*.·:·.☽✧ VI ✧☾.·:·.*

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26 de julio de 2020
23:28 pm

¿Qué es lo máximo que harías por sobrevivir? Eso mismo se preguntaba Jisung mientras caminaba en el solitario y oscuro bosque. "¿Cuanto durare vivo en este bosque?" se preguntaba a cada rato. "Seguramente no mucho." le contestaba su subconsciente.

Había estado caminando -al parecer en círculos- por más de 5 horas. Su estómago rugia como loco. Sin importar que apenas había comido parte del cuerpo de sus secuestradores, seguía con hambre.

El bosque parecía ser infinito. Mientras más caminaba, más árboles aparecían, hubo un momento donde penso que todos los árboles eran exactamente iguales. Pero no era así.

El miedo se junto con el hambre, luego se unió el pánico, para al final, sentir una combinación de emociones y sensaciones aterradora.

Jisung tenía la esperanza de encontrarse algún tipo de aldea o pueblo, lo más mínimo. Pero no fue así. Su cuerpo, nuevamente se empezaba a debilitar, volvía a sentir esos mareos constantes, su piel fría, y pálida.

Un crujido se oyó en el piso. Jisung se lleno de alegría, al fin alguien venía para rescatarlo. "¡Por fin!" pensó. Sin embargo, su felicidad se esfumó en cuanto volteo hacia la dirección de donde el sonido provenía. "Un maldito conejo." Dijo para su interior.

— ¡Mierda! —Gritó, como si alguien pudiera oirlo.

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27 de julio de 2020
2:00 am

Mientras Jisung caminaba por aquel espeluznante bosque, soltó un aullido de dolor. Tal vez no solo era de dolor, era una combinación de dolor, frustración, desesperación y odio. Odio hacia aquellas personas que lo habían llevado a aquella tortura. Constantemente se preguntaba, ¿qué hubiera sido peor, vivir con esos secuestradores, o morir de hambre? Nunca lo sabría.

La ira se apodero de su cuerpo, y en el árbol más cerca, empezó a golpearlo. Simplemente lo golpeo. Una, dos, tres veces. Cuatro, cinco, seis. Y así sucesivamente hasta que notó como la sangre se resbalaba por sus nudillos. Las heridas cada vez se volvían más profundas, pero no le importaba. No pensaba bien, no razonaba la situación, no entendia que le pasaba, solo quería desquitarse.

El olor metálico se incrustó en su nariz, y la sangre color escarlata, se filtro en su boca, pues esta salpicaba por todos lados. El sabor metálico se hizo presente en su boca, cosa que no le molestó, pues ya había experimentado y descubierto que le agradaba aquel sabor.

En un intento de desesperación, solto un golpe tan fuerte, que instintivamente, soltó un agudo alarido lleno de dolor.

Pronto, sus ojos se cerraron, dejando el puro recuerdo de la sangre corriendo por sus nudillos, el sabor y olor metálico que aquel líquido color escarlata poseía. Doloroso. Satisfactorio.

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27 de julio de 2020
6:00 am

— ¿Deberiamos llevarlo con nosotros? —Preguntó un chico. — No creo que sobreviva si lo dejamos aquí abandonado.

— En la cabaña no hay demasiado espacio para mantener a otra persona. —Respondió el contrario.

— ¿Piensas dejarlo morir?

— No pero...

— Nada, nos lo llevaremos. Cuando despierte, le daremos algo de comer, ¿de acuerdo?

— Bien. Pero no sobreviviremos, ninguno de los tres si nos quedamos en esa cabaña por toda la eternidad...

— Lo sé, lo sé. Estuve investigando el otro día, ví a unas personas cazando animales. Seguramente hay un pueblo cerca. Es nuestra única esperanza.

WE ARE MANIACSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora