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Me removí sobre mi asiento, mentiría si dijera que no estaba disfrutando de la vista, el estaba ahí, posando, haciendo que se viera aún más atractivo.

Trague saliva al saber que tipo de pensamientos impuros estaban por aparecer en mi mente, por lo que sabía esto era para una revista y carajo, que bien se veía...

Observe como su mirada se dirigía a mi, me sonrió y se acercó lentamente, dejando admirar su buena forma.

─Lamento si estás aburrida, se supone que te llevaría a un lugar con más emoción.─ me guiño un ojos, sabía a lo que se refería.

─Esta bien, estoy bastante entretenida.─ sonreí descaradamente, el levanto sus cejas en sorpresa, claramente nunca le había hecho un comentario como ese, sería divertido seguirle en juego.

─Tengo que volver, hablaremos de esto mas tarde bonita.─ sonrió y camino rápidamente hacia su lugar asignado.

Negué divertida y me recosté sobre mi asiento, logrando acomodarme en una mejor posición y así admirar al chico guapo que estaba frente a mis ojos.

(...)

Una hora aproximadamente había pasado, y aun no salíamos del lugar, no quería presionarlo, o que pensará que me molestaba estar acá, así que mejor me guarde cualquier comentario.

Observe como se acercaba de manera rápida hacia mi, con una sonrisa, esa que te provoca Miles de cosas en tu estómago.

─He terminado, disculpa esto.─dijo apenado por la situación.

─Esta bien, deja de disculparte.─ respondí, tratando de sonar comprensiva.

Volteo hacia atrás, y miro hacia todos lados, tomo mi mano y empezamos a caminar rápido, casi corriendo.

─¿Pasa algo?─pregunte preocupada por la situación.

─Si no salgo de este lugar ahora, lo mas probable es que tardemos más.─ rio con burla.

Llegamos al auto y los tipos con trajes negros nos abrieron la puerta a ambos, nuevamente me subí al asiento del copiloto y el al de piloto.

Encendió el vehículo y segundos después este mismo comenzó avanzar, y está vez íbamos en dirección contraria de dónde veníamos.

─¿A dónde quieres ir?─ su mirada se topo con la mía, lo que me hizo estremecer, y el lo noto de inmediato. ─Eres adorable, si hago que tengas esa reacción con tan solo una mirada, imagina lo que puedo hacer en otro tipo de situaciones..

Trague saliva y voltee mi vista a la ventana, evitando su descarada, burlona y sarcástica mirada, pero podía sentirla, podía sentir como me desvestía con tan solo está.

─N-no digas tonterias.

─Linda, no tengas miedo, yo no te haré nada malo.─ aprovecho que el semáforo estaba en rojo y se acercó a mi para susurrar. ─ A menos de que me lo pidas.

Sentí como pasaba lentamente la punta de su lengua por el ovulo de mi oreja, apenas y podía respirar con tranquilidad, el efecto que este chico tenía en mi era impresionante.

─Basta.─ Susurre apenas audible para ambos, me aleje un poco, marcando distancia.

El sonrió victorioso, sabía perfectamente el efecto que sus palabras y acciones tenían en mi, se aprovechaba de eso. El auto comenzó a moverse, indicando que nuevamente estábamos sobre la carretera.

─Aun es temprano.─ miro el reloj en su mano. ─Puedo llevarte a conocer lugares fascinantes.─ se volteo por unos segundos y después volvió su vista hacia el frente. ─Dijiste que eres nueva aquí, así que no conoces mucho ¿Cierto?.

─Si, mis padres aún no han tenido tiempo para salidas.─ sonreí sin ganas.

─Si tus padres no lo hicieron, lo haré yo.

Voltee mi mirada hacia el, era realmente increíble que con tan solo unos días de conocerlo estaba resultando que me agrada su presencia, me agrada su terrorífico acoso, y sus chistes egocéntricos sin sentidos.

Sentí su mano rozar mi pierna, y me di cuenta de que este chico vivía las 24 horas del día caliente, información interesante.

El auto se estaciono, y voltee mi mirada hacia la ventana, estábamos en un tipo de campo al aire libre, se mira realmente increíble, habían muy pocos personas, lo que me emociono, por una extraña razón.

─¿Te gusta? Elegí algo privado, me di cuenta que odias estar entre tantas personas.

─Es hermoso..─ le sonreí, abri la puerta y salí por esta, el aire choco con mi rostro, refrescando mi cuerpo.

─Como tu..─ peque un pequeño brinco al sentirlo tan cerca de mi, susurrando en mi oído, esto se haría costumbre.

Su brazo paso alrededor de mis hombros, apegando nuestros cuerpos de manera dulce y tierna, nada que ver con lo obsceno, o eso creía yo. Sentí como suave y lentamente su mano bajaba de mis hombros a mi cintura, y disimuladamente estaba bajando hacia mi trasero.

─Oye, oye ─Lo voltee a mirar con mis ojos entrecerrados.

El rio bajo y su brazo volvió a la posición de antes, ahora sobre mis hombros.

─Nena, esto es solo el comienzo.─ susurro, dejando chocar su respiración con mi mejilla,la cual se calentó rápidamente.

Me voltee, quedando frente a frente, nuestras miradas conectadas, y sin necesidad de ninguna palabra, ambos sabíamos de los sentimientos que se estaban creando, y a ninguno parecía molestarle aquello.

(...)

Me encontraba recostada en su hombro, ambos sentados sobre el pasto, mirando hacia el cielo, estaba oscuro, ya era un poco tarde, pero aún faltaba para la llegada de mis padres, así que no me preocupaba.

─Tengo curiosidad...─hable débilmente, el cansancio estaba atacando mi cuerpo.

─Dime bonita...

─¿Por que aún no me dices tu nombre? Se que crees que me sentiré presionada, o que algo cambiará entre nosotros, pero no es así...─ me voltee a mirarlo, y me sorprendí un poco, por qué el ya me estaba viendo a mi.

─Linda, no es por ti, es por todo el embrollo en el que te verás cuando sepas con quién estás, y cuando la prensa sepa de esto, no quiero que salgas dañada.─su mano subió hasta mi mejilla, dejando pequeños masajes en esta. ─Ellos son crueles, y no dudarán en atacarte, si eso es lo que quieren..

─Esta bien...─Susurre con una sonrisa, me acomode está vez en su pecho, volviendo a dirigir mi mirada al cielo. ─La estrellas están muy lindas.

Narrador.

─Si, son hermosas.─ respondió el chico con una sonrisa en su rostro.

─¿Cuál es tu favorita?

─La que estoy mirando ahora...─dijo el de trenzas, mientras su mirada se dirigía a la chica que estaba cómodamente en su pecho.

─¿Cuál es?─pregunto está misma, con curiosidad en su voz.

El, al ver que ella no estaba captando su indirecta solo se limito a sonreír y seguirle el juego.

─Esa de allá.─señalo con su dedo índice.

─Umm... Esta linda, pero hay mejores.

─No... No lo creo..

-Sabrina-
Holaa, capitulo re tarde ,lo sé, pero por eso trate de que fuera un poco largo, y creo que la espera valió la pena, bueno, eso es lo que creo, si encuentran faltas de ortografía pido disculpas de antemano.
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Do You Wanna...? ; Tom Kaulitz. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora