WE ARE MANIACS

*.·:·.☽✧ XXIX✧☾.·:·.*

20 de septiembre de 2020

Pánico. ¿Cómo describes tú el pánico? Algunas personas lo describen como miedo, otras como sentirse paralizadas, y otras como algo malo que no pueden explicar con palabras. Pero el trio lo describía como una sola cosa. Final. Cuando entraban en pánico, era porque algo malo estaba por pasar, o estaba pasando. Y cuando algo así de malo pasaba, era porque sería su final. Y la sola idea de que acabará toda su diversión y esos recuerdos llenos de nostalgia y dolor, los hacía entrar en pánico. Pánico de que fuera su final.

Aquel día, la emoción del momento hizo que Changbin entrara rapidamente a la cabaña, sin permiso de los tres contrarios. Claramente, estos entraron en un pánico indescriptible. Trataban de tranquilizarse pensando "Son solo unos adolescentes de nuestra edad. ¿Qué nos pueden hacer?"

Por un momento, Hyunjin se sintió traicionado por su propio amigo y su hermano. Pero al parecer, habían dejado deserlo desde hace mucho.

— ¡¿Dónde estan?! —Prreguntó alterado Changbin.

— ¿De qué hablas? —No obstante a las circunstancias, Jisung siguió fingiendo.

— ¡Bang Chan, Felix, todas sus víctimas!

Los chicos iban a protestar, pero en eso, Changbin entro en una habitación que estaba cerrada con llave, pero con un buen golpe de fuerza, logró botar el seguro de esta.

Cuando entró, se quedo paralizado, atónito, petrificado. Su sangre se heló. Vió a Chan tirado, con cortes por todo su cuerpo, su piel pálida y su cuerpo desnutrido.

— Chan... —Sururró.

Cuando Jeongin escuchó que Changbin empezababa sollozar, decidió entrar. El trio no lo detuvo, no tenía caso. Hyunjin fue detras de ellos, Minho y Jisung hicieornlo mismo.

Jeongin entró a la habitación y en cuanto vió a su novio, se reventó en llanto. Changbin lo abrazó, más no duro mucho su abrazo, pues instintivamente, preguntó por Felix.

— ¡¿Dónde está Felix?!

El trio no dijo nada.

— ¡Respondan, maldita sea!

— ¡MUERTO, ESTA MUERTO! —Gritó Minho.

Las piernas del pelinegro se tambalearon, dejando que este cayera directo al piso. Las lágrimas abandonando su rostro y la sangre que estaba en el piso manchando sus prendas.

El trio pensó en huir, peor si no lo hacían, dejarían libres a los únicos testigos que los han visto e interacurado con ellos. No permitirían eso. Así que en un acto rápido y repentino, encajaron un cuchillo en el brazo de Changbin, y Jisung se abalanzó sobre Jeongin.

Changbin chilló de dolor, empujando a Hyunjin, quien le había herido con aquel cuchillo. El cuchillo se quedó encajado en su brazo, por lo que se vió en la necesidad de sacarlo por sí mismo. Cuando lo hizo, volvió a soltar un chillido de agonía, pero no importaba. Quería venganza.

Jeongin empezó a golpear el hermoso y perfecto rostro de Jisung, logrando que este obtuviera un color rojo carmesí. Minho al notar el daño que le hacían a su preciado chico, agarró a Jeongin por detrás, logrando que safara el amarre que tenía con Jisung.

Cuando Changbin recuperó las fuerzas, no hizo lo que Hyunjin pensóque haría, atacarlo o golperarlo, no. Sino que el pelinegro saco una pistola, apuntando hacia el peli rojo.

— ¡¡Estan jodidos, los tres!! —Dijo.

Una lágrima se escapó del ojo izquierdo de Hyunjin, afectado por lo que estaba por hacer.

— Vayanse. —Les dijo.

Los chicos se quedaron perplejos ante la orden del chico.

— No seré más una carga ustedes. Ya no más. —Agregó.

Y después de mucho tiempo, Minho lloró y Jisung lo a brazó, jalandolo para escapar por la ventana, aprovechando que Jeongin observaba la escena asombrado.

— Prometo que volvere con ustedes, confíen en mi. —Dijo, sin saber que sería la última promesa que le haría a los chicos, y la única promesa con no podría cumplir.

Los chicos, con la esperanza en el borde de sus corazones, pero aún presente, confiaron en él, siendo la última vez que confiarían en él. La última vez que oirían su voz. La última vez que verían esos cabellos rojos que este tenía.

Jisung y Minho aprovecharon que Jeongin les estaba dando la espalda y saltaron por la ventana, rasgandose la piel y ropa debido a los cristares rotos de la vieja ventana. Changbin dirigió la pistola rapidamente a ellos, pensando que no escaparían, pero cuando vió que así fue, solo disparó, atinandole a la pierna derecha de Jisung, sin embargo, este no se detuvo, solo siguió corriendo, apoyandose levemente del hombro de Minho.

Cuando Jeongin salió apresurado a buscarlos, no vió a nadie.

<¡Mierda!> Pensó. Se habían ido.

Hyunjin aprovechó para atarcar a Changbin, una vez que este estaba un poco distraído debido a lo que acababa de pasar con Jisung y Minho.

Le dedicó una patada en los testículos, y salió corriendo, pero cuando se dirigió hacia la ventana para salir de ahí, se topo con Jeongin. Hyunjin lo agarró del cuello, con la intención de extrangularlo. Cuando la piel de Jeongin se empezababa tornar de un color morado, se escuchó un estruendoso sonido, seco y sin eco.

Changbin había disparado el gatillo de la pistola.

Hyunjin se tambaleó y cayó, soltando el agarre que mantenía sin respirar a Jeongin.

Para ese entonces, tanto Hyunjin como Jeongin habían olvidado el vinvulo familair que alguna vez tuvieron, pero ya no más, todo se había acabado para Hyujin. Con una promesa sin cumplir, y un sufrimiento que aquel día, cesó.

Jisung, como siempre había sido, dejo todo en manos de Hyunjin, esperando a que este tuviera la oportunidad de cumplir su promesa. Como siempre lo hacía. Es una lástima que esa fue su última promesa, también siendo la única que jamás podría cumplir.

Minho por el otro lado, solo esperaba que Hyunjin fuera lo suficientemente fuerte para pelar, pelear lo que fuera necesario para cumplir su promesa. Los chicos no lo esperaron, solo esperaron que algún día, se encontraran, se abrazaran y contaran sus anécdotas mientras estaban recostados en la misma cama, para después reirse de ellas.

Si tan solo supieran que cuando se lo encontraran nuevamente, sería en otra vida, tal vez no, pero mínimo, no sería en esa vida.

Aquel 20 de septiembre de 2020, la historia de Hyunjin dió inicio a su fin. Mientras que las vidas de Minho y Jisung, dieron inicio a un nuevo estilo de vida, uno lleno de un vacío incurable.

Tenían esperanza en que Hyunjin tal vez regresara con vida, pero no eran estúpidos, sabían que Hyunjin no regresaría. Era lo que más les dolía.