Bianca
―Che, posta que no quise molestar. ¿Le hice algo a tu hermana?
Se hace el boludo, o es boludo. Me perturba que no pueda ni sincronizar dos neuronas en su mente podrida.
―No, para nada. Ella está bien.
―Ah, bueno... Decile que baje un poco el cambio, viste –ríe con incomodidad.
―Sí, obvio. Le digo.
Si quiero una venganza lo suficientemente completa para mí, tengo que jugar bien mis cartas. Tengo que aprovechar los recursos a mi alcance.
Jadeando, me acerco a la barra. Él me sigue por detrás.
―¿Te pido algo?
―Dale, una IPA y un Campari.
―¿Vas a tomarte los dos?
―Sí, me dieron ganas de mezclar.
Está extasiado. No puedo controlar mi disgusto. A los pibes así les gustan las minas frágiles, borrachas, con poco sentido o nada, que puedan tirar a la cama y abusar sin que ellas se den cuenta. No me sorprendería escuchar que hizo eso con otras chicas después de mí.
Necesito que se crea que es posible una segunda oportunidad conmigo. Miro hacia atrás y Juli está sentada en una mesa del fondo, observando. No entiende qué hago con dos copas largas. Le levanto el pulgar disimuladamente.
―Eu, ¿y qué contás? ¿Estás estudiando? –Busca por todos los medios mantener una conversación conmigo. La va a conseguir.
―Sí, sí, Derecho. ¿Vos?
―Piola. Yo Ingeniería en Sistemas.
Asco.
Inmutada, tomo un sorbo de birra para evitar el llanto. Mis emociones deben neutralizarse al máximo si no quiero parecer una debilucha. Agustín se mofaría de mis llantos, me haría quedar como una idiota. Eso es algo que no puedo permitirme.
―Vos sabés que te quería preguntar, o sea... Nos juntamos esa vez, faltaste dos semanas al colegio, me acuerdo, y después terminaste conmigo. ¿Qué onda? ¿Te cambió algo, o...?
Sí, falté al cole dos semanas seguidas. No me podía ni levantar de la cama. Tenía fiebre, dolores estomacales, diarrea, vómitos. ¿La verdad? Había días que hasta me daba miedo ir de cuerpo. Era como si quisiera desaparecer de este mundo.
―¿Tanto te importa? ¿Qué, no tuviste novia después?
―Buah –se burla―. Sí, re, ¿sabés quién me dio bola?
―No, ¿quién?
―Alejandra. Salimos un par de meses después del secundario, y quedó ahí. Ahora estoy de novio de vuelta.
―¿Ah, sí?
―Hace dos años.
―¿Tu novia no tiene problemas con que estés acá hablando conmigo?
Estoy esperando una respuesta en particular.
―Ella no está acá. –Cuando se me acerca, me tiro para atrás.
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Verte a través del cristal [COMPLETA]
RomancePara Bianca, las cosas han ido de mal en peor desde esa horrible noche con su ex pareja años atrás. No ha sabido recomponer su vida, aunque cada vez se siente más cerca de lograr perdonarse a sí misma. Si tan sólo pudiera volver a confiar, quizás n...