36

64.4K 5.3K 3.8K
                                    

MADDY 
SONG: Mr. Loverman

Sonreí al ver como se desvestía totalmente,  quedando desnudo frente a mi, al verme me devolvió la sonrisa de forma coqueta.

Ni siquiera me sorprendí al momento que se abalanzó en la cama, quedando boca abajo, mientras susurraba cosas inaudibles, seguramente se había golpeado alguna costilla.

Nos encontramos en mi habitación, después de estar unas horas en su auto, ambos decidimos que lo mejor y para más comodidad era venir a mi casa, la cual por suerte estaba completamente vacía.

Y eso en su momento me afectó un poco, no llegue a dormir y no tenía ni una sola llamada de mis padres, creo que ellos ni siquiera se dieron cuenta de mi ausencia.

─Tom... Tu vuelo sale en pocas horas, y tú ni siquiera tienes las maletas hechas...─Hable, intentando hacerlo reaccionar.

─Shh...─Silencio mi voz. ─Quiero disfrutar estos últimos momentos a tu lado...

─No lo digas como que si ya no nos volviéramos a ver nunca más..

Tal vez..

Sentí como se volteaba hacia mi, recargando su cabeza en mi pecho, mientras cubría su parte baja con una sábana.

─No quiero dejarte...─Susurro.

─No lo estás haciendo...─Sonrei y acaricie su espalda trabajada. ─Estoy orgullosa de ti, por todo lo que lograste y lograrás..

─¿Segura de que no quieres que me quedé? Puedo hacerlo, Bill estaría de acuerdo, y aunque no fuera así, lo haría de todas formas..─ Elevo su rostro rápidamente, conectando nuestras miradas.

─Eres demasiado terco... Yo estaré bien, prometo estarlo.─Sonrei al ver su rostro preocupado.

Ambos nos reincorporamos, quedando sentados en la cama, ambos con un dolor punzante en nuestros corazones, ambos tratando de asimilar que ya no sentirá al otro por un tiempo.

Tenía tantas ganas de decirle lo de el viaje a Roma, pero si lo hacía, sabía que el haría de todo para quedarse, no podía hacerle eso a la banda, a sus fans, y demás personas que lo aman.

Su celular comenzó a sonar, indicando la entrada de una llamada, se movió hacia este con pereza, y sus cachetes se inflaron al ver el número en pantalla, demasiado lindo.

─¿Que pasa? Estoy ocupado.─Contesto de forma molesta, le sonreí y me levanté de la cama, tratando de darle un poco más de privacidad.

Camine hacia el baño, abrí mis ojos de par en par al ver mi cuello, estaba con manchas rojas, y algunas ya moradas por todos lados, toque este suavemente, examinando el área.

─Tom, hijo de...─ contuve mi palabras, al verlo por el espejo, sonriendo ladino.

─Me gustan... ¿Puedo hacerte más?─Se acercó y me abrazo por detrás, con intenciones que hacerme sentir su extensión.

Gire los ojos al sentir como besaba nuevamente mi cuello, de forma delicada, y era tan difícil, era tan difícil el tan solo pensar en alejarlo, sus simples toques encendían cada sentido en mi.

─Mm...─Suspire pesadamente. ─Extrañare esto... Te voy a extrañar mucho..─Son suavidad me voltee hacia el, subiendo mis brazos a su cuello.

─Lo se... Yo también lo haré, Maddy... Si tú me lo pides yo puedo quedarme, dejare todo, lo dejaría por ti...

─Ya hablamos de eso, no te alejare de lo que amas..

Aunque eso signifique alejarte de mi misma.

Do You Wanna...? ; Tom Kaulitz. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora