WE ARE MANIACS

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Loc chicos habían adaptado muy bien su vida a su nuevo estilo. Sin embargo, hay algo que tanto a Hyunjin como a Minho les desagrada. El trabajo de Jisung.

Todo comenzó cuando le menor de los tres se consiguió un trabajo, Han Jiaung había conocido a un chico en su club de canto. Kim Seungmin. Un chico con una voz extremadamente adorable y angelical. Su pelo era castaño con mechones rubios. Su cara era inocente, e incluso Jisung lo había apodado "cachorro".

El problema fue cuando Hyunjin y Minho se dieron cuenta del... ¿no deseado? coqueteo. Hubo un punto donde Jisung le dió prioridad a ese tal Seungmin antes que a ellos.

Siempre utilizaba la excusa de "Seungmin me ha dicho que le de clases particulares para mejorar sus vocales". Cosa que en realidad no era mentira, Seungmin si había solicitado calses particulares, e incluso le pagaba unos cuantos billetes más.

Celos.

Celos era lo que Hyunjin y Minho sentían. Celos.

Así que simplemente, harían lo que cualaquier novio responsable y preocupado de no perder a su otro novio haría. Dejarle en claro a quien, o a quienes les pertenecía.

Aquel día los chicos fueron a una Sex Shop bastante conocida. Comparon unos cuantos juguetes, vibradores para ser más específicos. También compraron lubricantes, así como esposas.

Y ese mismo día fueron directo a casa, Minho le avisó a Jisung que no pasaría a recogerlo del trabajo ya que estaría ocupado. Por lo que Jisung se veía en la necesidad de ir por su cuenta, caminando bajo la lluvia, hasta su humilde departamento.

Una vez que el menor llegó, vió a Hyunjin sentado en el sillón. Presintió algo raro cuando lo vió vestido con un traje negro, formal... Sin embargo, el peli azul no le dió tanta importancia a ello y solo se sentó a lado del peli rojo, dejando que este le hiciera caricias en su cabeza.

Al poco tiempo, una tercera figura se hizo presente. Minho entró por la puerta de la entrada, cargando una cuantas bolsas, las cuales Jisung no alcanzó a ver, pues el mayor rapidamete se dirigió al cuarto.

— Dios, estoy muy cansado, hoy fue un día agotador. ¿Les parece si nos vamos a dormir? —Inquirió el menor de lor tres.

— No creo que vayamos a dormir mucho hoy, pequeño. —Contestó Minho, el cual apareció detrás de él, este también, con un traje, con la diferencia de que este era azul marino.

— ¿Por qué tan formales, eh? —Cuestionó Jisung intentando entablar una conversación.

— ¿Por qué no? —Dijo Hyunjin.

— Me gustan esos trajes, se ven bien, no siempre tendré la oportnidad de verlos así. —Mencionó riendo.

— Que bueno que te gusten... —Contestó Minho, sonriendo de lado.

El menor bostezó, levantandose del sillón y caminando torpemente hacia su habitación. Fue ahí cuando los dos mayores se apresuraron a llegar ahí y jalar al menor del brazo cuando Jisung apenas iba entrando a la habitación.

— ¿Huh? —Dijo el menor confundido.

— Jisung ha hecho algo que no nos ha gustado. —Comentó Minho.

— No entiendo chicos.

— ¿Por qué siempre coqueteas con ese tal Seungmin? —Interrogó Hyunjin, yendo directo al grano.

— ¿En serio están celosos de Seungmin? Ya les he dicho, él me pide que le ayude más con su vocal y... —Fue interrumpido por un beso agresivo de Minho.

Cuando aquel beso terminó, Minho nuevamente habló.

— Sea cual sea la razón, eso merece un castigo. —Añadió Minho y Hyunjin añadió.