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Bese sus labios, mientras el tomaba mi cintura, en un movimiento rapido ya estaba encima de su regazo, mientras mis manos se aferraban a sus hombros.

No era nada agresivo, ambos disfrutando del momento, de la cercanía, de las caricias, de los sentimientos que se apoderaban de nuestros corazones.

─Bonita...─Hablo, intentando recuperar su respiración. ─No intentes seducirme para evitar que hablemos.

─No lo estoy haciendo...─Dije, sabiendo que sus palabras eran totalmente ciertas, escondí mi rostro en su cuello, sintiendo como su manos dejaba pequeñas caricias en mi espalda.

─Maddy... ¿Que fue lo que pasó? ─Pregunto, dejando pequeños besos en mi cabello, sin detener sus manos en mi espalda.

─Problemas con mi familia, estoy tan cansada de eso, ya no puedo, me siento tan agobiada.. solo quiero desaparecer..

─¿Recibiste suficiente amor? Mi pequeña chica... ¿Por qué lloras? ─Sus manos atraparon mi rostro, limpiando cualquier rastro de lágrimas con sus pulgares. ─No quiero verte de esta manera, me parte el alma hacerlo..

─Lo siento... ─Dije, limpiando mis ojos con la manga de mi suéter.

─No.. no te disculpes, no tienes por qué hacerlo..─Beso mi nariz, y continuo por mis mejillas, dando a entender que me apoyaba en cada una de mis decisiones.

─Solo quiero terminar mi carrera y comenzar a trabajar lo más antes posible, así poder irme de esa casa, llevaré a mi hermana conmigo, no permitire que sufra lo mismo que yo, no ella.

─¿Por qué esperar tanto? Puedes venir conmigo, los chicos estaran encantados,  Bill será el más feliz..

─Tom... Es demasiado, no puedo.─ Sonreí ante sus buenas intenciones y bese suavemente sus labios, sintiendo la paz que inundaba mi ser.

─Solo está noche, quédate conmigo está noche..─ se separó y hablo, observe sus ojos, su mirada esa suplicante, y podía jurar ver cómo estos estaban aguosos.

No respondí y hundi mi rostro en su pecho, escuchando su corazón al ritmo del mío, ambos sintiendo lo que el otro, ambos amando de la misma manera, ambos sufriendo..

La presión en mi pecho se presentaba cada vez más al saber que aún no le decía lo del viaje, y de la posibilidad de ya no verlo nunca más.

─Maddy, se que no me estás diciendo todo, y también se que eres así, te guardas las peores cosas para ti sola, y eso me molesta, quiero ayudar, pero no puedo hacerlo si tú no me lo permites..─ Hablo, y cada una de sus palabras realmente tocaron mi alma, por qué el conocía cada parte de mi, tanto física como espiritual, era magnífico el cómo decifraba cada una de mis palabras, nadie me conocía como el, ni siquiera mis propios progenitores.

─Tom... ─No podía formular ninguna palabra, mi corazón y alma aún estaban procesando las suyas. ─Lo siento...

─¡Maddy, Cariño deja de disculparte por todo!─ acunó mi rostro entre sus manos, repartiendo pequeños besos por este. ─ Me gustas de una manera que nunca antes me había gustado, quiero ayudarte de todas las formas posibles, quiero que estés a mi lado en cada uno de mis proyectos, te quiero conmigo..

Eso es lo que aún el no sabía, yo ya no podría estar a su lado, no más...

Sonreí y tomo una de sus manos, entrelazando está con la mía, no podía creer el como mi corazón saltaba con tan solo escucharlo hablar de esa forma, el estaba sanando cada herida de mi alma y cuerpo.

Tu también me gustas.. lo lograste.─ observe como una sonrisa egocéntrica se formaba en su rostro, y sabía que había podido cambiar completamente el tema, no quería hablar del viaje, no aún.

─¿Que te puedo decir?─ se acercó susurrando a mi oído. ─Siempre consigo todo lo que quiero..

─¿Me quieres?─ pregunte, siguiendo su juego.

─Mas que a nada..─Su expresión cambio radicalmente, y su cara se volvió sería. ─!No puede ser, me estoy volviendo demasiado cursi!

Solté una pequeña risa, inclinando mi cabeza hacia atrás por la expresión de su rostro, y a esto es a lo que me refiero cada que digo que el es el único que sacaba mis verdaderas sonrisas, y siempre lo será.

─¿Hasta ahora te das cuenta?─ sonreí y me acerque a su oído. ─Me gusta que seas así, pero solo conmigo..

─Si a mi chica le gusta, no tengo ningún problema con seguirlo siendo...

Sonreí ante sus palabras, y los sentimientos inexplicables que estás me causaban, por qué realmente estaba enamorada, y demasiado, de el, de su risa, de su voz, de su ego, de su apoyo incondicional, todo de el.

─¿Quieres que vayamos a otro lugar?─ sus manos tomaron mi cintura firmente, sosteniendo mi cuerpo, mientras mis brazos seguían alrededor de su cuello.

─Aun no, me gusta estar así.. me gusta estar contigo.

─Parece que yo no soy el único cursi..─Se burlo, lo mire mal, haciendo que rápidamente se arrepienta de sus palabras.

─Ya no volveré a tratarte lindo.─ hablé, intentando sonar molesta, sentí como comenzaba a besar mi cuello, indicando que el chico nuevamente estaba de hormonal. ─¿Ya comienzas?

─Si.─ lo escuché reír bajo, sus manos lentamente subieron por debajo de mi camisa, dirigiendose hacia el broche de mi sostén. ─¿Podrías quitarte esto? Es molesto, no siquiera se el por qué de su uso.

Rei ante su comentario y me deje guiar por sus manos y besos, en un momento rápido me encontraba recostada en el pasto, mineras el encima de mi besaba con delicadeza cada parte de mi cuello y pecho.

─Tom...─Le llame.

─Ujm..

─¿Que pasa si me tuviera que ir? Ya sabes a otro país o ciudad, ya no podríamos vernos.

─Bonita, estoy dispuesto a hacer lo que sea por mantenerte a mi lado, no dejaría que te separen de mi, no lo permitiré.─Contesto, subiendo su mirada hacia la mía, dando a conocer la sinceridad con la que hablaba.

Sonrei y tome su rostro entre mis manos, atrapando sus labios entre los míos, uniendolos, sintiendo como se movían al compás del otro, por qué estaba destinados a permanecer juntos, y de alguna u otra forma siempre lo estaran, aunque no siempre sea de la mejor manera..

Por qué todos algunas ves dijimos "Nada que ver" y nos enamoramos de la forma más profunda que existe, ese en mi caso..

-Sabrina-
Hola amistades bellas, ya nos estamos acercando a la tragedia, creo que nunca había disfrutado escribir tanto un libro, realmente creo que mis sentimientos hacia estos dos ya no son normales, ¡Lxs amo mucho!
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Do You Wanna...? ; Tom Kaulitz. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora