Sus manos se aferraban a mi trasero, mientras su boca devoraba mi cuello de forma suave y lenta, cosa que nos mataba a ambos.
Al estar aún en el auto no nos daba mucho espacio para movernos libremente, pero podíamos disfrutar sin ningun problema.
Me aferraba a sus hombros, apretando estos, intentando contener los sonidos obscenos que quería salir de mi boca, pero las acciones de dicho chico no ayudaban.
─Me gustas demasiado...─su vos sonaba grave, haciéndolo ver aún más atractivo de lo que ya era.
Se alejo un poco de mi, para poder verme a los ojos, haciéndome sonreír por ver que tenía una pequeña mancha de maquillaje en su mejilla, causada por mi brillo labial.
Dirigí mi mano hacia donde se encontraba la mancha, limpiando esto suavemente, manteniendo la tensión que ya hacia entre ambos.
Me sobre salte un poco al sentir como Tom atrapaba mi dedo en su boca, mordiendolo de manera suave, pero haciendo imposible que lo sacará de ahí sin ser lastimada.
─Tom...─ lo llame de forma amenazante, el sonrió aún sin soltar mi dedo.
─Si quieres que te suelte, tienes que besame..─ hablo con dificultad, pero aún así pude entenderle a la perfección.
─Si no me sueltas te olvidas de que te bese por el resto de tu vida.─ sonreí burlona, y al instante mi dedo fue liberado de mala gana.
Gruño molesto, mientras apartaba su mirada de la mía, estaba de caprichoso, cosa que por alguna razón me enloqueció.
Coloco mi mano en su mejilla obligandolo a mirarme de nuevo, uni mi nariz con la de el, haciendo el famoso "beso esquimal".
Sus manos apretaron mi trasero, haciendome saltar un poco, y fue en ese movimiento que supe lo exitado que estaba con tan solo unos toques.
─Preciosa, creo que lo mejor es que te lleva a casa, o no responderé por lo que te haré, y creeme no será tierno.─ hablo en un Susurro, solo para ambos.
─Podrias quedarte en casa, mis padres llegan hasta en la madrugada, y mi hermana te ama, así que no dirá nada..─ hable mientras daba pequeñas caricias en su nuca.
─Es la mejor idea, solo no quiero que tú hermana escuché cuando estes gritando, y no precisamente del dolor que ella pensará, por qué creeme, es muy grande. ─Hablo con una de sus cejas elevadas y una sonrisa de lado.
Rodé mis ojos y con su ayuda me baje de su regazo, regresando a mi asiento, pero mi corazón aún sentía la emoción por sus palabras dichas.
─Ya se acercó el día de concierto, te avisaré con tiempo, si quieres puedes llevar a tu hermana, mandaré a los guardias necesarios, y ten por segura de que tendrán la mejor atención, si llegan a sentirse incómodas o molestas con algo, solo tienes que marcarme y lo arreglaré enseguida ¿Lo entiendes?
─Lo entiendo...─hable con pesadez, pero lo cálido en mi pecho se hacia cada vez más grande, escucharlo hablar de esa manera, escuchar el cómo me protege, simplemente aumenta el enamoramiento que tengo hacia el.
─No menti cuando dije que te trataría de la mejor manera, tendrás todo lo que pidas, lo que desees..
─Tom... Yo no quiero nada material, si estoy interesada es en ti, no en tu dinero, ni fama, ni cualquier otro tipo de cosa.
─Bonita, realmente me traes mal, demasiado mal.
Rei bajo sintiendo nuevamente esas cosquillas moverse en mi estómago, apoderándose de mi mente y alma, pero aún estaba ese miedo, miedo a ser destruida.
─Tom...─le llame, el cual me voltee a ver por unos segundos, para después dirigir su mirada al frente, dado a que aún iba manejando. ─ Si yo llegara abrirte mi corazón, de tal manera que puedes ver hasta mis secretos más impuros, ¿Prometes no dañarlo?
Observe, cómo buscaba una excusa para detener el carro, y el semáforo estaba de nuestro lado al ponerse en rojo.
