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(Les recomiendo Enchanted o si quieren pueden poner otra de su preferencia.)

NARRADOR.

─!Bill!─ un chico de trenzas caminaba desesperado, mientras buscaba a su hermano.

─No grites, aquí estoy.─ respondí el pelinegro con una sonrisa pícara. ─¿Y Maddy? Pensé que vendría contigo..

─No.. dijo que no podía dejar sola a su hermana por mucho tiempo, así que me pidió ir por ella y después llevarla a casa..─ una sonrisa se formo en el rostro del chico.

─Esa sonrisita, te domaron.─ una pequeña carcajada salió del pelinegro, quien disfruto del momento para molestar a su hermano.

─Ahora que lo recuerdo, ¡¿Cómo se te ocurre llamarme cuando estaba con ella?! Noto al instante que yo no quería contestar y no quiero que su sorpresa se arruine.

─Lo siento, pensé que tú celular está en vibrador, por eso insistí en llamarte varias veces.─rasco con nerviosismo su nuca. ─¿Le preguntaste su color favorito? Nesecitamos esa información para su regalo.

─¡Mierda lo olvide!─ el de piercings subio su mirada hacia el techo, maldiciendo hasta el día de su nacimiento.

─Lo supuse, por eso yo me adelante.─ una sonrisa triunfante se formo en el rostro del pelinegro. ─Estuve hablando unos momentos con su hermana, que por cierto ¡Es una ternura!, El caso es que ella dijo que Maddy no tenía color favorito, su infancia fue algo difícil, era excluida por su grupo de amigos, y tener un preferencia por un color le hacía recordar esos tiempos.

─No pensé estar planeando algo tan grande para una persona, mucho menos para una chica, nunca imaginé estar tan enamorado de una hasta este punto..─ el de trenzas soltó con una sonrisa tonta en su rostro.

─Lo se, hasta yo estoy sorprendido... Lo podemos hacer como tipo arcoiris, seguro le gustará.

─Eso espero...

Ambos sonrieron, satisfechos por su plan, y sorprendidos por qué realmente nunca habían hecho nada de esto, y mucho menos para una persona que no fuera su familia o de la banda.

(...)

Una joven bajaba las escaleras de su casa con rapidez, intentando no hacer ningún tipo de ruido, no quería pasar ese momento incómodo con su familia, lo odiaba.

─¡Feliz cumpleaños! Feliz cumpleaños, querida Maddy..─la mencionada cerro los ojos con fuerza, tratando de que todo esto fuera parte de su imaginación. ─¡Felices 18 mi niña!─ la primera en abrazar a la chica fue la madre de esta, quien la apego a su pecho, cómo que si su vida dependiera de ello.

─Felicidades hija...─ el segundo fue su padre quien llevaba un pastel mediano en sus manos. ─Vamos, pide un deseo.

La chica miro con confusión a su familia, era extraño verlos de esa manera, no habían estado en su cumpleaños número 17, ni en los 16 y mucho peor en sus 15, su única compañía fue su pequeña hermana, quien la miraba con una sonrisa desde una esquina, con una bolsita de regalos en sus manos.

Finalmente termino por ceder las palabras de sus familiares, se inclino un poco soplando la vela rápidamente, deseando que todo volviera a la normalidad.

─Maddy, felicidades tonta...─ la hermana de la mayor se acercó y le entrego la pequeña bolsa que ya hacia en sus manos.

La cumpleañera se agachó a la altura de su hermana, envolviendo su cuerpo en un abrazo, era realmente la única que lo merecía, la única que estuvo ahí para ella.

Do You Wanna...? ; Tom Kaulitz. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora