de mi relación con Minjeong me generaba cierta tristeza pero a la vez enojo, sobre todo, enojo. Y aunque al principio quería odiarla con todas mis fuerzas, jamás pude hacerlo. Fue un ciclo que cerré hace mucho tiempo, y para siempre. En su momento pensé en quedarme con los lindos momentos que habíamos pasado, pero ni eso quería tener. Fue así como su traición me hizo dejar de quererla.

Ella me lastimó, y no tengo nada en contra de su persona, la perdoné, no por ella, sino por mí y por el bien de mi corazón. De cierto modo, la puede ver en los pasillos del instituto o en algún lugar de este y no sentir absolutamente nada por ella. Solo quedó eso. Nada.

—Eres más que suficiente, hermano —escuché decir al mayor a mi lado, sacándome de mis pensamientos—. Si Minjeong no supo valorar eso, ya es cuestión de ella. Lo diste todo para salvar la relación y eso fue lo que valió.

—Además, esa chica nunca me agradó. —Jay añadió. Sacándonos una sonrisa.

—¿Y qué piensas de Haneul? —cuestioné, alzando una ceja.