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26 de agosto de 2020

Dejame empezar de nuevo, ahora desde la versión de Minho, una más actual.

¿Te ha pasado que te sientes excluido? Seguramente si, ya que es algo que a todos nos pasa mínimo una vez en la vida. Y no fue la excepción para Minho. Han pasado varios días desde que Jisung consiguió trabajo, y no ha pasado nada interesante, sino que planeaba silenciosamente su próximo secuestro. Hyunjin lo visitaba muy seguido, y fue cuando empezó todo.

Ultimamente Hyunjin y Jisung han estado pasando mucho tiempo juntos. Se la pasabana brazados, se tomaban de las manos, conversaban sobre cualquier cosa, cazaban juntos. Todo juntos. Cosa que empezaba a hartar a Minho, sobre todo porque empezaban a ser muy encimosos. Pero eso no le afectaba tanto, sino que el era el cero a la izquierda. Era el excluido.

Desde aquel 18 de agosto, hasta el 26 de agosto, Hyunjin y Jisung se habían vuelto inseparables. Miho sospechaba que ambos andaban de una manera amorosa, sin embargo, no podía confirmarlo, pues no había "pruebas" suficientes. O al menos es creía cuan aquel 25 de agosto se los encontro besándose, justo después de haber entrado a la habitación de Felix para darle "su mordida diaria" como le decía Jisung, aunque no se la daba diario, sino cada 2 o 3 días, a veces hasta 4.

Aquel 25 de agosto fue cuando perdió el control, estaba harto de ser el excluído. Así que, como buena persona madura que tenía que ser, decidió que hablaría con ellos.

— Chicos... —Dijo mientras todos comían en la humilde mesa que tenían.

Hyunjin y Jisung lo miraron.

— Si vas a preguntar por Felix, sigue vivo, sorprendentemente. Aunque estoy tratando de que sobreviva, tarde o temprano tendra que ceder a ayudarnos. —Comentó Jisung.

— No es sobre Felix...

— ¿Entonces? —Cuestionó Hyunjin.

— Es sobre ustedes. —Soltó.

— ¿Nosotros?

— ¿Tan rápido ya nos odias? —Bromeo Hyunjin.

— No los odio, al contrario, les he agarrado un gran aprecio. Pero ultimamante han estado muy... juntos. ¿No creen?

Los dos contrarios se miraron mutuamente.

— ¿Eso es malo? —Interrogó Jisung.

— No, para nada. Solo quería saber una cosa... —Hizo una pausa.— Ustedes salen. Ya saben... como pareja.

— Si. —Conestó rapidamente el peli rojo.

Fue inevitable para Minho el poner esa cara que reflejaba decepción. ¿Acaso estaba triste? SI bien, le gustaba Hyunjin, y hubo un punto donde también cayó enamorado por Jisung. Pero al ver que ambos chicos de los cuales el gustaba, salían amorosamente. Le partía el corazón.

— ¿Por qué? —Preguntó Hyunjin.

— No me dijeron nada.

— Pensamos que no te importaba...

— Si, me importa Jisung. Me importa mucho. Odio que me importen las cosas, porque nunca fui así, pero... ustedes me importan.

— Actuas como si fuera algo malo Min.

— No es malo, es doloroso.

— ¿Doloroso? ¿Por qué Min? —Cuestionó Hunjin.

— Porque Hyunjin, tu me gustas, desde que nos concimos. Y Jisung, tu me encantas. Y me entero que ustedes salen... Duele. Pero no me odien, no me odien por sentir esto. —Dijo. Una lágrima casi se escapa de su ojo, pero n fue así.

— Pero Min... digo, tu también me gustas, tu forma de ser, tu lo sabes desde hace tiempo. Pero cuando vimos que aún te importaba Chan. Decidimos que teniamos que aceptar eso.

— Chan... él, odio decir esto, pero él me gusta, pero ya no quiero nada con él. Lo odio, incluso quise volver con él. Cuando los ví tan juntos...

— ¿Volver con él? ¿Eres idiota?

Silencio.

— Perdón... —Dijo avergonzado.

Hyunjin y Jisung se miraron con una sonrisa complice.

— No te preocupes... —Una sonrisa maliciosa salió de los labios de Hyunjin.

— ...Pero nuestro perdón vale Min. —Concluyó Jisung.

Minho los miró curioso.

— ¿Eh? ¿Tengo que hacer algo?

— Si. —Respondió sin dudarlo Hyunjin.

— Vale, digánme que hacer.

— Dos cosas. —Empezó Jisung.— La primera, Bang Chan será tu próxima vítima.

Minho asintió.

— ¿Y la segunda?

— Esa es sorpresa Min.

El tono en el que habló el peli rojo hizo que Minho captara el dobre sentido de aquella oración.

— De acuerdo. —Fingió inocencia.

Y tras decir eso, siguieron comiendo como si nada. Cuando acabaron. Hyunjin fue a ver a "su presa" y le pidió nuevamente que los ayudara, pero como ya había sucedido por todos esos días que Felix llevaba encerrado, se negaba rotundamente, una y otra vez.

— No,asesinos, merecen que los descubran en esta cabaña de mierda. —Lágrimas se desprendieron de sus lagrimales.— Confie en ti, Hyunjin. No mereces mi ayuda.

— Yo me digo lo mismo sobre ti. No mereces vivir.

— A comparación de ti, no he matado a nadie, o torturado, o encerrado, o si quiera mordido a alguien en vida. Nada de eso he hecho.

— Felix... yo conozco tu pasado. No me mientas diciendo que eres un santo. Sabes que mínimo de lo que acabas de decir, dos cosas si las has hecho.

Un silencio reino el caurto.

— Acosador. —Soltó.

— Si. ¿Y qué?

— Los encontraran.

— Claro, así como a ti. No mientras Lix, ambos sabeos lo que hiciste.

— Eso es pasado. —Se excusó.

— ¿Pagaste por ello acaso? —Una pausa.— ¿Dices que nosotros deberiamos pagar por nuestros actos, cuando tu no pagaste por los tuyos?

— ¡Cállate!

Una sonrisa complacida salió de los labios de Hyunjin.

— No te preocupes Lix, haré que pagues por tus actos. —Fue lo último que dijo antes de salir de la habitación donde se encontraba Felix. Y como ya era costumbre, dejarlo encerrado con su propio dolor. Dejando que sufra solo, sin nadie para salvarlo, nadie para consolarlo, nadie para amarlo. Sin nadie.

WE ARE MANIACSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora