Richard
Mientras preparo el desayuno Narcisse se pasea con un coche de plástico montable por todo el departamento, Bob esponja me comienza hartar pero me concentro en los sándwiches y en la videollamada con Samael.
Está en su privado trabajando.
- no puedo creer que tenga casi una semana comiendo sándwich– Comenta, medio lo veo cerrar un libro y teclear la computadora–
- ayer comimos hot dogs–
- Tengo varios chismes, uno más impactante que otro– pongo el Sándwich en el sartén– Con uno te enojas y con otro no–
- ¡ya!– me acerco al salero donde tengo el celular–
- Jhonatan Pierce no era abuelo de Ell– me susurra–
Me quedo con la boca abierta. Mi conocí al hombre, pero he escuchado su nombre varias veces.
- Hay otro sujeto, pero Ell no me quiso dar el nombre. Estaba casado con su abuela–
- ¿y el otro abuelo?—
- Pues lo infiel viene de generaciones, la dejó–
- Deberíamos aprender algo de él– resoplo– ¿por qué no nos dijo?–
- ahora que lo pienso, creo que era innecesario decirnos eso, a nosotros qué su abuelo–
Asiento
- Bueno tienes razón. Quien sabe que otras cosas tendrá ocultas– niego– Ah como me gustaría odiarla–
- Lo hacemos, pero la queremos más– Se ríe– Pues ¿cómo lo ves?–
- Me da curiosidad conocerlo. La madre de Eleanor tiene ojos azules, tal vez ese sujeto sea así y por ello Eleanor es de cabellos claros–
- y eso explicaría los ojos de Narccise–
- y el de uno de tus hijos, porque el otro evidentemente es mío–
Nos reímos
- Sabes, me da coraje verle los ojos a ese bastardo, ninguno de mis dos hijos los tienen del color de su mamá– pasa la hoja molesto–
- Ya que conocemos a Los Parisi, eso es de ellos. Tranquilo–
- A mí me enferma, y te vas a enfermar cuando te diga lo que hizo–
Me froto la frente
- De verdad no me quiero estresar. Llevaré a Los Ángeles a Narccise–
- Lastimó a Lio–
- Te dije que no me dijeras– gruño– ¿y por qué Oliver se dejó? Tiene dos putos años–
- Bueno, lo he estado observado, Narccise tiene dos años y quizá menos, este no lo creo–
- ¿dices que mi hijo es estúpido?–
- No idiota, simplemente...quien sabe cómo lo trata Ell para que sea así ¿me entiendes? Una cosa es enseñarle a un niño a leer desde muy pequeño y otra a que se comporte como si tuviera 10 años y encima un Bully–
- Tiene dos años–
- La gata de Lio tenía bebés, y ese niño de dos años los mató– miro a mi hijo caminar al sofá con su pañalero liso, sus pasos aún no son tan firmes. Es un bebé aún, un retrasado tal vez, pero un asesino no–
Se me nubla la vista, miro a mi derecha, el sándwich se quema, no, ya está quemado. Lo saco quemándome un poco los dedos.
- Estuvimos horas buscando a Circe. Lio estaba muy mal, lloraba como si tuviera cuatro años– suspira–
- Esa gata llegó en un momento de caos en su vida, a la de todos. Siento no haber podido estar ahí–
- te contaré los detalles cuando regreses, vaquero–
- Sin ellos estoy molesto, ¿hablas con Ell?–
- Más o menos. Te hubieras molesto mucho de estar ahí–
- Sabes que sí, Oliver no salió de mis pelotas pero lo quiero y mucho, así como tú lo haces–
- Y él a ti, te extraña–
- ¿y solo él, Papi?–
- Yo no ando extrañando a idiotas. Ya te fuiste una vez y te superé–
- No es cierto–
- Que sí– la sonrisa se le quita cuando mira hacia arriba– ¿qué no te enseñaron a tocar?–
- ah perdón ¿en el tuyo si aplica el tocar?–
- ¿qué quieres? Rápido–
- Estamos invitados a una clase magistral, me mandaron a avisarte–
- ¿contigo? ¿Yo que voy a hacer en una clase de puros santurrones como tú?–
Le observo las expresiones.
- Lo mismo pensé yo, ¿para que queremos a un romántico empedernido entre nosotros?– Samael no le quita la mirada– oh Beatriz llévame al paraíso–
- Dame al invitación y vete–
- No faltes, a menos que justifiques perdiéndote en el infierno–
En el campo que puedo ver Samael recibe un sobre de mala gana.
- Maldito– abre el sobre– Es el idiota que se quiere coger o ya se cogió a Ell—
- ¿y no lo insultaste porque...– espero a que termine–
- porque no puedo insultar a un compañero de trabajo–
- Se me hace que te gusta— deja el sobre y se acerca al celular–
- Es lo más estúpido que te he escuchado decir, y tú a cada minuto las dices– asiento sin que me de gracia–
- Lo digo porque justamente así me mirabas a mi–
- ¿cómo?– se cruza de brazos–
- Pues así, le miraste hasta el alma—
- Yo no le miré nada– Frunce el ceño– ¿estuchaste lo que dije?–
- Sí, yo también tenía ese propósito ¿por qué te dejas molestarte?–
- porque yo también lo hago, no me quedo callado–
Asiento.
- o sea lo dejas—
- no, me defiendo–
- No, lo dejas. Cuando ya no quieras mi amistad mejor me lo dices en la cara, no vayas por ahí de arrastrado—
- A mi ese sujeto no lo soporto...–
- Como a mi no me soportabas ¿cómo es?–
- Sí, no te soportaba, mejor dicho, no lo hago cuál es tu problema?– abre el sobre–
- Te gusta— afirmo—
- No me gusta– Gruñe– Es el tipo más pretencioso, arrogante y fastidioso–
- Eso decías de mi–
- Dios mío, que no es no. No soy maricón– Baja la voz— Deja de hacerme escenitas de celos en el trabajo–
- Yo no estoy celoso, estoy molesto porque me voy dos minutos y ya quieres mi reemplazo– Espeto–
Mira a todos lados y se acerca más, carraspea.
- solo me gustas tú ¿eso querías escuchar?–
Disimulo mi sonrisa.
- No te escuché–
- Solo me gustas tú–suelta entre dientes–
- ¿qué?–
- ya cállate–
- a mi también me gustas, Papi–
- Shhhhh– me sisea– Cállate, Estoy en el trabajo—
- ay ajá, pero bien que coges en ese privado–
- lo hacía– aclara leyendo el papel se rasca la ceja–
- ¿qué?–
- Eleanor será quien de la clase–
- Ja, la llamaste santurrona– me burlo—
- Es en dos días. ¿Quieres acompañarme? Habrá una cena después–
- No puedo—
- Es verdad. Tendré que ir solo y si me toca al lado de ese inútil voy a pegarme un tiro– guarda el papel en el sobre— tengo que irme, voy a clase y dale a ese niño el desayuno a la hora que es, no a las dos de la tarde–
- Si, papi–
- Shhhh– me regaña levantándose y tomando el celular- Dale un beso de mi parte al Niño, y que no venga con bronceado de actor porno–
- No– aseguro, la puerta se abre, levanto la mirada, Alicia–
- ¡Ricky llegué!–
- hijo de pu...– corto la llamada antes que diga algo más, pero un mensaje llega en seguida–