WE ARE MANIACS

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16 de septiembre de 2020
9:00 am

— ¿A dónde iremos ahora? —Preguntó Jisung.

— No lo sé, no lo habpia pensado aún, pero Minho tiene razón, al momento que los vieron la policía, seguramente vendran a buscarnos en cualquier momento, y si nos ven aquí, con dos personas de los desaparecidos, estaremos jodidos. —Dijo el peli rojo.

— La mejor opción es escapar de nuestra cabaña, después de un tiempo, cuando sea seguro que no volvera la policía, volveremos a la cabaña. —Propuso Minho.

— La pregunta es, ¿a dónde iremos? —Volvió a preguntar Jisung.

— Tendremos que buscar lugares.

— ¿Y que haremos con Ryujin y Chan? —Preguntó el menor de los tres.

Minho y Hyunjin se le quedaron viendo con tristeza.

— Chan... aún no ha vivido lo que tenemos planeado para su muerte. En cuanto Ryujin... será un simple estorbo si queremos huir.

Jisung supo el significado de aquellas palabras.

— No... —Susurró.

— Lo sentimos Ji.

— De acuerdo, no importa. Pero quiero ser yo quien la mate.

Los dos mayores asintieron.

Entraron a la habitación donde yacían sus víctimas. Encontraron un gran charco de sangre, definitivamente más grande que él día anterior. Ryujin se econtraba sin fuerzas. Esquelética y débil. Jisung se arrepintió por todo en lo que la habpia involucrado, pero no quedaba más que hacer lo que le correspondía.

Hyunjin y Minho se acercaron hacía Chan, y lo agarraron del cuello de su camisa, obligándolo a que se levantase. Safandolo de las cadenas que amarraban sus pies, para habilitarle la posibilidad de caminar. Taparon su boca para que no pudiera gritar una vez estando afuera.

Jisung, por el otro lado, se había acercado a Ryujin.

— Los siento Ryu... —Le susurró.

— ¿Por qué lo hiciste? —Cuestionó, apenas haciendo entendibles sus palabras.

— Porque no razoné en lo que te estaba metiendo. —Respondió.

La chica lo miró triste, dejando sin pena que las lágrimas abandonaran sus ojos.— ¿Vas a matarme? —Fue lo que dijo.

— Si. —Jisung ya no pretendía mentirle, solo quería que aquella tortura acabara para ella.

— Bien... Hazlo.

Jisung le dedicó un último abrazo. El cual al principio fue uno lleno de cariño, pero cuando Jisung empezó a apretar más y más, dejando a la pobre chica sin aire, hasta que por fin, debido a la fuerza que el chic aplicó, terminó asfixiandola.

Fue inevitable que salieran las lágrimas, después de tantos años de amistad, los había destruido así, de una manera tan... cruel. Y Jisung no iba a negar que le dolía, pero sabía que aquello era algo que debía de pasar. Ahora se vió en la necesidad de verlo como una carga menos.

Los chicos salieron de la cabaña, cargando el cuerpo sin vida de Ryujin, para enterrarlo lejos de ahí. Minho y Hyunjin llevaban agarrado a Chan, Minho agarraba la cadena del lado derecho y Hyunjin la del lado izquierdo.

Caminaron por más de una hora, eran aproximadamente las 10:15 am.

Fue hasta que se encontraron con un río seco, era un poco profundo, por lo que bajaron hasta quedar literalmente ocultos. Decidieron que ahí enterrarían a Ryujin, después claro, de que Jisung comiera parte de su cuerpo antes de que se descompusiera, pues le haría falta comida para sobrevivir.