Capítulos entre 800-1800 palabras.
No se permiten adaptaciones de este fanfic.
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¿Crees en el amor?
La mayoría de las personas te dirán que si, o tal vez no. Es cuestión de cada uno. Pero, ¿crees en el amor de locos? Ese amor d...
— Se han reportado casos de desapariciones en el pueblo que esta... del otro lado del bosque. —Dijo un oficial.
— ¿Alguna característica en especial?
— Algunos dicen que las únicas víctimas que han visto, tienen mordidas, pero al sacarles pruebas de ADN, no se detecta ninguna persona resgistrada. Debe de ser alguien que no vivía ahí.
— ¿Algo más?
— Hable con el oficial Bang y...
— Él esta fuera del caso. —Dijo inmediatamente el policía.
— Lo sé, pero él tiene información útil... Por ejemplo, el vió a los asesinos, uno tenía el cabello teñido de rojo, otro de azul y el otro era castaño.
— De acerdo, ¿qué más?
— Justo las características que han dado de los posibles asesinos del pueblo, solo que uno de ellos no coincide, pues tiene el pelo morado.
— Bien. ¿crees que es prueba suficiente para mandar a alguien a investigar el caso? —Preguntó serio.
— Si señor, si lo es.
— Bien... en ese caso—
— Espere, no mandemos a investigar a alguien, es decir, ¿no sería mejor mandar a una... carnada?
— ¿Carnada? ¿Pero qué dice oficial John?
— Alguien a quien los asesinos quieran secuestrar, alguien a quien podamos rastrear pero... pero no vaya a morir en el intento.
— ¿Tiene alguna idea de alguien dispuesto?
— Sé justo quien aceptara la misió, oficial. —Concluyó.
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— No le ofreceremos nada más. —Afirmo el mayor.
— Vamos... quitarme 2 años de cárcel no es nada.
— Es eso o nada.
— Es su caso, oficial, no el mío, usted me necesita y no lo va a negar.
— Cometiste un crimen que, si hubieras sido mayor de edad, te hubieran sentenciado a más años de cárcel. Colabora un poco.
— De diez años, apenas voy 4, ¿cree que soy lo suficientemente paciente?
— No me interesa si lo eres o no. Nos vas a ayudar.
— No lo creo. —Dijo juguetón.
— Basta de juegos.
— ¿Juegos? No estoy jugando.
— Silencio. ¿Nos vas a ayudar o no?
— 2 años y medio, es mi última oferta.
El policía, ya harto de la situación, cedió.
— Pero con una consecuencia, tendras varias restricciones, y estaras siendo rastreado en todo momento por un chip que sera inyectado en tu piel. ¿Alguna duda?
— ¿Siempre ha sido así de amargado?
El mayor hizo una mueca de desagrado.
— Pronto iras al pueblo, y tendras que dejar que te secuestren. ¿De acuerdo? según sé, eres experto en eso, ¿no?
— Bien.
El mayor le entregó unas fotos con las características de los asesinos.
— Te estamos dando una oportunidad, no la desaproveches, Woojin. —Concluyó, dejandolo solo en su celda.
Kim Woojin, el chico asesino. O al menos así lo apodaron, el día que fue acusado de asesinato, él junto a otro chico, mayor que él por mucho, pero aquel chico Lee Yechan, jamás fue encontrado.
Yechan tenía 18 años, era el cerebro de sus crímenes, pero escapó, dejando solo a su compañero de crimenes. Mientras que Woojin tenía tan solo 15 años, y fue descubierto y acusado a los 16. Condenado a 10 años en prisión. Ahora tenía 19 años, y aún le faltaba tiempo para pagar su condena.
Sin embargo, aquella era su oportunidad, podría reducir su tiempo de cárcel por ayudar a gente igual de enferma que él. ¿Qué cosa mala podría pasar? Nada. ¿Verdad?
Simplemente era gente con su mismo problema, tal vez con más suerte, pero sin saber que se toparían con uno de los suyos. Estaba emocionado por conocer y enfrentar a gente como él, pues Woojin, no obstante a su condena en prisión, nunca cambió. Jamás lo haría. Él era un loco. Un enfermo. Un psicópata. Un idiota. Un asesino. Un animal. Un maniático.