─Maddy, si te hago daño a ti, me lo estoy haciendo a mi mismo, por qué tú me complementas, tu eres yo, no puedo herirte, por qué sería lastimarme a mi mismo, realmente puedo decirte que con ninguna otra persona había experimentado tantos sentimientos juntos, no puedo lastimarte.─ me miro a los ojos, demostrando de alguna forma que todo lo que estaba diciendo era cierto, que estaba siendo sincero.
Estaba dispuesta a correr el riesgo, el tan solo escucharlo hablar de esa manera, tan seguro, estaba endulzando mi cabeza con sus palabras, y tenía miedo, pero simplemente el me hacía pensar que valía la pena.
─A demás, seguramente Bill me mataría, te adora.─ sonrió y justamente el semáforo volvió a verde, por lo que el auto comenzó a moverse.─Dibujare estrellas en tus cicatrices, las sanaré.─ su mano busca la mía, y ya era un hábito que estás se entrelazaran.
─Solo no me hagas odiarte, no quisiera amarte, para después detestarte..
─No lo harás, lo prometo...─ con su dedo pulgar acaricio mi mano, mientras yo solo me limitaba a entender los sentimientos que estaba apoderándose de mi pecho.
Mire por la ventana, notando que ya nos estábamos estacionando frente de mi casa, abrí mi puerta y salí, segundos después Tom se colocó a mi lado, caminamos hacia la puerta y al llegar a este recordé que dicho chico aún no me regresaba mis llaves.
─¿No piensas darme mis llaves?
─No.─ sonrió con malicia, mientras sacaba estás de su pantalón para poder abrir la puerta.
Lo mire mal, y entramos al interior de la casa, busque a mi hermana con la mirada pero esta no daba señales de estar en casa.
─¡Sofia, estoy en casa!─ grite, pero esta seguia sin dar presencia.
Busque mi celular en mis bolsillos, intenté encenderlo pero este estaba completamente muerto, rápidamente tome uno de los cargadores de la mesa, para poder hacer que este prendiera.
─Carajo, mis padres van a matarme..─susurre y observe como Tom se acomodaba en el sillón, tomaba el control y prendía el televisor con toda la confianza del mundo.
─¿Que pasa?
─Mi celular estuvo apagado todo este tiempo, y no se dónde está Sofy..
─Seguramente está con algún noviecillo por ahí, haciendo sus cosillas.
Tomo unos de los cojines y se lo lanze, causando su risa y la mia también.
─¡Tiene 12 años! Ella no piensa en esas cosas..
─Te sorprendería los pensamientos de los niños de ahora en día.
Gire mis ojos con fastidio y me voltee nuevamente hacia mi celular, mis rostro se iluminó al ver que este ya está prendido, comencé a revisarlo, viendo que tenía dos llamadas perdidas de mi madre y un buzón de voz.
"Maddy, no podremos llegar, hasta el día siguiente, tu hermana se quedó en casa de tu abuela, sabemos que puedes cuidarte sola, confiamos en ti"
Odiaba cuando hacían eso, no saben cuánto extrañaba cuando tenían tiempo para nosotras dos, pero de igual manera, intentaría no pensar en eso.
─Bonita, ¿Por qué esa cara? Aún no me he ido, no es para que te pongas tan triste.─ hablo con narcisismo.
─Eres tan gracioso, Deberías de participar en algún circo ¿No?
─Lo he estado pensando...─ se levantó de su lugar, mientras caminaba hacia mi de manera lenta. ─Pera sabes en qué pienso más?─ me acorraló contra la pared, haciendo que mi espalda chocará con esta. ─En ti, mientras me baño, y no son cosas dulces..
Dios, este si que era un hormonal de primera...
-Sabrina-
Holap, creo que este es un capítulo clave, cada uno de los diálogos es clave para la historia, y siento que voy a llorar al escribir esto, se que voy a llorar, y también descubrí que hay una chica o chico que plagio una parte de mi historia, y la subió a tt cómo suya, es desagradable que aún existan personas así.
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Do You Wanna...? ; Tom Kaulitz. ©
Romantizm"Éramos dos desastres tratando de convertirnos en un milagro." La famosa banda "Tokio hotel" decide hacer una fiesta de celebración dedicada a su éxito. Maddy Campbell ; una adolescente amable y divertida, pero cuando se lo propone puede dar mucho...