que no tenga un respiro para preparar sus planes de ataque contra mis soldados. 20. Averigua, pues, los planes del enemigo y sabrás qué
estrategia será eficaz y cuál no 21. Agalo y descubre el esquema general de todos sus 22. Determina su disposición y asegúrate así el lugar movimientos
23. Ponlo a prueba y descubre los sectores en donde es fuerte y en los que es débil 24. La gran habilidad en la colocación de los batallo- nes consiste en no presentar una forma susceptible de ser definida con claridad. En esta situación te librarás de las indiscreciones de los espías más sagaces y, por su parte, los
del combate.
espíritus más hábiles no podrán realizar planes contra ti.
25. Inspirándome en las formas, pongo en práctica los planes que llevan al triunfo, pero esto no está al alcance de todos los humanos, pese a que todos poseen ojos para perci- bir las apariencias, nadie entiende cómo proyecté el triunfo 26. Por esto, cuando he logrado vencer, no pongo en práctica la misma estrategia, sino que, dependiendo de las
situaciones, vario mis tácticas hasta el infinito.
27. Un ejército puede ser comparado con el agua, por que, al igual que el torrente que fluye evadiendo las partes altas y buscando las tierras bajas, un ejército evade la fuer- za y ataca los puntos más frágiles.
28. Y así como el agua se ajusta a las imperfecciones
del terreno, para lograr el triunfo un ejército debe adecuar-
se a la situación del contrario.
29. Y de la misma manera el agua no posee una forma
estable, en la guerra no existen situaciones permanentes. 30. En consecuencia, quien sabe conseguir el triunfo modificando su estrategia según la situación del adversario, merece ser considerado como un adivino.
Delos cinco elementos naturales, ninguno predomina de una manera continua, ninguna de las cuatro estaciones del año dura una eternidad; se viven días largos y días cortos, además la luna crece y decrece.