Capítulos entre 800-1800 palabras.
No se permiten adaptaciones de este fanfic.
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¿Crees en el amor?
La mayoría de las personas te dirán que si, o tal vez no. Es cuestión de cada uno. Pero, ¿crees en el amor de locos? Ese amor d...
— ¿Me recuerdas por qué secuestramos a Minjae? —Preguntó Lee.
— Es un malfito falso de mierda.
— ¿Qué piensas hacer con él?
— Hay tantas cosas que podría hacerle, pero solo tengo hambre, no creo torturarlo. ¿Será necesario hacerlo?
— Lo dudo, pero ahora, hay que ir a clases, o sino, la gente empezará a sospechar. —Dijo el pelo morado.
— De acuerdo. —Contestó el menor.
Ambos chicos se dirigieron a la escuela a la cual estaban asistiendo. Nadie sospechaba nada de ellos, pero había mucha gente preocupada por la repentina desaparición de Minjae.
Minho y Jisung saludaron a sus amigos como de costumbre, con la diferencia de que ahora, había una nueva presencia que ellos no conocían.
— ¡Peter! ¡Knowie! Él es Woojin, es un nuevo estudiante.
El mencionado los saludo, estrechando la mano de los chicos.
— Peter, me recuerdas mucho a mi hermano, estoy seguro que se llevarían bien. —Dijo Woojin.
Jisung quedó confundido por aquel comentario soltado al aire como si nada, más no le importo.
— ¿Como se llama tu hermano?
— Bueno, no es mi hermano de sangre, más viví con el numerosos años, eso hasta que... —Se calló repentinamente.
— ¿Decías?
El peli azul lo miro y después Woojin solo dijo:
— Creo que nos llevaremos bien, chicos, ¿les parece si hablamos después de clases?
Y sin decir más, se alejó del lugar.
Minho y Jisung se dedicaron una mirada confundida, y después habló Minho.
— Ese chico no me da buena espina.
El menor solo asintió, dejando en claro que a él tampoco.
<Acaso Woojin no es... no puede ser, el esta en la cárcel.> Pensó Minho.
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El horario de clases de Minho y Jisung había acabado, por lo que fueron a la biblioteca para pasar el rato, solo charlaban mientras tomaban un poco de café que habían ordenado en la cafetería de la escuela.
Por primera vez, no hablaban de asesinatos o secuestros, sino sólo disfrutaban de la compañía del otro.
En aquel agradable ambiente, se hizo presente una tercera persona.
— Hola, no pensé encontrarlos aquí. ¿Que hacen?
— Estudiábamos. —Mintió el mayor.
— No hay necesidad de mentirme.
— ¿Que quieres Woojin?
— A diferencia de ustedes, yo si he venido a estudiar. —Mintió ahora Woojin.
— Claro, entonces te dejamos estudiar en paz. —Replicó Jisung.
Los dos contrarios se pararon de sus asientos, pero Woojin los frenó con una sola frase.
— Se lo qué pasó con Minjae.
Ambos chicos se paralizaron.
<¿Que demonios?> Pensó Jisung.
— ¿Por qué nos dices esto?
— No actúen inocentes, se lo que han hecho, a lo que se dedican. Lo que son.
— Vale, ¿esperas que te roguemos para que no digas nada? —Cuestionó el menor.
El contrario negó.
— Espero que acepten el trato que estoy por proponerles.
— Habla. —Ordenó el pelo morado.
— La policía me ha mandado para que me secuestren y así los capturen, puedo ayudarlos a salir ilesos y que no los encuentren, solo si me ayudan a escapar del país.
Los contrarios se miraron mutuamente unos segundos para después hablar.
— ¿Cómo podemos confiar en ti?
— Traigo un chip para que me rastree la policía, si me ayudan a quitármelo, no podrá seguirme, por ende, no los encontrarán.
— De acuerdo, haremos lo posible...
— No es seguro que vivan conmigo, pero si es necesario, pueden visitarme las veces que quieran. Mi hogar está en medio del bosque, y vivo con alguien más, pero esa persona es... rara.
— De acuerdo... gracias Woojin.
Y sin más, dieron por terminada su conversación y tomaron caminos distintos, saliendo de aquella biblioteca y dirigiéndose a sus casas.
