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Tom corría por los pasillos del estudio de la banda, mientras su hermano iba tras de el, con muchas cortinas de colores y demás cosas.

Mientras que Gustav y Georg subían en unas escaleras para poder colocar las decoraciones que llevaba el pelinegro.

─¡Mierda! Maddy saldrá en 30 minutos y ni siquiera llevamos la mitad de lo planeado.─ soltó de trenzas con evidente frustración.

─Ey, todo saldra bien, aún tenemos tiempo ¿No? Recuerda que primero la llevarás al lugar que tanto les gusta a ambos. A ella le encantara. ─Bill tomo a su hermano por los hombros, transmitiendo tranquilidad al instante.

Tom suspiro pesadamente, intentando no perder el control ahí mismo, todo tenía que salir perfecto.

Le devolvió la sonrisa a su hermano, y se alejo un poco ayudando a los otros dos chicos con la decoración, la cual no era para nada su estilo, pero si el de la chica que lo traía totalmente mal.

Sonrió inconsciente ante esos pensamientos, no siquiera el mismo podía formular lo que estaba sucediendo, era totalmente nuevo todo esto.

─Tom ¿Podrías ayudarme con esto?─ hablo el hermano de este, casi apunto del llanto por no poder colgar una de las telas de colores.

─Claro...─Se acercó y pudo notar que estaba bastante alto, tomo una de las sillas que estaba en el lugar, para poder subirse en esta y colocar bien el mantel.

Bajo de esta y por instinto miro su reloj, observando que ya era tiempo de recoger a la chica por la cual estaba en apuros.

─Chicos, tengo que ir por ella, ¡Los veo más tarde!─ sin más comenzó a correr, pero esta vez en dirección a su auto. 

De manera rápida se montó a este y aún con desesperación logro encenderlo, comenzando a manejar por la carretera.

Piso el acelerador, sabía que iba tarde, seguramente ella ya estaba afuera esperando por su llegada, cosa que le preocupa, le preocupaba dejarla sola.

Miro hacia todos lados y no le importo pasarse el semáforo en rojo, estando seguro de que no habían policías cerca, pudo arrancar con confianza.

A lo lejos vio como ya todos los estudiantes estaba saliendo y algunos esperando que vengan por ellos, con ese pensamiento busco a su amada, al verla sonrió y rápidamente estaciono el auto.

Salió de el y camino despacio hasta ella, tomándola por la cintura, haciendo que está rápidamente se sobresaltara, estaba devolviendo el favor de en la mañana.

─Hola preciosa, ¿Esperas a alguien?

─¡Dios, Tom!─ golpeó suavemente el pecho del mencionado, causando la risa de este.

─Lo siento por llegar tarde, tenía unos asuntos que resolver...

─Esta bien, no tenía mucho de esperar..─ la chica se volteo, quedando frente a frente, colocando sus manos en los hombros del masculino.

─Antes de llevarte con Bill, primero tendremos una pequeña desviación, quiero tener recolectar momentos especiales a tu lado antes de la gira.

─Tom Kaulitz ¿Esto es una cita?─ pregunto la joven entre risas.

─Puede ser...─aparto un mechón del rostro de la chica, susurrando en su oído. ─Pero realmente quiero llevarte a mi cama..

─Te habías tardado..─ soltó divertida, sabiendo que Tom siempre, de alguna manera, siempre se encontraba exitado.

Una pequeña risa salió de los labios del chica, sabien lo que causaba en los adentros de la chica, sintiendo como se erizaba su piel con tan solo tenerlo cerca.

Do You Wanna...? ; Tom Kaulitz. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora