WE ARE MANIACS

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21 de julio de 2020

Jisung había intentado numerosas veces, en quedarse dormido, esperando a que cuando despertara, despertara en su casa, con la voz de su madre avisandoles que ya había regresado a casa, y a su padre poniendo la mesa para cenar. Un delicioso estofado caliente hecho por su padre, y la sonrisa inborrable de su madre. Sin embargo, por más grande que fuera aquel deseo de los hermanos Han, ambos sabían que no pasaría. Nunca más.

Un estruendoso ruido hizo eco en el coche, y seguido de esto, todo se apago para las cuatro personas subidas en aquella camioneta.

Las gotas de la lluvia caían sin control, cayendo y estrellandose con los vidrios del coche, vidrios que ahora yacían en el mojado piso de la carretera, se encontraban pequeños fragmentos de vidrio en el piso. Algunos más visibles que otros, pero lo que antes eran las ventanas de una camioneta, ahora se encontraban mojandose cada vez más debido a la lluvia que no cesaba.

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Jisung abrió los ojos, se encontraba desorientado y algo abrumado. Su visión era un poco borrosa, y podía ver como humo salía del exterior de la camioneta.

Miro a su alrededor, no veía nada que se le hiciera familiar. Vió a su hermano con los ojos cerrados y una que otra herida en su rostro.

Jisung sin dudarlo, salió del coche como pudo. Echo un vistazo a los asientos delanteros y vió los cuerpos sin vida de lo que fueron sus secuestradores. Claro, Jisung no sabía aún que aquellos cuerpos ya no tenían vida.

Jisung, sigilosamente, le dió la vuelta al coche, para así, poder examinar por fuera como había sucedido todo.

Si la camioneta se encontrara en perfectas condiciones, no habría podido abrir las puertas, pues estas tenían seguro de niños, lo cual impedía que estas se abrieran tanto por el interior como por el exterior. Pero al momento del fuerte impacto del coche, los seguros -por seguridad en caso de emergencias- se abrió automáticamente.

Jisung examinó el panorama. No tardo mucho en entender que debido a la lluvia, el coche se deslizó en una curva, chocando con un enorme y extenso árbol. Em impacto afectó, claramente, a el conductor y copiloto, también a su hermano -pues de ese lado había recivido gran parte del impacto-. Jisung fue el que menos salió afectado, una que otra herida en su rostro, casi igual que su hermano, con la excepsión de que a Seunghoon, parecía tener lastimada su pierna, pues la puerta, al parecer, ha lastimado un poco la pierna de su hermano.

Jisung jaló a su hermano por la única puerta que funcionaba y no estaba bloqueada, por la misma que Jisung logró salir.

Si bien, los secuestradores les habían tapado los ojos, y también les habían atado las manos, pero Jisung logro safar sus manos de la soga, pues no estaba tan apretada. Un nudo fácil de deshacer.

Cuando Jisung se encontraba afuera del coche, con su hermano en brazos, se dió cuenta de que estaban perdidos, no tanían a donde ir, no conocían la zona ni tampoco tenían que comer. Simplemente estaban jodidos.

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23 de julio de 2020

Dos días habían pasado, Jisung y Seunghoon no tenían nada que comer ni beber. Ambos hermanos tenían el impulso de caminar por aquel bosque que se encontraba, pero tan pronto como empezaban su camino, se retractaban inmediatamente.

No ganaban nada quedandose afuera de la camioneta de sus secuestradores, pero tenían la esperanza de que tal vez, y solo tal vez, alguien que pasara por ahí los viera, se apiadara de ellos y os ayudara. Sin embargo, después de dos días, entendieron que sus secuestradores se habían asegurado de llevarlos a un ligar solitario, uno al cual nadie iría. Y si, claramente, nadie iba a esa zona. Cosa que les costo aceptar, pero era la verdad, estaban jodidos.

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26 de julio de 2020

― Sunggie... tengo hambre, muero de hambre, ¿cuando podremos comer algo? ―Comentó el hermano menor de Jisung.

Algo era cierto, no habían comido nada por días, sus cuerpos se sentían débiles, estaban mareados, tenían un sueño excesivo, sus pieles pálidas y frías. Parecía que estaban muertos, muertos en vida.

― Yo... n-no lo sé Seung, no hay comida cerca. ―Respondió Jisung.

― P-pero, no quiero morir, n-no así. ―Tartamudeo el menor.

― No moriremos, no aún. ―Aseguró el peli azul, el mayor de los dos.

Pasaron dos horas, Seunghoon era el que más débil se encontraba. Jisung tuvo una idea, una muy descabellada, pero una que les salvaría la vida.

― Seung... ―Susurró Jisung.

― ¿Mmh? ―Respondió el menor.

― Me imagino que estas muy hambriento Seunggie. ―Empezó a hablar Jisung.― Tengo una idea. ―En cuanto dijo eso, Seunghoon lo miró, cuestionándolo con la mirada.

Jisung camino unos pasos, dejando solo a su hermano menor unos minutos, y cuando regresó, tenía algo que dejo a Seunghoon más helado de lo que ya estaba. Un escalofrío recorrió toda la piel de su pequeño cuerpo. Sintió su corazón frenarse, pero solo fue una impresión suya, pues este latía, pero un poco má acelerado que hace unos minutos.

Jisung cargaba el brazo de uno de sus secuestradores.

― Su-sunggie. ¿Q-qué haces? ―Interrogó el menor.

― Es hora de comer... ―Fue lo que respondió Jisung.

El peli azul empezó a acercar el brazo a la pequeña boca de su hermano menor.

― N-no. ―Dijo Seunghoon, alejandose levemente del brazo que Jisung le tendía.

― Vas a morir si sigues sin comer, esto es lo único que se me ocurre para sobrevivir.

― No quiero, n-no es lo c-correcto. ―Se excusaba Seunghoon, el cual no paraba de tartamudear.

― Tienes dos opciones Seunghoon. Comer o morir. ¿Cuál prefieres "pequeño"?

La voz de Jisung sonaba tétrica, definitivamente había perdido la cabeza, y por ende, la cordura.

― No lo hare Ji.

― Bien. Pues yo si. ―Y sin decir más, arrancó un pedazo de la caarne de aquel brazo. Justo en frente de su hermano menor, pero eso no le importo.

La carne era un poco dura al principio, pero empezó a ablandarse mientras la masticaba. El sabor metálico a sangre se hizo presente en sus papilas gustativas, otra cosa que a Jisung no le importó. El sabor de la carne humana no le desagrado, incluso podría describirla como "satisfactoria y deliciosa".

Seunghoon miró la escena totalmente petrificado, aterrado, temeroso, asustado y disgustado. Mientras una ganas de vomitar invadían su pequeño ser.

Sin duda, Jisung había perdido la cordura.

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27 de julio de 2020

Un día después de lo sucedido, Jisung por fin logró conseguir energía para adentrarse al bosque, esta vez sin nadie quien lo detuviera.

Seunghoon había muerto.

Murió debido a la falta de comida, proteína y nutrientes en su ser. Nada.

Así que aquel día, 27 de julio de 2020, Jisung enterró a su hermano menor, solo en conmemoración suya, pero poco tardo en empezar su "aventura", como lo llamó él, y se adentro al bosque. Emocionado por su nuevo destino.

Dejando una sola cosa fija en su mente. <La carne humana sabe bien. Debería comerla más seguido.>